La Ciudad lanza licitación para transportar alcaldes en colectivos eléctricos
El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta contratará un sistema de transporte de pasajeros eléctrico para trasladar a los participantes de un evento mundial con el objetivo de compensar la huella de carbono dejada por el encuentro.
A partir del próximo 19 de octubre y durante tres días, la Capital Federal será sede de la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40, sobre ciudades y cambio climático que promete convocar a más de 1.000 participantes de varios países.
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También lo harán 100 jefes de gobiernos de ciudades como Nueva York; París; Barcelona; Santiago; San Pablo; Los Ángeles; Seúl y Londres, entre otras, que analizarán soluciones en conjunto para mitigar el cambio climático y aprovechar la experiencia con ideas que ya han dado buenos resultados.
Todos estos alcaldes integran el Grupo de Liderazgo Climático, conocido como el “C40”, conformado por ciudades que aúnan sus acciones para reducir las emisiones de carbono y que consideran el cambio climático como el gran desafío del mundo moderno e intentan fomentar su desarrollo y economía, siendo siempre consecuentes con el medio ambiente y el bienestar de la sociedad.
En esta oportunidad, los asistentes a la cumbre intentarán demostrar lo que puede lograr una coalición global fuerte unida en una acción climática radical y aprovecharán para mostrar el progreso que han logrado las ciudades globales para enfrentar la crisis climática durante la pandemia de Covid-19. De hecho, destacarán cómo están acelerando el cumplimiento de sus compromisos climáticos y ayudando a crear un mundo más sostenible y equitativo donde todos, en todas partes, pueden prosperar.
El objetivo conjunto es el de disminuir al máximo la huella de carbono que podría generar la celebración del encuentro, procurando que la participación de los asistentes a la misma tienda a la carbono neutralidad.
En ese marco, la organización de la cumbre se comprometió a que el evento sea sustentable, siendo por ende, la sustentabilidad, un factor clave en la logística, resultando indispensable que la movilidad de los participantes se realice a través de medios masivos de transporte automotor propulsados por impulsores que no emitan emisiones de carbono.
Se considera que los buses eléctricos, resultan ser una excelente alternativa a utilizar siendo que la tecnología concerniente a la electromovilidad ya ha sido testeada a través del Programa de Prueba Piloto de Buses de Tecnología Limpia.
La iniciativa estuvo planificada para funcionar durante un año, comenzando en mayo de 2019 en la Línea 59, operada por Microomnibus Ciudad de Buenos Aires, aunque debido a razones de fuerza mayor, ocasionadas por la pandemia, los últimos meses de la operación sucedieron en condiciones atípicas.
Sin embargo, la información recolectada desde el inicio de la prueba piloto hasta momentos previos, a las medidas adoptadas por la pandemia, fue de utilidad para caracterizar y analizar los resultados en términos ambientales, así como el performance técnico-económico de ambos colectivos.
A partir de esa experiencia y para dar curso a la solicitud cursada mediante Nota Nº NO-2022-35224572-GCABA-SSRIN, y disminuir al máximo posible la huella de carbono generada por la Cumbre, el gobierno porteño salió a tomar acciones urgentes teniendo en cuenta la proximidad de la celebración del evento.
En ese marco, acaba de lanzar una convocatoria a las empresas de transporte de colectivo de pasajeros para que trasladen a los alcaldes y sus delegaciones en buses eléctricos para compensar la huella de carbono dejada por el encuentro.
El llamado incluye a las empresas prestadoras del servicio de transporte por automotor de pasajeros de carácter urbano y suburbano de jurisdicción nacional interesadas en el marco de un plan bautizado como “Prueba Piloto de Buses Eléctricos para la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40”.
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Las operadoras de este servicio de transporte, deberán presentar sus propuestas dentro de las 48 horas de publicada la resolución que fue dada a conocer este jueves 6 de octubre en el Boletín Oficial porteño.
Se trata de una iniciativa que consiste en proveer a la organización del evento de colectivos que utilicen material rodante de propulsión eléctrica y que estarán afectados exclusivamente al traslado de los asistentes, acompañantes y organizadores de la Cumbre, con un circuito e itinerario específico.
