El Gobierno lanza el “manual” para convertir una vivienda en eléctricamente sustentable
Se trata de un documento que orienta a los dueños de las propiedades para obtener el sello de etiquetado de viviendas con ahorro energético.
Al estilo de lo que sucede con los electrodomésticos, el Gobierno lanzó a principios de año un sistema para fomentar el ahorro de energía en los hogares bajo el llamado Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (Pronev).
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Es decir, los hogares también deberán llevar un sello de eficiencia energética en el marco de una estrategia que apunta a incorporar en el mercado inmobiliario de todo el país criterios de eficiencia energética en la construcción y remodelación de casas y departamentos, con una certificación de características similares a la de los electrodomésticos para reducir los millonarios subsidios que se destinan a este servicio y, a la vez, combatir las emisiones de carbono relacionadas con la energía.
Por eso, el enero pasado la Secretaría de Energía de la Nación publicó una resolución en la cual se creaba el programa y se hacía mención a la implementación de medidas para viviendas nuevas o en uso como el diseño de un sistema de certificación energética de viviendas y establecer índices máximos de consumo, tanto de energía eléctrica como de energía térmica.
Ahora, a través de la Resolución 418/2023 publicada en el Boletín Oficial de este miércoles 24 de mayo, se dio a conocer el procedimiento para etiquetar los inmuebles con ese sello de eficiencia.
En la sección de definiciones se crea el Aplicativo Informático Nacional (AEV) de Etiquetado de Viviendas que será otorgado por la Subsecretaría de Energía Eléctrica tanto a nivel nacional como en las provincias que adhieran al programa.
En este sentido, la calificación de eficiencia será determinada según el Índice de Prestaciones Energéticas (IPE), y se otorgará la etiqueta a modo de documento asociado a una vivienda, que indica su calificación de eficiencia energética bajo un sistema de escala de letras, desde la “A” hasta la “G”, asociada a un rango de valores del IPE, que se determinarán según el procedimiento establecido por la autoridad de aplicación. Son siete letras con colores que van desde el verde vinculado a la letra A para los más eficientes, hasta el rojo, vinculado a la G para los menos eficientes.
Profesionales del etiquetado
El “manual” además crea la figura de etiquetadores de viviendas que deberán estar inscriptos en el Registro Nacional de Etiquetadores de Vivienda creado por el PRONEV.
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A su vez, este personal será preparado por los llamados “formadores”, quienes estarán a cargo de la capacitación y de que comprendan cómo funciona el IPE, que es el valor característico de una vivienda que representa una estimación de la energía primaria que demandaría la normal utilización de la misma durante un año y por metro cuadrado de superficie útil para satisfacer las necesidades asociadas a calefacción en invierno, refrigeración en verano, calentamiento de agua sanitaria e iluminación, bajo condiciones normalizadas y estandarizadas de uso y teniendo en cuenta la contribución específica de energías renovables y que se expresa en “kWh/m2 año”.
Según el manual, estas categorías están asociadas a rangos de valores del IPE que permite diagnosticar y cuantificar el requerimiento energético de las viviendas a partir de sus características técnicas.
Características del sello
La etiqueta se caracteriza por ser un documento técnico generado por el etiquetador y validado por la Unidad Ejecutora Local conforme los requerimientos previstos en el AEV que es la herramienta técnica del PRONEV, mediante la cual se emite el certificado.
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Es un sistema online que permite evaluar las prestaciones energéticas de una vivienda en cualquier lugar del país, a partir del relevamiento y procesamiento de datos de la misma, para obtener la calificación correspondiente y generar la etiqueta.
También brinda un diagnóstico detallado de las características técnicas y del desempeño energético del inmueble en su conjunto y de cada uno de sus componentes; permite identificar los puntos críticos y, a partir de ello, evaluar posibles intervenciones de mejora de eficiencia energética, cuantificando el impacto de las mismas en términos de potenciales ahorros.
El usuario registrado en el AEV se encuentra facultado para utilizar el módulo. Una vez cumplimentado estos datos y otros requerimientos legales, el manual explica que el etiquetador de viviendas, mediante su usuario habilitado en el AEV, iniciará los trámites de relevamiento en el llamado Módulo Etiquetado debiendo seguir el proceso de carga de datos y de la documentación solicitada.
Además tendrá que presentar mediante el AEV el relevamiento realizado a los fines de la prosecución de los trámites para la validación del ente oficial que evaluará la documentación legal y técnica cargada.
Una vez validado el procedimiento, el AEV emitirá la etiqueta de manera automática que luego se inscribirá automáticamente en el Registro Nacional de Etiquetas de Viviendas.
En ese marco, el propietario podrá solicitar la actualización del sello de su vivienda y en dicho caso, la etiqueta anterior pasará a los archivos del AEV y se inscribirá automáticamente el nuevo documento en el Registro Nacional de Etiquetas de Viviendas.