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Impacto ambiental

Marfrig presentó un estudio con la huella de carbono de las tradicionales hamburguesas Paty

“Se trata de una técnica que permite evaluar los impactos ambientales en todo el ciclo de vida de un producto”, explicó Leticia Tunietti, ingeniera del INTI.

Con el objetivo de ajustar su producción a las nuevas y múltiples demandas de los consumidores, el Grupo Marfrig analiza el impacto ambiental de los productos alimenticios que se colocan en el mercado.

Luego de un informe realizado durante 18 meses con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y productores de la región núcleo que abastecen de materia prima a la empresa, Marfrig presentó los resultados del impacto ambiental de las hamburguesas de la marca Paty y la carne vacuna envasada al vacío.

El muestreo se hizo en torno a la planta que la empresa posee en San Jorge, provincia de Santa Fe, y a seis establecimientos ganaderos: La Carreta, en Villa Minetti, Santa Fe; Toro Sentado, en Calchaquí, Santa Fe; Establecimiento Los Charabones, en Montefiore, SantaFe; Estancia Las Lomas, en General Roca, Córdoba; Huelucán, en Buena Esperanza, San Luis; El Paso, en General Pedernera, San Luis.

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“Se trata de una técnica que permite evaluar los impactos ambientales en todo el ciclo de vida de un producto, a partir de la recopilación y evaluación de las entradas, las salidas y los impactos ambientales potenciales de un sistema”, explicó Leticia Tunietti, ingeniera industrial especialista en Ingeniería Ambiental del INTI.

Los ocho impactos evaluados por los especialistas fueron la huella de carbono; huella de agua; potencial de eutrofización; potencial de acidificación; consumo de recursos escasos; fósiles y materiales; formación fotoquímica del suelo y emisión de gases que contribuyen al adelgazamiento de la capa de ozono.

En el caso de la carne enfriada sin hueso, los analistas determinaron que por cada kilo de producto se emiten 38.8 kilos de dióxido de carbono equivalente. 

“Todo lo que tiene que ver con la cría, la recría y el engorde es la etapa que mayor impacto ambiental general. Esto no sorprendió. Siempre cuando hablamos de carne, entre el 80% y el 90% de la huella de carbono se da en la etapa primaria. Y también por el rendimiento. Necesitamos entre 2.5 y 3 kilos de carne peso vivo para tener un kilo de carne sin hueso”, indicó Tunietti.

En el caso de las hamburguesas, por cada kilo de producto se emiten 3.44 kilos de dióxido de carbono equivalente, y poseen una huella de agua de 2.92 metros cúbicos.

“Este impacto es superior la etapa de conservación con uso de energía eléctrica. La energía eléctrica en nuestro país se genera en un 30% aproximadamente a través de energía hidroeléctrica. Ahí entran en juego embalses y hay una evaporación de agua que contribuye y suma a la huella de agua que tenemos acá”, señaló.

Respecto a los números, Tunietti indicó que los resultados para el “impacto climático” de la producción de carne sin hueso son similares a los obtenidos por otros estudios internacionales. Mientras que en el caso de las hamburguesas, los valores encontrados resultan inferiores respecto de otros estudios publicados.

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Fecha de publicación: 28/09, 2:36 pm