Según los pliegos de la convocatoria, el servicio será prestado por uno o más operadores seleccionados, que serán los responsables de que el mismo se preste de manera correcta y de acuerdo a las indicaciones que establezca el gobierno porteño.
Los buses afectados a la prueba piloto deberán encontrarse a disposición de la organización y logística del evento durante los días 19, 20 y 21 de octubre y, una vez finalizada cada jornada, tendrán que trasladarse hacia predios específicos para su guarda, aseo, sanitización, control y recarga de baterías.
“La utilización de buses urbanos con motorización eléctrica en el marco de la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40 permitirá que la Ciudad de Buenos Aires continúe testeando esta tecnología, aprovechando los avances tecnológicos que se produjeron con posterioridad al Programa de Prueba Piloto de Buses de Tecnología Limpia que podrían haberse incorporado a los vehículos, tales como el menor peso bruto de las unidades, la mayor autonomía y el comportamiento dinámico de las baterías”, señala el documento elaborado por las autoridades locales para encarar la convocatoria.
También se sostiene que los nuevos desarrollos tecnológicos resultan de interés para abordar la problemática de emisión de gases contaminantes en el territorio porteño y para buscar alternativas que permitan solucionarla, manteniendo o incluso mejorando los servicios brindados.
El informe, elaborado por Secretaría de Transporte y Obras Públicas dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, recomendó implementar la prueba piloto para incorporar buses eléctricos convocando a las operadoras del servicio de transporte por automotor de pasajeros de carácter urbano y suburbano de jurisdicción nacional, que posean, a la fecha, capacidad instalada para la guarda y la recarga de energía eléctrica de las unidades vehiculares utilizadas en la prueba y cuyos conductores habilitados posean la pertinente experiencia en la conducción de vehículos eléctricos.
Teniendo en cuenta que los buses a propulsión eléctrica se encuentran bajo la custodia de las terminales automotrices, carroceras y/o de las concesionarias encargadas de su comercialización también se invitó a las terminales extranjeras, a las empresas carroceras, y a las concesionarias que posean vehículos eléctricos disponibles.
Potenciar la intermodalidad
El proceso forma parte del Plan Urbano Ambiental aprobado por la Ley Nº 2.930, y se lleva a cabo con el objetivo de sumar tecnologías que reduzcan el nivel de emisiones contaminantes y permitan generar condiciones sustentables de movilidad.
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Un escenario que busca también promover un sistema de transporte sustentable que potencie la intermodalidad, que tienda a la expansión del uso de los medios públicos, y que desaliente el uso de los automotores privados para mejorar las condiciones logísticas de movilidad, seguridad y calidad ambiental.
Por esos motivos, la propia ley establece determinados lineamientos como el de promocionar formas energéticas menos contaminantes, a través del reemplazo de energías convencionales por energías renovables.
En ese sentido, las autoridades porteñas vienen llevando a cabo el Plan de Movilidad Sustentable, mediante el cual se procura reordenar el tránsito para que los habitantes de la Ciudad puedan trasladarse de manera rápida, segura y ordenada, contribuyendo, además, a una mejor calidad ambiental.
Otra de las premisas de esta estrategia es la de incentivar el uso del transporte de pasajeros por automotor, en consideración a que un solo colectivo transporta aproximadamente a entre 40 y 50 personas por viaje, y que en el mismo espacio de utilización de la vía pública, dos autos trasladan a entre 6 y 8 personas.
Vinculado a esta estrategia, la administración Rodríguez Larreta viene implementando el Plan de Movilidad Limpia cuyos principales ejes radican en la desaceleración del crecimiento del parque automotor particular, a través de la mejora en la oferta del transporte público y de la promoción de la movilidad compartida.
A esto se le suma la necesidad de incorporar combustibles limpios o la restricción al diésel de alto azufre; sumar tecnologías limpias en vehículos de alto grado de utilización como los colectivos, camiones y utilitarios livianos, y mejorar la eficiencia energética para que con un menor consumo de combustible se pueda realizar la misma distancia.
