Parece Suiza, pero está en Brasil: el destino con paisajes únicos y circuitos imperdibles
Entre montañas, flores y chalets de madera, esta encantadora ciudad del sur de Brasil combina paisajes de cuento, gastronomía y una atmósfera europea.
En el sur de Brasil, rodeada de montañas, flores y chalets de madera, una pequeña ciudad del estado de Río Grande del Sur que enamora por su encanto europeo y su ambiente de cuento.

Conocida como “la Suiza brasileña” y a solo 120 kilómetros de Porto Alegre, se trata de Gramado, uno de los destinos turísticos más pintorescos del país y una parada obligada para quienes buscan naturaleza, gastronomía y cultura en un mismo lugar.
Por qué la llaman “la Suiza brasileña”
La comparación con Suiza no es casual. Su arquitectura alpina, sus calles impecables y su clima fresco -con inviernos que incluso traen heladas- crean una atmósfera difícil de encontrar en otras regiones tropicales.

Además, Gramado forma parte de la Región de las Hortênsias, un área turística de montaña famosa por sus bosques de araucarias, jardines coloridos y paisajes de postal.
Qué hacer en Gramado
Entre sus principales atractivos se destacan el Lago Negro, rodeado de pinos traídos de la Selva Negra alemana, donde se puede pasear en bote o simplemente disfrutar del paisaje; y la Rua Coberta, una galería peatonal en el centro repleta de cafés, chocolaterías y tiendas artesanales.
También sobresalen el Mini Mundo, un parque con maquetas de ciudades a escala; el Snowland, un complejo de nieve bajo techo; y los museos temáticos dedicados al espacio, los automóviles y el cine.
La gastronomía es otro de sus grandes motivos de fama: los chocolates artesanales, las fondues, los vinos del sur brasileño y los restaurantes de influencia alemana e italiana hacen de Gramado un paraíso para los amantes del buen comer.

Durante todo el año, la ciudad despliega una agenda repleta de actividades, pero el evento más emblemático es el Natal Luz, un festival navideño que, entre octubre y enero, transforma sus calles con millones de luces, desfiles y espectáculos al aire libre.
Si bien no tiene playa, Gramado se puede visitar durante todo el año, aunque su mayor encanto aparece en invierno, cuando las temperaturas bajan y la niebla cubre las montañas.















