Barrio 31: Arcos Dorados fue reconocida por su compromiso con la inclusión laboral
Recibió el "Sello de Impacto Social", que otorga CABA a empresas que contribuyan con el fortalecimiento e inclusión de la Economía Social y Popular.
Arcos Dorados, la franquicia que opera la marca McDonald’s en 20 países de América Latina y el Caribe, fue distinguida con el “Sello de Impacto Social”, que otorga el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, por su trabajo de fortalecimiento e inclusión de la Economía Social y Popular en el Barrio 31.
“Este reconocimiento nos enorgullece y nos compromete a continuar trabajando por la inclusión social y resalta nuestro compromiso por generar un impacto positivo en todas las comunidades en las que operamos”, subrayó Eduardo Lopardo, Director General de Arcos Dorados Argentina.
Destacó al mismo tiempo que “estas acciones fortalecen todos nuestros esfuerzos por la inclusión laboral, un pilar fundamental para nosotros. Somos reconocidos por ser grandes generadores de empleo, sobre todo de primer empleo formal, y esto refuerza el camino recorrido, pero sabiendo que todavía hay mucho por hacer y por construir, junto a las comunidades”, remarcó.
//Mirá también: McDonald’s lanza una plataforma para los consumidores con el fin de lograr un mundo más sostenible
Inclusión social
El Sello de Impacto Social es una distinción institucional dirigida de manera simbólica a aquellas empresas y fundaciones que contribuyan con sus acciones al fortalecimiento e inclusión de la Economía Social y Popular, generando impacto positivo en los barrios de la Ciudad.
La distinción está a su vez conformada por cuatro sellos que se corresponden con las siguientes subcategorías: financiación, compras sustentables, instalaciones, y empleabilidad.
Con el objetivo de integrar a la comunidad a un barrio en proceso de urbanización con oportunidades de inserción laboral, en 2019, McDonald’s abrió su primer restaurante en el Barrio 31 Padre Mugica.
Se trata de un local que emplea a más de 100 jóvenes del barrio y es operado por Yermina Benitez, una vecina que fue empleada de la compañía desde hace ocho años y es ahora la primera franquiciada de un barrio vulnerable.
