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Nueva medida

El Gobierno lanza un plan para la instalación masiva de medidores de luz “inteligentes”

Se trata de migrar los equipos convencionales de Edesur y Edenor a sistemas tecnológicos que permitan un uso eficiente. Cómo funcionan y cuándo lo planean aplicar.

Con el objetivo de incentivar el abastecimiento, transporte, distribución y uso eficiente de la electricidad fijando metodologías tarifarias apropiadas, el Gobierno acaba de permitirle a las empresas distribuidoras la instalación de medidores “inteligentes” en los hogares.

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Así lo dispone la Resolución 100/2024 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), en la cual se dispone la creación de un comité dedicado al estudio de la introducción del llamado Sistema de Medidores Inteligentes para el área de concesión de Edenor y Edesur.

El Gobierno lanza un plan para la instalación masiva de medidores de luz “inteligentes”, tras el aumento de las tarifas.

El organismo funcionará bajo el nombre de Comité de Estudio de Redes Inteligentes, será presidido por el Interventor del ENRE, Dario Oscar Arrué y será coordinado, en sus aspectos operativos, por quien designe el funcionario.

También estará conformado por otros representantes del ENRE y de las distribuidoras, además de tener participación de profesionales de otros organismos o instituciones con interés en el tema, todos los cuales se desempeñarán ad honorem.

La idea de esta medida surge del análisis de los contratos de concesión de Edesur y Edenor que, en su artículo 25 inciso ñ), establecen la obligación por parte de las distribuidoras de “propender y fomentar para sí y para sus usuarios el uso racional de la energía eléctrica” y, en su inciso n) la de “adecuar su accionar al objetivo de preservar y/o mejorar los ecosistemas involucrados con el desarrollo de su actividad, cumpliendo con las normas destinadas a la protección del medio ambiente actualmente en vigencia, como asimismo, aquellas que en el futuro se establezcan”.

Medios determinantes

En este sentido, el ENRE entiende que el fuerte incremento y los cambios de patrones de consumo eléctrico que vienen ocurriendo “exigen perentoriamente orientar las acciones hacia un uso eficiente, tanto de la infraestructura eléctrica existente y futura, de los costos de explotación del sistema eléctrico, así como de la reducción de los efectos ambientales que provoca”.

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La resolución agrega que los medios físicos de medición y comunicación son determinantes para la implementación tanto de políticas de incentivos en la racionalización del uso eficiente de la energía, como de metodologías de utilización que persigan los objetivos enunciados.

Y entiende que “solo un salto tecnológico puede permitir la racionalización de los patrones de consumo y ofrecer un mejor servicio de distribución, así como abrir las puertas a nuevos servicios a los usuarios”.

La medida tiene el objetivo de incentivar el abastecimiento, transporte, distribución y uso eficiente de la electricidad fijando metodologías tarifarias apropiadas.

Del mismo modo, el estudio identifica una migración a nivel internacional de las redes eléctricas tradicionales hacia las llamadas redes inteligentes, entendidas como redes de transporte y distribución de energía eléctrica que poseen la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla adecuadamente, haciendo un uso intensivo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.

La base en que se asienta este salto tecnológico toma el nombre de Infraestructura Avanzada de Medición (Advanced Metering Infrastructure -AMI- por sus siglas en inglés). Esto significa un sistema integrado de equipamiento, comunicaciones y sistemas de gestión de la información (Information Management Systems -IMS-) para recolectar remotamente los datos de consumo del usuario en tiempo real.

Comprometer a los consumidores

De acuerdo al ENRE, el pilar fundamental sobre el cual descansa la Infraestructura Avanzada de Medición son los medidores inteligentes (smart meters) “que permiten un acceso remoto a una fuente rica en datos de consumo, como así a múltiples funcionalidades y servicios, a través de la comunicación en ambos sentidos entre el consumidor y la empresa distribuidora”.

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Por esos motivos, entre los objetivos planteados para la introducción de este tipo de sistema se encuentra la de facultar a los consumidores al acceso a la información que les permita tomar decisiones eficientes tanto para el sistema, como para su propio provecho; permitir a las distribuidoras entender mejor los patrones de consumo; supervisar y gestionar la red eléctrica y mejorar el servicio a los usuarios y la de dotar al ente regulador con la información necesaria para fijar las políticas adecuadas establecidas por la normativa y la buena práctica.

La idea de esta medida surge del análisis de los contratos de concesión de Edesur y Edenor.

