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Del Bon o Bon a los alimentos para veganos: Arcor se reinventa para ganar mercado y «subirse» a los cambios de hábito

El grupo cordobés se está transformando y produciendo más alimentos libres de gluten o que cumplan con tendencias como el veganismo.

Con 47 plantas industriales distribuidas en Latinoamérica, ventas anuales que superan los $85.000 millones y exportaciones por casi u$S400 millones, Arcor es hoy uno de los principales grupos industriales de la región.

Integrado por tres unidades de negocios como son las de alimentos y consumo masivo; agro y packaging, el holding cordobés construyó su imperio en base a la producción de golosinas como el Bon o Bon, que se fueron convirtiendo en marcas líderes y tradicionales a nivel internacional.

Categorías como chocolates, alfajores, galletas, helados, panificados la convirtieron en la principal empresa de alimentos de Argentina, el primer productor mundial de caramelos duros y el mayor exportador de golosinas de la región.

Pero, en los últimos años, la crisis económica, la recesión, la caída de las ventas en el mercado local y también los cambios de hábitos de los consumidores complicaron susfinanzas de Arcor, al punto que ya lleva dos años seguidos de fuertes pérdidas en sus balances.

Entre el 2018 y el año pasado, acumula rojos superiores a los $3.000 millones y sufre problemas de producción y hasta de cierres parciales de algunas de sus plantas y suspensión de personal.

Como parte de la estrategia para recomponer sus cuentas y sus operaciones, el grupo que preside Luis Pagani viene achicando costos, reestructurando deuda, buscando fondos en los mercados de capitales y también rearmando su oferta de productos a los nuevos hábitos de consumo, más cercanos a la necesidad de comer sano.

Es decir, a vender golosinas en tiempos donde se empezó a tomar consciencia sobre la importancia de consumir alimentos saludables, sin perder el gusto dulce.

Esto se debe a que, además de la recesión, el sector de la alimentación atraviesa una etapa de cambios, con tendencias que se han modificado tanto por las necesidades de las personas (hay más diabéticos y celíacos detectados) como por sus gustos (dietas especiales).  

Paralelamente, la ciencia hizo progresos que permiten mejorar la oferta de productos a partir de lo cual Arcor comenzó a desarrollar estrategias para adaptarse a esas demandas, que también incluyen productos libres de gluten o tendencias como el veganismo y hasta de movimientos religiosos y dietas libres de harinas.

La estrategia

Arcor comenzó ampliando la oferta hacia nuevas categorías y mejorando el perfil nutricional de  sus productos estableciendo límites máximos en el uso de azúcar y políticas de contenido de sodio obligatorias por categorías de productos.

También redujo el máximo grasas trans al 2% sobre el total de materia grasa y límites máximos referenciales de grasas saturadas por categoría.

La tercera medida se basa en la producción de alimentos con atributos especiales, con beneficios nutricionales extra como fortificados en vitaminas y minerales y ricos en fibras. También de alimentos que proporcionen bienestar, como balsámicos e inhalantes, orientados a grupos culturales con requerimientos especiales.

En el caso de los libres de gluten, ya ofrece más de 380 productos, siendo una de las empresas de consumo masivo con mayor cantidad de este tipo de alimentos en el mercado argentino.

A modo de ejemplos, sus ejecutivos se refieren a Simple, una marca de productos desarrollada con Laboratorios Bagó que compite en el sector de suplementos dietarios de venta libre orientados al cuidado de la salud.

También están incorporando chocolates, turrones, confites y garrapiñadas de sin TACC como los que produce en su  planta de Colonia Caroya en Córdoba.

A esto le suma mermeladas 0% de azúcar; barra de frutos secos Natural Break; jarabe IMO FIBER, el primero con efecto prebiótico del país; así como la reducción del 18% al 47% de sodio en conservas de tomate, de hortalizas y legumbres; reducción de grasas saturadas en Formis Ciano y nuevas vitaminas B1, B2 y B9 en Formis Frutis.

Todos, a la vez, forman parte del Programa “Tu Porción Justa”, a través del cual Arcor incorporó en el envase un logo para ayudar al consumidor a reconocer cuánto es una porción lógica en el marco de una dieta equilibrada sin desbalancearla.

Y se vinculan con los objetivos que le impuso a su cadena productiva bajo el nombre de “los siete vectores del sistema de perfiles nutricionales” que son:

1- Modificación de recetas: menos azúcares, sodio, grasas saturadas y ácidos grasos trans.
2 – Aumento del valor nutricional: agregado de vitaminas, minerales, grano entero, frutas y lácteos.
3- Ampliación del portafolio: alimentos con funcionalidades específicas.
4- Ingesta de calorías controladas: envases individuales y comunicación de la porción justa.
5- Gratificación y vínculos cotidianos: productos indulgentes para compartir.
6- Garantía de calidad: ingredientes seguros y procesos controlados.
7- Trazabilidad sustentable: insumos y procesos de fabricación responsables.

