La UE logró un acuerdo sobre pesca para 2025 en el Atlántico y el Mediterráneo
Este nuevo consenso busca equilibrar la sostenibilidad ambiental con la viabilidad económica del sector pesquero.
Tras intensas negociaciones en Bruselas, los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) lograron un acuerdo unánime sobre las posibilidades de pesca en aguas comunitarias del Atlántico y el Mediterráneo para 2025.
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Este consenso, anunciado por el Consejo de la UE y la Comisión Europea, busca equilibrar la sostenibilidad ambiental con la viabilidad económica del sector pesquero.
El acuerdo fue alcanzado en el marco del Consejo de Agricultura y Pesca de la UE, presidido por Hungría, y establece medidas clave para proteger las poblaciones de peces y el entorno marino.
Qué dice el acuerdo pesquero
En el Mediterráneo occidental, se acordaron reducciones significativas en el esfuerzo pesquero: un 66% para aguas españolas y francesas, y un 38% para aguas francesas e italianas. Estas restricciones buscan proteger las especies demersales mientras se mitiga el impacto socioeconómico sobre las flotas.
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El comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, destacó un mecanismo de compensación diseñado para incentivar prácticas pesqueras sostenibles. Entre las medidas, se incluyen incentivos para quienes adopten técnicas de pesca más selectivas y respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, los barcos que utilicen redes con mallas de 15 milímetros bajo ciertas condiciones podrán obtener un 50% más de días de pesca.
Además, el acuerdo contempla un conjunto de doce medidas acumulativas que, si se implementan en su totalidad, permitirán a los pescadores mantener prácticamente el mismo número de días de actividad que en 2024. Estas iniciativas estarán respaldadas financieramente por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura.
Negociaciones complejas y resultados mixtos
El ministro húngaro de Agricultura, István Nagy, calificó el acuerdo como un «denominador común aceptable para todos». Aunque las discusiones fueron largas y complejas, Kadis afirmó que el resultado representa el mejor equilibrio posible entre las dimensiones sociales, económicas y ambientales de la pesca en la región.
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El acuerdo también marca avances en el Atlántico y el Mar del Norte, donde se establecieron 16 totales admisibles de capturas a niveles sostenibles, reforzando el compromiso de la UE con su política pesquera común.
