La NASA captó un fenómeno astronómico igual a “La mano de Dios” de Maradona
Una nueva imagen de la nebulosa PSR B1509-58, ubicada a 17.000 años luz de la Tierra, sorprendió debido a que es el fiel reflejo de una mano humana.
Diego Armando Maradona es célebre en todo el mundo no solo por su destreza futbolística, sino también por su personalidad inigualable. Entre sus momentos más icónicos se encuentra el partido de cuartos de final de la Copa del Mundo de 1986 contra Inglaterra.
En ese encuentro, Maradona no solo anotó el famoso “gol del siglo”, sino que también ejecutó “la mano de Dios”, una jugada que provocó debates durante años y que, 37 años después, sigue viva en la memoria colectiva. Curiosamente, recientemente un descubrimiento astronómico captó la atención del público con el mismo nombre que su famoso gol.
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Se trata de la nebulosa PSR B1509-58, conocida como “la mano de Dios”. Ubicada a aproximadamente 17.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Escorpio, esta nebulosa es el remanente de una explosión de supernova.
La NASA publicó una nueva imagen de esta nube de gas y polvo, la cual impresiona a todos por su sorprendente semejanza con una mano humana. Mediante el telescopio espacial NuSTAR, se pudo observar el púlsar en su centro, que se estima tiene alrededor de 1.700 años de antigüedad.
La Mano de Dios que encontró la NASA en el espacio
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) describió la nebulosa como “una estrella de neutrones que rota a gran velocidad y emite energía hacia el espacio circundante, generando formaciones complejas y fascinantes, entre ellas una que recuerda a una enorme mano cósmica”.
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Detalles del impresionante hallazgo de la NASA
Este púlsar rota casi 7 veces por segundo y posee un campo magnético en su superficie que se estima es 15 billones de veces más fuerte que el de la Tierra. La combinación de su rápida rotación y su intenso campo magnético genera un viento energético de electrones e iones, que da lugar a la compleja nebulosa que lo rodea.
El fenómeno fue descubierto en 1982 por el Observatorio de Rayos X Einstein, cuando se identificó que emite energía al espacio circundante y forma estructuras complejas en su entorno. Además, se extiende a lo largo de aproximadamente 150 años luz.