La millonaria inversión que destinará un fondo británico en litio en la Argentina

Desde hace varios años, el litio se ha convertido en uno de los elementos fundamentales para la transición energética, en especial porque es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de las baterías de iones, una tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables.

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Además, es considerado un recurso estratégico por los países que cuentan con yacimientos abundantes como los que forman el denominado “triángulo del litio”, integrado por la Argentina, Bolivia y Chile, al tiempo que el Brasil, México y Perú, con depósitos menos extensos, tienen posibilidades de desarrollar producción.
En este contexto, ya son un centenar las empresas extranjeras que se han mostrado interesados en invertir en la extracción y producción de baterías de litio, al punto que varias han anunciado millonarias inversiones para generar este nuevo negocio.

Ahora, se suman también los fondos de inversión internacionales como el caso de Appian Capital Advisory, un holding británico que es la consultora de inversiones de Appian Natural Resources Fund y que administra inversiones de capital privado a largo plazo en activos del sector de minería y metales, principalmente en Latinoamérica, Norteamérica y África.

Sus operaciones se centran en inversiones en activos tangibles del segmento pequeño y mediano que están en producción o en vías de producir en el corto plazo y con un enfoque en áreas mineras caracterizadas por un potencial geológico significativo.

La compañía, fundada en el 2011, tiene su sede en Londres, y cuenta con presencia en Latinoamérica en México, Perú y Brasil y ahora busca desembarcar en la Argentina. Su objetivo es el de destinar parte de los hasta u$s2.000 millones que levantó del mercado de capitales para constituir un nuevo fondo de capital de riesgo que estará enfocados en el valor a largo plazo en empresas mineras y relacionadas a este sector.

País adecuado

Se trata del Fondo III, con el cual Appian dispone de entre u$s1.000 millones y u$s2.000 millones de capital para invertir en Latinoamérica a mediano plazo, con especial atención en la Argentina.

Fuentes del grupo admitieron que consideran invertir en el país, pero analizando el potencial riesgo/beneficio de hacerlo en relación con otros lugares de América Latina.

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“Argentina es un país muy adecuado para Appian, ya que se beneficia de una geología probada para los metales de transición energética, especialmente el litio”, agregaron sus ejecutivos.

Al respecto, Michael W. Scherb, fundador y CEO de Appian, explicó que el Fondo III “ofrece exposición a tendencias clave como la protección frente a la inflación, la transición energética y la necesidad de un suministro independiente y estable de minerales esenciales para apoyar el abandono del petróleo y el gas”.

Esto se debe a que el fondo sigue observando un creciente interés por los metales y la minería, por lo cual considera que México y América Latina siguen siendo un foco clave para los negocios del fondo inversor.

“El Fondo III se basará en la exitosa trayectoria de los Fondos I y II, desplegando nuestro modelo operativo único para poner minas en producción y generar rendimientos extraordinarios para nuestros inversores”, agrega el ejecutivo.

De hecho, los hasta u$s2.000 millones que acaba de recaudar lo sitúan en una buena posición para su próxima fase de crecimiento, basada en el éxito de los Fondos I y II.

Incrementar el personal

Como el mayor inversor de capital privado en metales y minería a nivel mundial, Appian ha duplicado el tamaño de su equipo desde el lanzamiento del Fondo II, con alcance mundial y ha incorporado a 75 profesionales experimentados en Londres, Nueva York, Toronto, Vancouver, Montreal, Lima, Belo Horizonte, Dubai, Johannesburgo y Perth. Posee una cartera que supervisa cerca de 7.000 empleados y un equipo de gestión líder, con una serie de nombramientos recientes de alto perfil, incluyendo a Ignacio Bustamante de Hochschild como jefe de Metales Base para Appian.

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En los últimos años, las empresas de la cartera del fondo han puesto en producción nueve minas, con activos en Canadá, Estados Unidos, Brasil, Namibia y Australia y con el objetivo ahora de sumar nuevas inversiones en la Argentina.

Hasta el momento, en el país hay solo tres proyectos de litio en producción pero más de 10 listos para arrancar en el corto plazo. Según proyecciones oficiales, se pasará de las 34.000 toneladas de exportación de carbonato de litio a más de 200.000 en los próximos años. La Argentina es hoy el cuarto productor de litio y puede pasar al segundo lugar si esas inversiones se concretan.

La empresa ha creado la Fundación Benéfica Appian Way para apoyar a las regiones en las que opera, a la cual ahora sumará a la Argentina con el Fondo III que fue fuertemente sobre ofertado y cuenta con el respaldo de los principales inversores de Appian, además de atraer a varios nuevos grandes inversores mundiales y elevar los activos gestionados a unos u$s4.000 millones.

Según el fondo, “hubo gran interés de los inversores por temas clave como la protección contra la inflación, el papel de los metales y la minería en la transición energética, el abandono del petróleo y el gas, y la creciente demanda de un suministro independiente y sostenible de minerales esenciales”.

Ya se ha invertido el 10% de lo recaudado, que se suma a los activos que Appian tiene en la región por entre u$s1.000 millones y u$s2.000 millones, apostando a invertir en el país, donde observa una geología probada para los metales de transición energética, especialmente el litio.

El mayor fondo

El Fondo III es el mayor de Appian hasta la fecha, con lo cual el total de activos gestionados asciende a unos u$s4.000 millones (sin incluir un gran fondo de coinversión) y convierte a la empresa en el mayor inversor de capital de riesgo en el sector metalúrgico y minero.

Este fondo seguirá la misma estrategia que el primero y el segundo de Appian, centrándose en inversiones en metales y activos mineros y sus adyacencias.
En el caso del Fondo I, de u$s375 millones, se cerró en 2014, mientras que el Fondo II, de u$s775 millones, lo hizo en 2021. Appian tiene el potencial de invertir hasta un tercio del Fondo III en oportunidades de crédito en metales y minería, lo que refleja la creciente presencia de la empresa en este sector.

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“Este fuerte interés de los inversores refleja la exposición del Fondo III a las principales temáticas proporcionadas por Appian y su enfoque de inversión, incluyendo la protección contra la inflación que ofrecen las materias primas en el clima económico actual; la exposición a la transición energética y el cambio del petróleo y el gas”, destaca un informe del fondo.

Esos metales, según el fondo de capital de riesgo, proporcionan mayores tasas de rentabilidad que la inversión directa en proyectos de aguas abajo; y la creciente demanda de un suministro independiente, sostenible y estable de minerales críticos por parte de los fabricantes de automóviles, empresas tecnológicas y otros fabricantes de equipos.

El Fondo III se basa en el historial de Appian de generar fuertes rentabilidades ajustadas al riesgo mediante la identificación, adquisición y desarrollo de activos mineros y metalúrgicos infravalorados. La empresa se centra en minas de alto margen y bajo coste con una base de recursos de alta calidad, donde existe potencial para añadir valor como único grupo financiero con capacidad para gestionar y explotar minas.