Son argentinas y crearon el primer champú en polvo del país: cuánto invirtieron
De la peluquería al impacto ambiental con Klem Lab, un emprendimiento de dos argentinas que apuesta por la cosmética sustentable.
Dos argentinas lanzaron el primer champú en polvo del país. El emprendimiento, que se llama Klem Lab, y su producto, libre de agua y 95% libre de plástico, resultan un avance clave hacia la sostenibilidad y la innovación en el mundo de la cosmética capilar.
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Certificado por el ANMAT, este revolucionario champú en polvo se presenta en una botella de aluminio recargable y el repuesto viene en envase biodegradable y compostable, siguiendo los principios del movimiento Zero Waste (Residuos cero).
Cada botella rinde 50 lavados, lo que equivale a 3 botellas de champú líquido tradicional, un ahorro significativo para los consumidores, pero también un ahorro de más de 3.5 litros de agua. Además, es vegano y 100% libre de crueldad animal.
Elaborado con ingredientes naturales y orgánicos, incluyendo el Aloe Vera, no solo limpian el cabello, sino que también actúan como una mascarilla hidratante, proporcionando un cuidado integral y un producto 2 en 1.
“En resumen, el champú en polvo tiene muchas ventajas, desde su durabilidad y portabilidad hasta sus ingredientes naturales y su capacidad para controlar el exceso de aceite en el cabello, destacando su impacto ambiental y económico para el consumidor”, sostienen Ornella Botter y Delfina Sánchez Ward, sus creadoras.
Champú en polvo: detrás de un gran producto, un pequeño emprendiendo
Ellas son las mentes creadoras de Klem Lab, un emprendimiento con propósito y mucha conciencia socioambiental.
Pero para ubicar el origen de Klem Lab se hace necesario retroceder unos años, especialmente al 2021, en la pospandemia, cuando Ornella contrató a Delfina como colorista para trabajar en su peluquería, el Salón Pompadour.
Una tarde, Ornella notó que Delfina usaba en sus clientas un producto que les dejaba el pelo increíblemente sedoso.
“Me acuerdo de que le pregunté de qué se trataba y me dijo que era fitoqueratina, una crema nutricional que hacía ella misma. No lo podía creer, me quedé fascinada y le propuse hacer algo juntos porque yo ya venía haciendo nuestras propias tinturas”, relata Botter a iProfesional.
Pero Klem Lab, aclara Botter, es solo ellas dos haciendo el trabajo de 8 personas; de a ratos, reconoce que es muy frustrante, pero también maravilloso.
“Hay como una idea romántica del ser emprendedor, pero la realidad es que no es fácil y no pocas veces los emprendimientos nacen de la necesidad absoluta. Es decir, creo que hay bases o contextos socioculturales donde resulta más simple emprender y, si se quiere, es lo que nosotras pretendemos garantizarles a nuestros hijos. Pero la historia real es que somos dos mujeres, madres solteras de clase media baja que tienen una pequeña empresa, mucha pasión y coherencia”, remarca emocionada Botter.
“La idea del shampoo surgió de una manera lúdica porque hacer formulaciones es nuestro trabajo, pero también como nuestro propio hobby. Pero además porque nos enoja profundamente que la industria de la cosmética sea uno de los mayores consumidores de plástico de un solo uso cuando son totalmente evitables. La industria desperdicia más de 9 billones anuales en el mundo.”, explica.
El tema, continúa la emprendedora, es que los productos tienen agua y los envases de plástico los contienen bien, pero pensando y tirando ideas, a Delfina se le ocurrió hacer el champú en polvo para evitar así el nocivo envase.
Un negocio que arrancó con u$s 2.000
Con una inversión de u$s2.000 que juntaron de ahorros y préstamos de familiares y amigos, las socias, sin ser químicas, desarrollaron ellas mismas las fórmulas.
La producción del champú en polvo, que para arrancar fue de 500 unidades, la tercerizaron con cuatro laboratorios argentinos con experiencia en la fabricación de productos cosméticos.
Ahora, con el champú en polvo aprobado por el ANMAT, se encuentran trabajando en el desarrollo de tinturas waterless (sin agua) para ampliar su oferta y brindar a los consumidores una mayor variedad de opciones sustentables.
Con un precio promocional de $16.556, el shampoo en polvo de Klem Lab está disponible en la tienda online de Klem Lab, pero también en peluquerías, dietéticas y perfumerías del país.
Aunque el precio es accesible, confiesa la emprendedora, resulta un problema por la falsa idea de que lo caro es lo mejor. “Nosotros pensamos las cosas de manera diferente, pero siempre bajo la premisa de que los productos sean respetuosos, de rápida acción y buenos”, dice.
En definitiva, Klem Lab y su primer shampoo en polvo del país, son un ejemplo de cómo la innovación, la sustentabilidad y el impacto social pueden converger para crear un emprendimiento exitoso, eso sí, predice Ornella: “Con un poco de ayuda no tenemos techo”.
Fuente: iProfesional