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Por el espacio

Científicos argentinos descubren una estrella única en su tipo

La estrella, bautizada WD J0135+5722, se ubica a unos 160 años luz de la Tierra, en la llamada “vecindad solar”. Cómo lo hicieron.

Dos astrónomos del CONICET realizaron un hallazgo de gran impacto internacional: participaron del descubrimiento de una estrella enana blanca ultramasiva pulsante, la más singular conocida hasta el momento por la cantidad récord de variaciones de brillo detectadas.

El trabajo fue publicado en The Astrophysical Journal Letters, la revista científica especializada de mayor relevancia en el ámbito de la astrofísica.

Por qué es una estrella única

La estrella, bautizada WD J0135+5722, se ubica a unos 160 años luz de la Tierra, en la llamada “vecindad solar”. Se trata de un tipo de estrella muy escaso en la galaxia –apenas se conocen ocho– y representa una etapa final en la vida de cuerpos celestes extremadamente densos.

La estrella, bautizada WD J0135+5722, se ubica a unos 160 años luz de la Tierra, en la llamada “vecindad solar”.

“Es cerca de nuestro planeta, dentro de la zona que se conoce como vecindad solar”, explicó Alejandro Córsico, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, CONICET-UNLP) en un comunicado de prensa del organismo.

La estrella, pese a tener una masa 1,10 veces mayor que la del Sol, es mucho más compacta. “La relación masa-radio es a la inversa que en las estrellas normales que, cuanta más masa tienen, mayor es el radio que abarcan. En cambio, en las enanas blancas, a más cantidad de masa, más compactas y pequeñas son, y eso las hace muy difíciles de detectar”, precisó Córsico.

Lo que vuelve único a este nuevo hallazgo es la cantidad de pulsaciones observadas: 19, más del doble que el máximo registrado hasta ahora en otras estrellas similares. Estas oscilaciones del brillo, que duran apenas unos minutos, permiten a los científicos estudiar la estructura interna de estos objetos celestes.

“Nuestras interpretaciones de las imágenes y datos captados nos permitieron detectar 19 modos o períodos de pulsación, mientras que en otras enanas blancas nunca se habían encontrado más de ocho”, detalló Francisco De Gerónimo, también investigador del CONICET en el IALP y primer autor del artículo.

La detección fue posible gracias a un esfuerzo internacional coordinado. Las primeras observaciones fueron realizadas por astrónomos estadounidenses desde el Observatorio Apache Point, en Nuevo México, quienes detectaron las dos primeras pulsaciones. Luego, con el apoyo de colegas españoles, se utilizó el Gran Telescopio Canarias (GTC), uno de los más potentes del mundo, para obtener nuevos datos. “Es un claro ejemplo de que la Argentina puede participar de descubrimientos importantes si se asocia con otros países con mayores recursos: nosotros aportamos los cálculos teóricos para modelar la estrella”, afirmó De Gerónimo.

La estrella, pese a tener una masa 1,10 veces mayor que la del Sol, es mucho más compacta.

Actualmente, los científicos argentinos están trabajando en un nuevo modelo teórico basado en las pulsaciones detectadas y analizan datos adicionales que podrían revelar más estrellas de este tipo. También planean usar información del telescopio espacial TESS de la NASA, lo que podría ofrecer una perspectiva distinta de WD J0135+5722.

Fecha de publicación: 16/05, 8:40 pm