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El renacimiento del crédito en Argentina: una oportunidad que no se puede desaprovechar

Por Julián Sanclemente, CEO y co-founder de Alprestamo.

El crédito en Argentina está viviendo un momento excepcional. Tras años de desconfianza y estancamiento, el sector muestra un notable crecimiento: los préstamos en pesos al sector privado aumentaron un 66,8% desde enero de 2024, según el último Informe Monetario Mensual del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Este repunte plantea una pregunta crucial: ¿Cómo podemos aprovechar esta oportunidad para establecer las bases de un crecimiento sostenible?

Este fenómeno abarca prácticamente todas las líneas de crédito (a excepción de los adelantos, que exhibieron una leve retracción). Los préstamos personales, hipotecarios, prendarios y comerciales registraron aumentos importantes, lo que refleja una recuperación generalizada. En octubre nuevamente se destacó la evolución de los créditos personales e hipotecarios que, al igual que el mes anterior, crecieron a tasas mensuales de dos dígitos, de acuerdo al BCRA.

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Varias condiciones propiciaron este cambio. La estabilidad cambiaria y la desaceleración de la inflación dieron lugar a un contexto predecible, mientras que medidas como el desarme de las LELIQs impulsaron el flujo del crédito hacia sectores productivos y hogares. Al mismo tiempo, los bancos están redefiniendo sus estrategias, priorizando productos a plazos más largos que benefician tanto a las instituciones como a los usuarios.

Sin embargo, el crédito en Argentina siempre fue una herramienta poderosa que puede generar tanto oportunidades como riesgos. A lo largo de nuestra historia, vimos momentos de expansión seguidos de crisis que derivaron en sobreendeudamiento y pérdida de confianza. Hoy, en un contexto optimista y con proyecciones que sugieren un crecimiento sostenido, es importante aprender de esos errores.

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El uso responsable del crédito no es solo una cuestión de educación financiera para los usuarios; también implica políticas públicas y estrategias del sistema financiero que prioricen el largo plazo. Por eso, desde Alprestamo, trabajamos no solo para mejorar el acceso al crédito, sino para educar a las personas sobre cómo utilizarlo de manera inteligente.

Como actores del ecosistema financiero, las fintech tenemos un rol clave en este desafío. Somos parte de una transformación que no solo busca dar más acceso, sino también generar impacto positivo en la vida de las personas. La educación financiera debe ser un pilar para construir una economía más inclusiva y estable.

El mercado argentino tiene un potencial extraordinario para crecer. Pero para que este renacimiento del crédito se traduzca en desarrollo real, debemos trabajar juntos: bancos, fintech, reguladores y usuarios. El camino está trazado, pero dependerá de cada uno de nosotros aprovechar esta oportunidad con una mirada estratégica y enfocada en el futuro. La Argentina puede superar grandes desafíos. Esta vez no será la excepción.

Cuáles son los beneficios de los créditos verdes

Los créditos verdes son una herramienta financiera diseñada para promover proyectos y actividades que tengan un impacto positivo en el medioambiente. Estos créditos ofrecen varios beneficios tanto para los prestatarios como para los prestamistas, así como para el entorno en general. Algunos de los principales beneficios son:

  1. Fomento de la sostenibilidad ambiental: los créditos verdes están destinados a financiar proyectos que contribuyen a la conservación de recursos naturales, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de la eficiencia energética, o el uso de energías renovables. Esto ayuda a combatir el cambio climático y promueve prácticas más sostenibles.
  2. Condiciones financieras atractivas: generalmente, los créditos verdes ofrecen tasas de interés preferenciales o plazos de pago más largos en comparación con los préstamos tradicionales. Esto se debe al impulso que los bancos y entidades financieras quieren dar a las iniciativas que favorecen el medio ambiente.
  3. Mejora de la imagen corporativa: las empresas que recurren a los créditos verdes pueden mejorar su reputación y fortalecer su compromiso con la responsabilidad social y ambiental. Esto puede ser un factor diferenciador en un mercado cada vez más consciente del impacto ambiental.
  4. Cumplimiento de regulaciones medioambientales: los créditos verdes ayudan a las empresas y gobiernos a cumplir con las regulaciones ambientales, especialmente en sectores como la construcción, la industria energética o el transporte, que están cada vez más sujetos a normas ecológicas.
  5. Fomento de la innovación ecológica: los créditos verdes también pueden incentivar el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones innovadoras para abordar problemas ambientales, como la eficiencia energética, la reducción de residuos o el uso de energías renovables.
Julián Sanclemente, CEO y co-founder de Alprestamo.

Fecha de publicación: 04/12, 1:20 pm