Se duplicó la contaminación del aire en una provincia argentina durante la última semana
Especialistas explican los riesgos para la salud y, además, piden reforzar la conciencia ambiental. Detalles.
Durante la última semana, Tucumán registró un aumento alarmante en los niveles de contaminación del aire, con valores que llegaron a duplicar los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo advirtió este martes a LA GACETA Jazmín Elizondo, investigadora asociada al Laboratorio de Estudios Atmosféricos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), quien explicó los efectos de esta situación sobre la salud de la población.
“Durante aproximadamente la mitad del año estamos respirando aire contaminado en Tucumán, y lo decimos casi como si fuese parte del paisaje. Pero no es natural: esta situación afecta a corto y largo plazo a todas las personas”, señaló la especialista.
Los sensores de monitoreo detectaron que el sur de la provincia, especialmente Santa Rosa de Leales, fue la zona más afectada, con picos de hasta 80 microgramos por metro cúbico de material particulado fino (PM2.5). Estas diminutas partículas, invisibles a simple vista, pueden provocar desde irritación ocular hasta problemas respiratorios más serios.
“Cuando los niveles se vuelven rojos en el mapa, significa que la calidad del aire afecta la salud de cualquier persona. Los colores naranja o amarillo solo comprometen a quienes ya tienen afecciones respiratorias u oculares”, explicó Elizondo.
Según detalló, los picos de contaminación suelen coincidir con incendios en áreas rurales y con la alta actividad agroindustrial de agosto, pleno período seco en Tucumán. La especialista remarcó que las lluvias ayudan a limpiar el aire, aunque la quema de pastizales y rastrojos continúa siendo un problema recurrente y difícil de erradicar.
El Laboratorio de Estudios Atmosféricos de la UNT, que coordina una de las redes de monitoreo más extensas del país, trabaja junto a la Subsecretaría de Medio Ambiente y recibe apoyo de instituciones internacionales como la Universidad de Chicago, frente a la falta de financiamiento local.
“El trabajo de monitoreo es clave para que la población comprenda que no deberíamos acostumbrarnos a respirar aire contaminado. Los datos nos permiten asociar altos niveles de contaminación con un aumento de consultas médicas por problemas respiratorios y oculares”, agregó Elizondo.
Ante esta situación, los especialistas recomendaron extremar precauciones en las zonas más afectadas y reforzar políticas de prevención que apunten a reducir la quema de campos, así como el impacto de la actividad industrial y vehicular sobre la calidad del aire.