Total Energies a través de Total Austral, la filial argentina, anunció este viernes que invertirá más de u$s 100 millones en los próximos tres años. ¿El objetivo? Alcanzar el 80% de reducción en emisiones de metano en el país, en el marco de la lucha contra el cambio climático. //Mirá también: Una multinacional chilena realizará la inversión más grande en la historia de Uruguay con impacto ambiental Total Energies a través de Total Austral, la filial argentina, anunció este viernes que invertirá más de u$s 100 millones en los próximos tres años. La firma multinacional suministra y produce energía a nivel global: petróleo y biocombustibles, gas natural y gases verdes, renovables y electricidad. En un comunicado la empresa en Argentina señaló que logró «una reducción de un 60% de las emisiones de metano en el período 2020-2023» y que su próximo objetivo «es superar esta meta a 2030, logrando reducir estas emisiones en un 80% con respecto al 2020, y con la ambición de alcanzar cero emisiones de metano para 2050». El metano, el desafío de la industria del petróleo y del gas La eliminación del metano es uno de los principales desafíos para la industria del petróleo y del gas, en virtud del cuidado del medio ambiente y el cambio climático. Total Austral en el país se encuentra operando en más de 30 millones de metros cúbicos día de gas natural. //Mirá también: Las apuestas energéticas “sustentables” del Gobierno para el 2023 La compañía tiene varios proyectos en agenda para la reducción de metano, entre los que se encuentran la eliminación de gas de instrumento mediante el reemplazo del 100% de las bombas neumáticas operadas con aire a través de skids energizados mediante paneles solares, tanto en Neuquén como en Tierra del Fuego. La reducción y eliminación de fuentes de venteo y flaring -de gas- es otra de las líneas de trabajo de Total Austral en la materia. Por qué es clave reducir el metano El metano (CH4) es un gas de efecto invernadero, lo que significa que contribuye al calentamiento global y al cambio climático. Es un compuesto químico formado por un átomo de carbono y cuatro átomos de hidrógeno, y es el principal componente del gas natural. Además de ser un gas de efecto invernadero, el metano también es inflamable y puede ser utilizado como combustible. El metano (CH4) es un gas de efecto invernadero, lo que significa que contribuye al calentamiento global y al cambio climático. El metano se libera en la atmósfera de diversas formas, siendo una de las fuentes más significativas la actividad humana. Algunas de las principales fuentes antropogénicas de metano son: Agricultura: La fermentación entérica en el sistema digestivo de rumiantes, como vacas y ovejas, produce metano. También se libera durante el cultivo de arroz en arrozales inundados. Producción y transporte de combustibles fósiles: La producción y distribución de gas natural y petróleo liberan metano en la atmósfera. Vertederos: La descomposición de materia orgánica en vertederos produce metano. Industria: Algunos procesos industriales, como la producción de acero y la refinación de petróleo, emiten metano. Reducir las emisiones de metano Cambio climático: El metano es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global, por lo que reducir sus emisiones ayudaría a mitigar los impactos del cambio climático. Calentamiento rápido: Aunque el metano se degrada más rápidamente que el CO2 en la atmósfera, su capacidad para retener el calor es mucho mayor en el corto plazo, lo que significa que su reducción puede tener efectos más inmediatos en la desaceleración del calentamiento global. Salud y medio ambiente: La disminución de las emisiones de metano puede mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación atmosférica, lo que beneficia la salud pública y el medio ambiente. Sostenibilidad energética: El metano liberado en la producción y transporte de combustibles fósiles representa una pérdida de recursos energéticos. Reducir estas emisiones también contribuye a una mayor sostenibilidad energética.
