Cómo es la «biblia vitivinícola» ecofriendly que presentaron las bodegas en Argentina
Se trata de una estrategia para fomentar el desarrollo sostenible en establecimientos que forman parte de la cadena de valor vitivinícola. Los detalles.
La necesidad de dar atención al planeta, los mercados y los consumidores, que requieren en forma creciente poner en marcha prácticas sustentables de producción, también es una preocupación en el mundo vitivinícola.
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En este sentido, uno de los logros más significativos que alcanzó el sector en los últimos años fue el desarrollo y la implementación del llamado Protocolo de Autoevaluación de Sustentabilidad Vitivinícola, que es certificable y que fue desarrollado en el 2011 con la colaboración del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo.
Para la industria del vino, dicho Protocolo es una herramienta para fomentar el desarrollo sostenible en establecimientos que forman parte de la cadena de valor vitivinícola: fincas y viñedos, bodegas, unidades de fraccionamiento, depósitos y despachos en organizaciones públicas y privadas del sector vitivinícola argentino.
Cómo es la «biblia» del vino
Aseguran que se trata de una iniciativa innovadora diseñada para guiar y promover prácticas sustentables en la industria vitivinícola que debe desempeñar esta función en la consecución de los objetivos de sostenibilidad mediante la aplicación de iniciativas que tengan en cuenta sus características específicas:
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- Guarda una estrecha relación con el territorio, así como con su historia, su cultura y sus costumbres.
- Sienta sus bases en la producción agrícola, que no se puede deslocalizar, por lo que requiere una competencia profesional concreta y genera empleo en zonas rurales a todos los niveles, desde trabajadores agrícolas hasta directivos.
- Elabora productos con un gran valor añadido y un importante potencial para la exportación.
- Utiliza recursos endógenos de la diversidad genética de la vid (variedades ancestrales, nuevas variedades, diversidad genotípica dentro de las variedades de vid), lo cual contribuye a su valoración y conservación.
- Desempeña una función esencial para la creación y la conservación del paisaje.
- Es el principal factor de identificación de las regiones y tiene un gran potencial para el desarrollo del turismo.
- Se ve afectado por los impactos del cambio climático y los cambios sociales.
- Se encuentra abierto a las innovaciones tecnológicas.
- Da prioridad a las organizaciones sectoriales, lo que permite el desarrollo y la puesta en marcha de estrategias colectivas.
- Asume su responsabilidad en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la Organización de las Naciones Unidas.
Retos de la estrategia de las bodegas
Asimismo, cabe destacar los principales retos del sector vitivinícola por lo que respecta a la adaptación de la estrategia de sostenibilidad:
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- Mantener un mercado sostenible que se ajuste a las expectativas sociales tanto dentro como fuera de la organización, además de respaldar un competitivo tejido económico y productivo.
- Fomentar la confianza de las sociedades en las explotaciones vitivinícolas a través de la aplicación de la estrategia de sostenibilidad.
- Estimular la vitivinicultura sostenible teniendo en cuenta dos objetivos: la prevención de la repercusión medioambiental negativa y la adaptación al cambio climático, mediante la adaptación de las prácticas de producción.
Esta especie de “biblia sustentable” del mercado del vino fue creada por Bodegas de Argentina, una cámara empresaria que nuclea a las principales organizaciones vitivinícolas de todo el país.
Fue creada en el 2001 como resultado de la fusión del Centro de Bodegueros de Mendoza, fundado en 1935 y la Asociación Vitivinícola Argentina, con sede en Buenos Aires, fundada en 1904. Las ventas de sus empresas asociadas representan el 75 % del mercado interno mientras que exportan el 90% de los vinos fraccionados.
Tiene socios en las provincias de Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Córdoba y Buenos Aires.
Cadena de valor sustentable del vino
El pasado 13 de noviembre, la entidad llevó a cabo el Foro de Sustentabilidad Vitivinícola Argentina 2024: el camino hacia una cadena de valor sustentable que se desarrolló a través de seis charlas de especialistas en sustentabilidad tanto de Argentina como internacionales.
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Durante el evento, que tuvo como sede la bodega Salentein, ubicada en la ciudad mendocina de Tunuyán, se brindó un panorama de la cadena de valor vitivinícola sustentable y estuvo enfocado en trabajar “Hacia una cadena de valor sustentable”.
Contó con la participación de 150 participantes, referentes de áreas de sustentabilidad de bodegas, especialistas en la materia, comunicadores y autoridades.
El foro se dividió en seis charlas de las que participaron nueve expositores quienes mayormente coincidieron en que la sustentabilidad se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo del sector vitivinícola en el país.
Para los expertos, la adopción de prácticas sustentables no sólo protege al ambiente sino que también ofrece oportunidades económicas significativas tales como la reducción de costos a largo plazo, el acceso a nuevos mercados y la mejora de la imagen de las empresas que logran certificar el Protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina”.
Al respecto, Laura Abraham, coordinadora de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina, calificó al foro como “un encuentro muy importante para la discusión y la implementación de estas prácticas, ya que reúne a expertos, productores y stakeholders clave que comparten conocimientos y experiencias”.
La experta remarcó que las charlas estuvieron orientadas a involucrar en la sustentabilidad del sector a todos los actores de la cadena vitivinícola, como proveedores de corchos, empresas recicladoras, productores vitícolas y proveedores en general.
