Al estilo de las mejores historias de emprendedores en Estados Unidos, Jorge Sanvitale, de 57 años, busca liderar la transición hacia la movilidad eléctrica. Comenzó en un garage y hoy está al tope de la vanguardia. Sanvitale entró en el negocio de la electricidad casi por casualidad cuanto tenía 16. Diez años después, en 1992, abrió su primer negocio en una habitación de la casa de sus padres. Un año más tarde se casó y, junto con la mudanza, llevó la empresa a la habitación que años más tarde sería para su hijo. Necesitó dos años más para alquilar un garage de 30 metros cuadrados o menos, que fue “el primer edificio real de Mehcco”, como gusta recordarlo. Allí tenía su oficina, el depósito, el estacionamiento para la camioneta y todos sus sueños. “Tener un espacio propio era una cosa seria”, recuerda. Actualmente es el Director de Mehcco, una empresa con 70 empleados fijos que lidera la industria eléctrica nacional, se afianza en el mercado de cargadores para vehículos eléctricos y proyecta expandirse a Latinoamérica. //Mirá también: El BID inyecta u$s 100 millones en Argentina, ¿a qué se destinará el crédito? A 31 años de su creación, la Pyme se consolida en la comercialización, instalación y puesta en marcha de cargadores para fomentar la electromovilidad en el país. “La industria de los vehículos eléctricos está en pleno crecimiento y cada vez son más los conductores que eligen esta opción sustentable, por lo que contar con cargadores de alta calidad es fundamental para garantizar una carga rápida y segura con tecnología de última generación”, expresa. Actualmente, Mehcco lleva instalados más de 20 puntos de carga para diferentes clientes privados. En este sentido, Sanvitale comenta que “afianzarnos en este mercado con la comercialización, instalación y puesta en marcha de cargadores de primera línea reconocidos a nivel global es un gran logro para Mehcco y simboliza un nuevo desafío que tomaremos, como hicimos en nuestros 31 años de trayectoria, con toda responsabilidad y orgullo”. El apellido Sanvitale no posee tradición empresaria. Su papá era jefe de Mecánicos en el área de Mantenimiento de una industria textil. Cuando la fábrica quebró, con la indemnización abrió un almacén en un local frente a la casa, para cuando Jorge nació su papá ya era almacenero. Su mamá, que había estudiado corte y confección, trabajó en fábricas de ropa hasta que abrieron el almacén y también abandonó el rubro textil para dedicarse al comercio familiar. “No nací en una familia empresaria. Lo que hemos hecho hasta acá lo fui aprendiendo porque lo vi del resto, estudiando, leyendo y golpeándome contra la pared. La cultura del trabajo viene de la familia, el resto lo fui aprendiendo a prueba y error”, comenta Sanvitale, al recordar sus primeros pasos en el negocio de la electricidad. En relación al cuidado del medioambiente, Sanvitale remarca que “en la empresa implementamos prácticas y políticas sostenibles en las operaciones diarias que incluyen el reciclado y la generación de energía a través de paneles solares para reducir nuestra propia huella de carbono, la promoción de prácticas de negocios éticas y sostenibles son parte de nuestra esencia y tener la capacidad de ser agentes de cambio en torno a la movilidad sustentable es un paso enorme que nos acerca a vivir en un futuro mejor”. Asimismo, agrega que «la sustentabilidad no es solo cumplir con las regulaciones y las leyes ambientales, sino de liderar el cambio hacia un mercado más verde para el cual debemos trabajar de manera cotidiana y en conjunto en promover prácticas empresariales responsables que ayuden a reducir nuestra huella de carbono y contribuyan a un futuro más sostenible». Según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) durante 2022 fueron patentados 7.849 vehículos no convencionales de los cuales 7.588 fueron unidades híbridas y 260 eléctricas. Si bien estas cifras representan un aumento del 33,4% respecto de 2021, en relación al 2020 constituye un crecimiento del 231,9%. En este sentido, Sanvitale explicó que en el país existen barreras legales que impiden la venta de electricidad. “La demanda de puntos de carga aumentará principalmente, en función a dos factores: el primero y más esencial, es la legislación respecto a la venta de energía eléctrica a terceros, es decir, al usuario final y, en segundo lugar, a medida que este tipo de tecnologías se vuelvan más asequibles”, concluye.
