El increíble hallazgo de la NASA tras dar a conocer las muestras del asteroide Bennu
La agencia espacial dio a conocer una muestra histórica de un asteroide que contiene los componentes básicos de la vida. De qué se trata.
Luego de que la NASA lograra abrir la sonda de la misión Osiris-Rex con muestras del asteroide Benuu, este miércoles dio a conocer qué había adentro tras una misión que duró 7 años por el espacio.
¿Por qué es clave para la humanidad? La NASA anunció que una muestra de material procedente del asteroide, que tiene una edad de 4.500 millones de años, contiene moléculas de agua y un alto contenido de carbono. Esta revelación se obtuvo tras una inspección inicial que proporcionó pruebas sólidas de la presencia de ambos elementos, lo que podría sugerir los bloques de construcción esenciales para la vida en la Tierra.
El director de la NASA, Bill Nelson, destacó que la muestra de aproximadamente 250 gramos de Bennu representa la muestra más grande jamás traída a la Tierra de un asteroide rico en carbono, y será invaluable para la investigación sobre los orígenes de la vida en nuestro planeta.
Por qué es importante lo que trajo el asteroide Bennu
La misión de la NASA, conocida como Osiris-Rex, se encargó de recolectar estos materiales de los restos del asteroide Bennu, y la nave que los transportó descendió en Utah el 24 de septiembre. Dante Lauretta, investigador principal de la misión Osiris-Rex en la Universidad de Arizona, señaló que la presencia de materiales ricos en carbono y minerales arcillosos con contenido de agua “nos encamina hacia una mayor comprensión de nuestro entorno cósmico y del potencial para el surgimiento de la vida”.
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Este logro marca la primera vez que la NASA trajo muestras de un asteroide a la Tierra, aunque la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) recuperó fragmentos de asteroides en 2020, aunque en cantidades mínimas, no mayores que una pequeña cucharada de polvo y rocas.
Nelson subrayó que gran parte de la labor de la NASA se orienta hacia la búsqueda de respuestas a preguntas fundamentales sobre nuestra identidad y origen, y misiones como Osiris-Rex enriquecerán nuestro conocimiento sobre los asteroides que podrían representar una amenaza para la Tierra, al mismo tiempo que nos brindan una visión de lo que podría existir más allá de nuestro planeta.
Un equipo de expertos en el Centro Espacial Johnson de Texas trabajó meticulosamente en la separación de fragmentos de material rocoso, no solo dentro de la cápsula sino también alrededor de la tapa y en el fondo. Vanessa Wyche, directora del Centro Johnson, explicó que los científicos e ingenieros han desarrollado guantes y herramientas especializadas durante años para garantizar la integridad del material del asteroide.
En este proceso, los científicos emplearon diversas técnicas, incluyendo microscopía electrónica, mediciones con luz infrarroja, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos. Además, se utilizó una tomografía computarizada por rayos X para crear un modelo tridimensional de una de las partículas, resaltando su composición interna diversa.
La elección de Bennu como objetivo de la misión se basó en su riqueza en moléculas orgánicas y su órbita bien conocida, lo que facilitó la aproximación de la sonda Osiris-Rex para la recolección de muestras. Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Con aproximadamente medio kilómetro de ancho, su superficie es oscura y rugosa, repleta de grandes rocas.
La misión Osiris-Rex, con un costo de 1.200 millones de dólares, incluyó el lanzamiento de una sonda espacial en septiembre de 2016, y la nave comenzó a orbitar Bennu en diciembre de 2018. En octubre de 2020, la sonda Osiris-Rex descendió en Bennu y su herramienta perforó la superficie del asteroide para recolectar las muestras que finalmente han sido traídas a la Tierra.