Transporte bajo en emisiones
En ese contexto, uno de los principales programas ejecutados en el marco del Plan de Movilidad Limpia fue una prueba piloto de “Buses de Tecnología Limpia”, programa que creado por la Resolución Nº 634/SECTRANS/2017, para evaluar la viabilidad técnica, operativa, económica, y ambiental de colectivos de bajas emisiones, y entender el potencial de una adopción a mayor escala.
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El programa incluyó la prueba piloto de colectivos propulsados con biodiesel, GNC y 100% eléctricos y la experiencia dejada por ese proceso destaca que los mismos presentaron un excelente potencial para la reducción de dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera siempre y cuando se cuente con una matriz de producción y distribución eléctrica limpia y eficiente. Además, el reemplazo de una unidad a combustión por una eléctrica generó una reducción total de agentes contaminantes del aire como el material particulado y óxidos nitrosos debido a la emisión cero in-situ durante la operación de esta última.
Según la resolución oficial, “gracias al sistema de telemetría incorporado por el fabricante de los colectivos eléctricos y al relevamiento manual de datos realizados por la empresa operadora del servicio público, se obtuvieron datos sólidos que permitieron describir, analizar, y evaluar la operación de dichos colectivos”.
Además, se realizó un análisis económico, así como ambiental comparando ambas tecnologías en el marco de un compromiso asumido entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y dos empresas privadas (una concesionaria de vehículos automotores de pasajeros y una empresa operadora del servicio de transporte por automotor de pasajeros).
En este sentido, la concesionaria COLCAR entregó los vehículos en comodato a la Línea 59 durante un año para realizar la prueba, además de encarar el mantenimiento de las unidades, en tanto que la operadora del servicio absorbió los costos de operación de los colectivos de marca japonesa.
De acuerdo a los resultados de la prueba piloto, se acortó la distancia existente entre la tecnología eléctrica y el sistema de colectivos que opera actualmente la Ciudad y se permitió el acercamiento a lo novedoso y a la experimentación de primera mano de la operación de estos colectivos.
En términos ambientales, el programa destacó que un bus eléctrico reduce un 88% las emisiones respecto a uno convencional, resultando, por ende, la electromovilidad una excelente opción para mejorar la calidad del aire in situ, así como también el ruido ocasionado por motores diésel.
Sin embargo, el trabajo aclara que dado que los resultados han sido parciales, “deviene necesario y oportuno continuar con el estudio de la tecnología en cuestión y la escalabilidad de la misma”, en especial teniendo en cuenta que el gobierno porteño ha asumido el compromiso de que la Capital sea una Ciudad carbono neutral, resiliente e inclusiva para el año 2050.
En ese marco, se ha desarrollado el Plan de Acción Climática 2050 (PAC) como parte del proceso de revisión y actualización de los planes anteriores, en especial teniendo en cuenta que por las calles porteñas circulan aproximadamente 9.700 colectivos diarios que transportan, en promedio, 4.500.000 pasajeros por día.
Transición energética
Casi el 100% de los colectivos porteños utiliza combustible diésel, que genera un gran aporte de gases de efecto invernadero, emite otros contaminantes que afectan la calidad del aire y genera ruidos molestos.
Por eso, la administración local entiende que el cambio tecnológico en los colectivos urbanos es un desafío que la Ciudad ha decidido encarar para alcanzar un transporte público libre de emisiones.
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A partir de la puesta en marcha del Plan de Acción Climática 2050 (PAC) se impone reducir las emisiones mediante la transición energética del transporte y la generación distribuida, el uso racional y más eficiente de la energía, el fomento de la economía circular y la gestión inteligente de los residuos.
La meta global del PAC en relación al transporte público de pasajeros por automotor es llegar al 2050 con el 100% de la flota automotor con cero emisiones.
Según las autoridades porteñas, la migración de tecnologías limpias “permitirá reducir las emisiones de este sector, alcanzando en el largo plazo flotas de bajas emisiones”.