Compromiso ambiental

La estrategia de marca y de producción de alimentos más sanos es apuntalada por políticas medioambientales vinculadas a cinco factores que la empresa pone en práctica com son el uso racional del agua; la eficiencia energética y el cambio climático; el uso racional de materiales de empaque; la protección de los derechos humanos, y la vida activa y la alimentación saludable.

Bajo este paraguas acumula más de 800 iniciativas incluidas en los 13 Planes Operativos de Sustentabilidad desarrollados por sus áreas corporativas y por los programas impulsados por el Comité de Sustentabilidad Corporativo.

“La capacitación en sustentabilidad a más de 17.000 actores de nuestra cadena de valor también ha sido clave para la institucionalización de la gestión sustentable de nuestros negocios”, asegura Claudio Giomi, gerente Corporativo de Sustentabilidad de Arcor.

El ejecutivo hace referencia a los programas impulsados en el marco de la estrategia de abastecimiento sustentable de la compañía que incluye la evaluación de más de 340 proveedores bajo el Índice de Calidad Comercial y Sustentabilidad; la consolidación del Programa Agro Sustentable (80% de las hectáreas de productores de frutas y hortalizas con cosecha mecanizada).

También la presentación de la Comunicación de Progreso Anual en la plataforma sobre aceite de Palma Sustentable; más de 16.600 toneladas de azúcar certificadas Bonsucro y 7.200 toneladas de azúcar orgánica para exportación; mecanización de cosecha de pequeños productores de caña de azúcar.

A esto le suma que el 95,50% de los proveedores y productores primarios fueron calificados con procesos de auditoría y que el 100% de los contratos firmados incluyen como requisito la aprobación de las auditorías de calidad y socio-económico-ambientales.

“Hemos destinado más de u$s6,8 millones a inversiones vinculadas con el impulso de una gestión sustentable en nuestras operaciones”, señala Giomi, para quien son centrales en la política de negocios el uso racional del agua y de los materiales de empaque; eficiencia energética y cambio climático.

Como ejemplos, cita el haber logrado un 22.9% de ahorro en el uso del agua en México; la meta de 0 residuos enviados a enterramiento en las operaciones industriales y logísticas de Brasil un año antes de lo establecido y que más del 40% de la energía utilizada es de origen renovable. También que el 100% del papel utilizado en plantas de Cartocor como materia prima está certificado FSC o PEFC; y el desarrollo de un empaque de caramelos Butter Toffees 60% compostable.

Con respecto al agua, el 98% de la que utiliza para su producción es de captación propia, mientras que en el caso de la energía más del 40% es de origen renovable.

Para los próximos años, Arcor se plantea una agenda de trabajo vinculada a incrementar sus operaciones de la mano de políticas sustentables que incluyan:

  • Inversiones de capital para hacer más eficientes los procesos, minimizar los impactos ambientales negativos de las operaciones y, financiar proyectos de reducciones de consumo de agua, eficiencia energética y reducción de los desperdicios durante los procesos.
  • Involucramiento de las personas en mejora de los procesos que permitan obtener resultados significativos.
  • Diseño de nuevos procesos que minimicen el consumo de energía, agua y de los recursos naturales.
  • Fortalecer las ventajas competitivas de su red de distribución regional en Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
  • Impulso de una gestión sustentable en los canales de comercialización que abarcan a distribuidores, supermercados, mayoristas, clientes especiales y una estructura de comercio internacional que asegure la llegada de los productos a todo el mundo.
  • Obras de ingeniería que ayuden a usar menos agua, recuperarla en mayores cantidades y mejorar el tratamiento del efluente líquido.
  • Seguir reduciendo el consumo por tonelada producida que ya representa un ahorro de más de 1.8 millones de m3  en el año.
  • Mantener el uso de energías renovables que hoy abarca al 40% del total
  • Sostener el reciclado de los residuos de las plantas que producen materias primas y que actualmente se ubica en el 94%.
  • Acceso a energías libres de carbono, disminución de las emisiones provenientes del transporte y prácticas para la reducción, reutilización y el reciclado de materiales y residuos en los procesos de elaboración y desarrollo de los productos.
  • Establecer mecanismos de control en la cadena de abastecimiento y, de esta forma, promover un tratamiento adecuado de los bosques, que evite la deforestación y su consecuente impacto en el cambio climático.
  • Nuevos ingredientes en Agronegocios con menos calorías, como el jarabe Imo Fiber  para endulzar mermeladas y barras de cereal.
  • Fijar límites máximos de nutrientes sensibles (azúcares, grasas saturadas y sodio) y de energía por categoría de productos.

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Fecha de publicación: 23/01, 6:45 am