Brasil admite que no cumplirá la meta de reducir 10% la deforestación amazónica
Lo afirmó el vicepresidente Hamilton Mourao, jefe del Consejo Nacional de Amazonia Legal (CNML). Qué dijo la ONG Greenpeace.
El principal pulmón del mundo que absorbe millones de toneladas del dióxido de carbono presente en la atmósfera sigue en peligro. Brasil admitió que no logrará cumplir la meta de reducir en 10% la deforestación en la Amazonía en el año de referencia agosto 2020-julio 2021.
Así lo confesó el vicepresidente Hamilton Mourao, titular del Consejo Nacional de Amazonia Legal (CNML). “Probablemente no cumpla lo que pensaba que sería nuestro papel, de llegar a un 10% de reducción [de la deforestación]. Creo que será del 4% al 5%, es una reducción muy pequeña e irrisoria, aunque ya es un camino andado”, sostuvo el general Mourao a periodistas en Brasilia.
Cabe destacar que la deforestación amazónica entre agosto de 2019 y julio de 2020 fue de 10.851 km2, una superficie mayor que la que representa Puerto Rico, en alza de 7,13% respecto a los doce meses anteriores, según el sistema de observación por satélite Prodes del Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (INPE).
La deforestación de estos dos periodos superó por primera vez desde 2008 los 10.000 km2 y eso podría ocurrir ahora nuevamente si la reducción se limita al 5% (serían 10.308 km2).
El INPE dispone de otro sistema de alertas diarias de deforestación menos afinado que el Prodes, denominado Deter, que muestra que en junio la destrucción en la Amazonía marcó su cuarto récord mensual consecutivo, con 1.062 km2.
Brasil, en la mira internacional
El gobierno de Brasil busca mejorar su imagen ante la comunidad internacional, que cuestiona la política ambiental del presidente Jair Bolsonaro, partidario de la apertura de la Amazonía a actividades agropecuarias y mineras.
Bolsonaro volvió a movilizar este año, por segunda vez consecutiva, tropas militares para combatir crímenes ambientales.
En tanto, Mourao destacó una disminución del 27% de los incendios amazónicos en julio (4.977 focos de calor) respecto al mismo mes de 2020 y la atribuyó a “medidas implementadas” por los ministerios de Medio Ambiente y de Justicia, por lo que no ve “necesario continuar el uso de las Fuerzas Armadas” para esa tarea, estimó.
Por su parte la ONG Greenpeace recordó que los incendios están relacionados con las áreas recientemente “deforestadas y degradadas y que serán quemadas ilegalmente en los próximos meses”.
“Lo peor está por venir. Además de que los próximos meses serán más secos en la Amazonía, los órganos ambientales siguen debilitados y el Congreso tiene entre sus prioridades aprobar alteraciones en la ley que incentivan más la destrucción ambiental y la invasión de tierras públicas”, sostuvo Cristiane Mazzetti, de la organización.