Nuevos avances en la tecnología espacial permiten la exploración aún más profunda de la Luna
El rover Yutu-2, de la misión Chang'e-4, permitió visualizar un cráter a menos de 40 metros de la superficie, y hasta cinco capas de lava.
Un equipo de científicos chinos logró visualizar qué hay 300 metros debajo de la superficie de la Luna. El resultado reveló más de mil millones de años de historia desconocida.
En el marco de la misión Chang’e-4, los resultados fueron obtenidos por los instrumentos del Rover chino Yutu-2, que permitió observar hasta 300 metros por debajo de la superficie lunar.
Cabe recordar que desde su aterrizaje en la cara oculta de la Luna en 2018 (algo que nadie había conseguido hasta ese momento), el Yutu-2 ha estado tomando impresionantes panorámicas de los cráteres de impacto y recogiendo muestras de minerales del manto lunar.
//Mirá también: Científicos argentinos advierten sobre los daños que podría causar la basura espacial alrededor de la Tierra
Ahora, y luego de un tiempo considerado de investigación, la nave espacial permitió a los científicos visualizar por primera vez la estructura en capas que comprenden los primeros 300 metros del subsuelo de la Luna.
El rover chino está equipado con una tecnología llamada Lunar Penetrating Radar (LPR). Según explica Jianqing Feng, investigador del Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona, y primer firmante del artículo, el dispositivo permite al vehículo robótico enviar señales de radio al subsuelo lunar. “Luego -explica Feng-, escuchan los ecos a medida que vuelven”. Así, los científicos pueden utilizar esos “ecos” para crear un mapa del subsuelo lunar.
En 2020, los científicos ya utilizaron el LPR de Yutu-2 para mapear los primeros 40 metros bajo la superficie, pero hasta ahora no habían profundizado más de 40 metros que, según los nuevos datos, están formados por múltiples capas de polvo, tierra y rocas rotas.
Según la teoría más aceptada, la Luna se formó hace 4.510 millones de años, poco después que el propio Sistema Solar, cuando un objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra y desprendió un gran fragmento de nuestro planeta. Más tarde, la Luna siguió siendo bombardeada por objetos desde el espacio durante aproximadamente 200 millones de años más. Algunos de esos impactos agrietaron la superficie lunar. Al igual que la Tierra, en aquellos momentos el manto de la Luna contenía bolsas de magma, material fundido que, según Feng, se filtró a través de las grietas recién formadas dando lugar a una serie de violentas erupciones volcánicas.
Los nuevos datos aportados por la misión Chang’e-4 muestran que ese proceso se fue ralentizando con el tiempo: Feng y sus colegas descubrieron que las capas de roca volcánica se hacían más delgadas cuanto más se acercaban a la superficie de la Luna. Lo cual sugiere que en las erupciones modernas fluyó menos lava que en las más antiguas. “La luna se estaba enfriando lentamente, perdiendo vapor en su última etapa volcánica. Su energía se debilitó con el tiempo”, explica el investigador.
Ahora, se cree que la actividad volcánica en la Luna cesó por completo hace unos mil millones de años. Por esta razón, a menudo se considera que la Luna está “geológicamente muerta”. Aunque, según Feng, aún podría haber magma en las profundidades, a muchos metros bajo la superficie. Algo que el rover Yutu-2 podría revelar en un futuro próximo.
Los resultados de esta investigación se acaban de publicar en el ‘Journal of Geophysical Research: Planets’.
Cómo se formó la Luna
La formación de la Luna es un tema que ha sido objeto de investigación y teorización a lo largo de los años, y aunque aún hay algunas incertidumbres, la teoría más aceptada actualmente es la “teoría del impacto gigante”.
Esta teoría sugiere que la Luna se formó a partir de los restos expulsados durante una colisión masiva entre la Tierra temprana y un objeto del tamaño de Marte, a menudo llamado “Theia”.
1. Impacto: hace alrededor de 4.5 mil millones de años, en los primeros días del sistema solar, se cree que un protoplaneta del tamaño de Marte (Theia) chocó con la Tierra. Este impacto fue extremadamente violento y liberó una gran cantidad de energía.
2. Expulsión de materiales: el impacto fue tan poderoso que arrancó una gran cantidad de material de la Tierra y Theia. Estos materiales expulsados entraron en órbita alrededor de la Tierra.
3. Formación de la Luna: los materiales expulsados se agruparon en una órbita cercana a la Tierra y, con el tiempo, se fusionaron para formar la Luna. En sus primeras etapas, la Luna era mucho más cercana a la Tierra de lo que está ahora.
4. Enfriamiento y solidificación: a medida que la Luna se formaba, los materiales comenzaron a enfriarse y solidificarse. Eventualmente, se formó la estructura lunar que conocemos hoy.
Esta teoría explica algunas características clave de la Luna y también coincide con la composición química y isotópica de las rocas lunares traídas de vuelta por las misiones Apollo. Sin embargo, aún existen algunas preguntas y detalles por resolver, como por qué la composición de la Luna es muy similar a la de la Tierra, a pesar de que se supone que Theia tenía una composición diferente.