Un estudio reveló que la contaminación genera psicosis, depresión y ansiedad
La polución acústica y atmosférica desde etapa prenatal hasta la juventud, se asocia a patologías psicológicas según la Universidad de Bristol.
La exposición a la contaminación del aire y al ruido en las primeras etapas de la vida, incluso durante el embarazo, está vinculada a tres problemas comunes de salud mental: experiencias psicóticas, depresión y ansiedad, desde la adolescencia hasta la adultez joven.
Esta es la conclusión de un estudio publicado en JAMA Network Open, dirigido por investigadores británicos de la Universidad de Bristol, que analizó datos de más de 9.000 participantes del suroeste de Inglaterra, desde el embarazo hasta los 24 años.
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Cuál es el impacto de la contaminación durante el embarazo, la infancia y la adolescencia
Los investigadores evaluaron el impacto a largo plazo de la exposición a la contaminación del aire y al ruido durante el embarazo, la primera infancia y la adolescencia. Los resultados indican un “papel importante” de la exposición a partículas finas (PM2,5) en las primeras etapas de la vida, incluyendo el periodo prenatal, en el desarrollo de problemas de salud mental en los jóvenes.
Aumentos “relativamente pequeños” de las partículas finas durante el embarazo y la infancia se asocian con más experiencias psicóticas y síntomas de depresión muchos años después, en la adolescencia y los primeros años de la edad adulta.
Cada aumento de 0,72 microgramos por metro cúbico de PM2,5 durante el embarazo y la infancia se relacionaron con un aumento del 11 % y del 9 % de las probabilidades de sufrir experiencias psicóticas, respectivamente. La exposición a ese tipo de contaminación solo durante el embarazo se relacionó con un incremento del 10 % de las probabilidades de sufrir depresión.
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En lo relativo a la contaminación acústica, una mayor exposición en la infancia y la adolescencia se asoció con mayores posibilidades de ansiedad. Estas asociaciones persistieron después de considerar muchos factores de riesgo relacionados, como los antecedentes psiquiátricos familiares, el estatus socioeconómico y otros factores a nivel de zona como la densidad de población, la privación, los espacios verdes y la fragmentación social. En ambos casos, las experiencias psicóticas, la depresión y la ansiedad se midieron a los 13, 18 y 24 años, indica el estudio.
Cuáles son los periodos críticos para el desarrollo de trastornos
La infancia, la adolescencia y los primeros años de la edad adulta son periodos cruciales para el desarrollo de trastornos psiquiátricos. A nivel mundial, casi dos tercios de los afectados desarrollan la enfermedad antes de los 25 años, según Joanne Newbury de la Universidad de Bristol, una de las autoras del estudio.
Los hallazgos de este estudio se añaden a un creciente cuerpo de evidencia -proveniente de diversas poblaciones, lugares y diseños de estudio- que sugiere un impacto negativo de la contaminación del aire y potencialmente del ruido en la salud mental, añadió.
La exposición temprana a estos factores podría ser perjudicial para la salud mental debido al amplio desarrollo cerebral y a los procesos epigenéticos que ocurren en el útero y durante la infancia. En el caso de la contaminación del aire, también podría causar restricción del crecimiento fetal y parto prematuro, que son factores de riesgo para la psicopatología.
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Las pruebas son “más sólidas” para la exposición a la contaminación acústica en la infancia y la adolescencia, que podría aumentar la ansiedad al incrementar el estrés y alterar el sueño.
El ruido elevado podría además provocar una excitación fisiológica crónica y alterar la endocrinología. La contaminación acústica también podría afectar la cognición, lo que podría aumentar la ansiedad al afectar la concentración durante los años escolares.