“La colaboración y el compromiso con la sustentabilidad permitirán que Mendoza mantenga su prestigio como líder en la producción vitivinícola responsable, asegurando un futuro próspero tanto para el sector como para la comunidad y el ecosistema”, agregó Abraham.
Cuidar los bosques
En la misma línea, Milton Kuret, director Ejecutivo de BdA, reflexionó sobre el camino que viene recorriendo Bodegas de Argentina “que se ha caracterizado por el trabajo con sus asociados a lo largo de toda la cadena de valor; desde los viñedos hasta las góndolas, con proveedores y clientes, autoridades y academia”.
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Para el analista, el uso eficaz y eficiente de los recursos para obtener los mejores productos, debe traducirse en beneficios ambientales, económicos y sociales.
A su turno, Joana Faria, de FSC Portugal, tituló su presentación preguntando: “¿Y si el vino que eliges ayudara a cuidar nuestros bosques?”.
En ese marco, apuntó a concientizar sobre la importancia de la certificación FSC en las zonas de alcornocales y su impacto medioambiental, social y económico.
Estuvo además enfocada en promover el abastecimiento sostenible mostrando a las empresas del sector vitivinícola cómo pueden contribuir a una gestión forestal responsable eligiendo productos forestales con certificación FSC o Forest Stewardship Council, una organización no gubernamental independiente que promueve el manejo responsable, ambientalmente apropiado, socialmente beneficioso y económicamente viable de los bosques del mundo.
Se fundó hace más de 25 años gracias a un comprometido grupo de ambientalistas, líderes comunitarios y empresas que se unieron para crear un concepto revolucionario: un enfoque voluntario, basado en el mercado, que mejoraría las prácticas forestales en todo el mundo.
Reciclar corchos
Tras esta presentación, siguió la de “Trazabilidad y economía circular de los materiales reciclables” que estuvo a cargo de Leonardo Alvial y Diego Salguero de IDEARSE.
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Ambos expertos destacaron que la campaña + RECICLO + VIDA, “es una ambiciosa iniciativa de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) y Sustentabilidad diseñada para liderar el cambio hacia una gestión de residuos más consciente y comprometida”.
Explicaron que se centra en la recolección y reciclaje de corchos de alcornoque, con el objetivo de reducir el impacto ambiental y fomentar prácticas sostenibles en toda la cadena de valor. “No sólo promueve la importancia de la separación de residuos en origen, sino que también asegura la trazabilidad de los corchos reciclados, un aspecto que refuerza la transparencia del proceso y la confianza de los colaboradores”, señalaron además de sostener que con tal acción buscan potenciar la economía circular y contribuir activamente a la inclusión social, educativa y laboral de la comunidad.
Por su parte, Heinrich Burschel y Pedro Olivera, miembros de Fotosíntesis Argentina, expusieron acerca de la “Sustentabilidad Vitivinícola: oportunidad económica para la carbono neutralidad”, profundizando así en la temática que aborda el capítulo 14 del Protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina.
“La mitigación y compensación en el contexto del cambio climático mostraron soluciones para lograr cambios y evitar emisiones; capturar y almacenar carbono de diferentes formas con prácticas que ya realiza la vitivinicultura y poder ponerlas en valor, medidas simples para incrementar el carbono en los suelos” remarcaron.
Debida diligencia
Del mismo modo coincidieron en que también en la biomasa logra generar adicionalidad respecto a la situación inicial que no es ni más ni menos que el carbono almacenado.
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Se trata de un punto considerado como la puerta de ingreso al mercado internacional de compensaciones (bonos de carbono), que ayudará a acercar a las empresas a la carbono neutralidad.
A su turno, Jimena Sánchez, Network Representative Latin America amfori, abordó cómo en la industria vitivinícola la sostenibilidad y el respeto por los derechos humanos resultan fundamentales para construir cadenas de suministro éticas y responsables.
Explicó la debida diligencia en derechos humanos y su funcionamiento como una herramienta clave para identificar, prevenir y mitigar riesgos, garantizando prácticas sostenibles en toda la cadena de valor.
También destacó las iniciativas y herramientas de amfori, diseñadas para ayudar a las empresas vitivinícolas a implementar procesos de debida diligencia de manera efectiva, cumpliendo con los estándares internacionales y respondiendo a las crecientes expectativas de consumidores y mercados.
Además, hizo mención a los beneficios de una gestión responsable en términos de reputación, resiliencia y acceso a nuevos mercados, y cómo el compromiso con los derechos humanos puede fortalecer la sostenibilidad en el sector vitivinícola.
Luego, la charla “Plataforma digital para potenciar la sustentabilidad vitivinícola argentina”, que tuvo a su cargo Andrés Cohen, de Xircular Zero Net, resumió que ese espacio virtual que proponen a través de Bodegas de Argentina ofrece “una solución integral que combina tecnología digital, espacio temporal, metodologías sostenibles y enfoque en la economía circular con una propuesta de integración ecosistémica, guía a clientes, con enfoque ESG y responsabilidad ambiental”.
Finalmente, Clara Pritz habló, como representante de Andreani, de “La mirada desde la experiencia en la cadena”.
La empresaria remarcó que “como parte de nuestra cadena de valor, apoyamos a nuestros clientes en fortalecer su ambición climática a través de una logística eficiente y sostenible. Esto nos permite ofrecer mayor precisión en la rendición de cuentas y reducir los riesgos en toda la cadena”.