Entre los beneficios que aporta, tanto al cliente como al prestador del servicio, el despliegue de la Infraestructura Avanzada de Medición se pueden mencionar, entre otros:

  • a) Proveer una detallada información del consumo de energía y potencia sobre una base de tiempo cuasi real, aportando al usuario y al prestador los elementos para la toma inteligente de decisiones.
  • b) Eliminar completamente la estimación de consumos al no efectuarse ya la lectura presencial.
  • c) Permitir monitorear la calidad de servicio, tanto al prestador como al ENRE, informando las interrupciones del suministro instantáneamente, a los efectos de identificar y asistir con los recursos para una rápida restitución.
  • d) Advertir inmediatamente el robo de energía y los intentos de fraude por manipulación del medidor.
  • e) Permitir la limitación o el corte remoto del suministro.
  • f) Permitir, bajo consentimiento del usuario, la administración de demanda en situaciones críticas del sistema, mediante la desconexión de equipos de gran consumo de energía.
  • g) Permitir la adopción de tarifas prepagas. h) Adoptar estructuras tarifarias innovadoras que permitan adaptar el suministro a las necesidades del usuario, con precios convenientes, como ser tarifas por tiempo de uso (TDU), o escalar la potencia contratada por el usuario (hoy es fija e igual a DIEZ KILOVATIOS (10 kW) en los usuarios T1)
  • i) Introducir la competencia en la oferta de energía, mediante la eventual figura del comercializador, lo que va a permitir la realización de contratos de abastecimiento a largo plazo, y la elección del usuario de la mejor oferta para su consumo.
  • Remunerar el excedente

Otro de los aspectos importante que permite esta innovación, además de los numerosos procesos comerciales que habilita, es el de promover la inversión por parte de los usuarios en energías renovables mediante instalaciones de microgeneración eólica o fotovoltaica. Esto, debido a que los medidores inteligentes permiten al usuario que posee tales instalaciones ser remunerado por su contribución de energía a la red, en caso de que generen excedentes respecto de su consumo.

Esta opción ha sido habilitada a través de la Ley Nº 27.424 de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública.
El ENRE se basa también en la internacional para fomentar el uso de este tipo de medidores ya que demuestra que el proceso de migración hacia estos equipos es gradual y su duración no suele ser menor a una década, además de que a nivel global ya existen instalados más de 1000 millones de medidores inteligentes en el mundo, con una penetración general del orden del 45%.

Por lo tanto, el ENRE estima necesario comenzar de manera oficial el estudio de las tecnologías y sistemas para la implementación de planes de inserción gradual, y luego de evaluar los resultados, establecer un modelo para la migración de todos los medidores convencionales hacia la nueva tecnología.

Según el organismo “los resultados obtenidos en los países que implementaron esta tecnología han sido muy positivos, tanto en términos de la mejora de la calidad de servicio y la eficiencia energética, como de la reacción de los usuarios al disponer de una información en línea de sus consumos diarios a través de dispositivos domésticos de monitoreo, páginas de Internet o aplicaciones de telefonía celular donde se vuelca la información recogida de los medidores inteligentes”.

Esta funcionalidad le permite tomar conciencia de su consumo y gestionarlo en la manera que le reditúe el mejor resultado, ya que esta medición habilita una oferta de precios horarios y/o diarios que se acomoden a las necesidades del usuario, preservando al mismo tiempo al sistema eléctrico de situaciones críticas y de sobrecostos.

Hábitos de consumo

En base a estos fundamentos, para el ENRE “es unánime la opinión internacional respecto de la importancia de involucrar al consumidor, el que se convierte en un elemento esencial dentro de la red inteligente ya que, ante la dinámica horaria de los precios de energía y la posibilidad de conocerlos en tiempo real, su consumo deja de ser un mero evento aleatorio, para pasar a ser una decisión tomada por este actor en función de los incentivos que para tal fin deberán implementarse”.

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Dicha participación se ve facilitada por dispositivos domésticos de monitoreo (in-house displays) que, mediante una pantalla, permiten al usuario analizar su consumo en tiempo real y la facturación que representa, además de otras informaciones útiles para su provecho como ser la detección de un artefacto o dispositivo con alto consumo de energía por ineficiencia o malfuncionamiento.

“La funcionalidad, así como la comunicación bidireccional entre los medidores inteligentes y los consumidores y de aquellos con los proveedores de energía, permite informar a los usuarios sus hábitos de consumo, mejorar el mantenimiento, el control de la calidad de servicio, la gestión de la demanda y la expansión del sistema”, agrega el informe oficial.

Dicha experiencia también ha demostrado la necesidad de intervención decisiva del ente regulador en este proceso, para articular los objetivos en forma de incentivos claros y medibles para toda la comunidad y que se incorporen las funcionalidades que faciliten la consecución de las metas regulatorias que se establezcan.

Es unánime la opinión internacional respecto de la importancia de involucrar al consumidor para ahorrar en energía.

En este marco, el comité que estará a cargo de estudiar la migración de los medidores convencionales a los inteligentes dictará su propio reglamento de funcionamiento, estableciendo la frecuencia, tipo de reuniones, las pautas de trabajo, el esquema de informe de gestión periódico, la modalidad de representación de todos los integrantes, salvo los expresamente determinados en la presente, entre otras cuestiones, el que será puesto en conocimiento del Interventor del ENRE para su aprobación.

Sus funciones serán las de asesorar al Interventor del ENRE en los siguientes en la pertinencia, factibilidad técnica y económica, y escalas de la introducción del Sistema de Medidores Inteligentes en la red de distribución de las concesionarias; características y funcionalidades que deberá presentar El Sistema y sus distintos componentes.

También en los aspectos técnicos relativos a los sistemas de protecciones, la adaptación técnica de la red en los puntos de conexión, los distintos medios de comunicación, etcétera; datos a recolectar o transmitir y la información a elaborar a partir de las funcionalidades que presenta e sistema.

Del mismo modo, deberá determinar los costos asociados a ingeniería, montaje, equipos y provisiones, y a la operación y mantenimiento del Sistema; los procedimientos de adquisición y contratación más adecuados para la concreción de la implantación del sistema; los cambios regulatorios asociados a la operación de redes, a las condiciones de acceso, y a la valorización por bandas de energía y potencia.

A esto le sumará los aspectos económicos y tarifarios de la introducción del sistema y campañas para lograr el entendimiento, compromiso y participación de los usuarios en la implementación.

Intercambio remoto

En un plazo de seis meses, el Comité deberá redactar su primer informe en el que se detalle el trabajo realizado y la propuesta de implementación de un plan piloto para la precalificación de tecnologías y su evaluación operativa en campo.

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En cuanto a Edesur y Edenor se las instruye a que en 10 días a partir de la fecha de dictado de este acto administrativo, designen formalmente a sus representantes en el Comité.

En cuanto al propio sistema, deberá contar con varias funcionalidades como permitir el intercambio remoto y bidireccional de datos entre el medidor del usuario y la distribuidora de energía eléctrica y con otros dispositivos (como posibles gestores locales de energía).

En un plazo de seis meses, el Comité deberá redactar su primer informe en el que se detalle el trabajo realizado y la propuesta de implementación de un plan piloto.

La resolución establece en un anexo que “será preferible la utilización de protocolos de comunicación abiertos (no propietarios), que permitan la utilización de medidores multimarca; otorgar la posibilidad de la utilización de dispositivos domésticos de monitoreo (in-house displays); comunicación entre los medidores y los concentradores mediante sistemas de onda portadora de banda ancha (Broadband PLC), aunque no se descarta el uso de medios inalámbricos.

También debe permitir la posibilidad de lecturas planificadas, además de bajo demanda o en tiempo real, sincronizaciones de fecha y registro automático de incidentes; la implementación de tarifas por tiempo de uso, y en lo posible tener la capacidad de indicar al usuario sobre los costos efectivos asociados al servicio provisto por la distribuidora, “como un estímulo para que el usuario consuma energía en aquellos momentos del día en que los costos son relativamente menores”.

Deberá poder detectar fraudes o ataques, así como alarmas asociadas a calidad del suministro (falta de tensión); instrumentar el servicio pre-pago o corte por limitación de carga a ser repuesto por el usuario; desconexión y reposición remota del servicio; capacidad de medir energía en ambos sentidos y mediante accesorios especiales para administrar demanda (corte de determinados artefactos), bajo consentimiento y condiciones tarifarias convenientes para el usuario.

“El sistema deberá detectar un excesivo consumo de energía reactiva de acuerdo a los límites impuestos por la regulación; deberá contar con una medición de potencia: para permitir la contratación de potencia de manera escalonada en función de las necesidades del usuario, y a su vez estimular el establecimiento de un programa de administración de demanda.

La norma también establece la necesidad de detectar zonas con niveles de tensión insatisfactorios a los efectos de tomar las acciones correctivas que correspondan; establecer índices de continuidad de servicio con número, frecuencia y duración de los cortes de energía; gestión remota de los contratos de suministro; alto grado de protección de la privacidad de los clientes mediante técnicas de seguridad informática y reprogramación remota de funciones y parámetros.

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Fecha de publicación: 19/02, 11:32 am