Cómo es el plan del “zar” de la logística para mejorar la sustentabilidad de su negocio
Se trata de la empresa más grande del sector, que lleva adelante una estrategia orientada a combatir las emisiones, reducir los residuos, mejorar la gestión del agua y la contaminación en general en los parques logísticos que opera.
A partir de las restricciones generadas por la pandemia del Covid-19, el sector logístico en la Argentina experimentó un significativo crecimiento, impulsado principalmente por el auge del comercio electrónico durante esos años de encierro y medidas de confinamiento.
Sin embargo, el negocio no se redujo luego del levantamiento de las barreras sanitarias sino que, por el contrario, la permanencia de las compras online y la necesidad de entregas rápidas generó una mayor demanda de servicios logísticos, incluyendo el transporte y la distribución de última milla.
Este crecimiento se ha visto reflejado en inversiones clave y en la adopción de nuevas tecnologías para optimizar procesos, más que nada en un mundo cada vez más interconectado en donde la logística dejó de ser una actividad invisible para convertirse en una herramienta indispensable de la economía y de la vida diaria de las personas.
Desde la entrega de paquetes hasta el abastecimiento de un supermercado o el transporte de mercaderías hacia otros sectores industriales, la expansión de este sector se mantiene e impacta cada vez más en la rutina de los países y sus ciudadanos.
En ese sentido, los desafíos que presenta este negocio no se encuentran solamente vinculados a la propia actividad comercial sino también al impacto que su crecimiento genera en el cambio climático, considerado por los expertos en medio ambiente como uno de los mayores desafíos de estos tiempos.
Crecen las prácticas sostenibles en la logística
A partir de este escenario, la mayoría de las empresas de logística viene implementando estrategias y buscando soluciones para adaptarse y aplacar sus efectos en el planeta, mediante estrategias integrales que abarcan acciones como mitigación de emisiones; eficiencia energética; construcción sostenible y gestión de riesgos ambientales.
Un informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), da cuenta de estos hechos al indicar la presencia de un porcentaje significativo de empresas que se encuentran implementando prácticas sostenibles en sus operaciones logísticas, como la minimización de residuos, la mejora de la eficiencia y la modernización de la tecnología.
“La logística sostenible no solo es una tendencia, sino una necesidad para un futuro más responsable con el medio ambiente y para garantizar la viabilidad a largo plazo del sector”, argumenta el reporte que, además destaca que un 85% de las compañías implementa al menos dos prácticas sustentables en logística.
En cuanto a las razones que argumentan las empresas para adoptar este tipo de estrategias, las respuestas más votadas se relacionan con el ahorro de costos (75%); generar una conciencia de recursos y la imagen corporativa (65%), y la ventaja competitiva que cierra con un 59% de aprobación.
La de mayor peso
Un ejemplo de adaptación a estos cambios es el de Plaza Logística, que viene adoptando estándares ambientales para el diseño y construcción de sus parques como herramienta fundamental para reducir la huella de carbono, mediante la eficiencia en el consumo de energía eléctrica y agua.
La empresa es considerada como la de mayor peso en el sector, al punto que se la bautizó como el “zar” de la logística a partir de una facturación anual cercana a los u$s40 millones anuales; sus seis parques logísticos y un desarrollo urbano de última milla, estratégicamente ubicados en Buenos Aires.
Se trata de desarrollos de calidad Triple A que se encuentran en puntos clave del área metropolitana, facilitando el acceso a las principales rutas y centros de consumo de una empresa que, en el 2024 culminó una etapa de marcada expansión.
Ese año finalizó un ambicioso plan de ampliación que había iniciado en 2022 para encarar nuevas obras por aproximadamente 115.000 metros cuadrados en tres de sus seis parques logísticos.
Dicho plan le permitió consolidar un crecimiento del 30% en superficie y la convirtió en la primera desarrolladora de parques logísticos multicliente del país en superar los 500.000 metros cuadrados desarrollados.
Además, dio inicio a un nuevo desarrollo de más de 50.000 metros cuadrados que tiene el potencial de impulsar el crecimiento del e-commerce local y de impactar en la generación de empleo directo e indirecto en el sector logístico.
A nivel de demanda, desde la empresa observaron un interés sostenido por superficies de almacenamiento de calidad Triple A, lo que le permitió mantener muy buenos niveles de ocupación e incorporar nuevos clientes.
Financiamiento sostenible
En este esquema de crecimiento, Plaza Logística incorporó a la sustentabilidad desde el inicio ya que todos los emprendimientos obtuvieron durante 2024 la certificación ambiental EDGE, que le permitió mantener su objetivo de operar con el 100% de sus parques certificados con un estándar ambiental reconocido en el mundo.
En la actualidad, los parques de Plaza Logística se distribuyen en lugares estratégicos cercanos a los principales centros de demanda de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires (GBA), como son Pacheco, Pilar, Tortugas, Esteban Echeverría, Villa Soldati (CABA) y el Mercado Central.
Al respecto, Ramiro Molina, CEO de Plaza Logística, asegura que la empresa también viene “dando importantes pasos en materia de financiamiento sostenible con la publicación de nuestro Marco de Financiamiento Sostenible, convirtiéndonos en la primera compañía de Argentina en desarrollar un Marco de estas características”.
Según explica, se trata de un informe en el cual la empresa definió sus criterios para la emisión de instrumentos verdes, sociales y/o sostenibles y que la llevó a emitir el año pasado una nueva serie de Obligaciones Negociables (ON), Clase 15) que fue la primera en estar alineada al Marco y cuyo destino fue el desarrollo de edificios ecológicos.
“En lo que refiere a eficiencia energética en nuestras operaciones, finalizamos nuestro programa de relamping LED, alcanzando así nuestro objetivo de operar con el 100% de iluminación de este tipo en los espacios tanto al exterior e interior de nuestros parques”, señala Molina.
Del mismo modo, hizo referencia a la consolidación de la medición de la huella de carbono de los alcances 1, 2 y 3, y al paso encarado para la compensación total de las emisiones de los dos primeros alcances, a través de la obtención de créditos de carbono certificados.
Desafío a largo plazo
Con relación al futuro, el ejecutivo anticipa que “mantendremos el foco en avanzar en nuestra gestión, con el propósito de reducir nuestro impacto ambiental y potenciar el desarrollo social y económico local, resultados que son posibles gracias al compromiso de nuestros equipos y el objetivo de desarrollar mejores negocios, con una mirada integral que considera todos los impactos de nuestra actividad”.
En ese sentido, desde Plaza Logística consideran al cambio climático como “un desafío a gran escala y a largo plazo”, por lo que consideran que la forma en que construyen sus parques se transforma en una oportunidad para reducir la huella de carbono.
En un reciente reporte publicado por Plaza Logística se hace mención a la necesidad de optimizar el uso de materiales y de gestionar el consumo de recursos tanto en la construcción, como los que usará en su operación mediante tecnologías más eficientes, como iluminación LED y sistemas de climatización de bajo impacto.
“Este enfoque constructivo nos abre oportunidades de financiamiento e inversión, ya que cada vez más organismos y empresas priorizan proyectos con criterios de sustentabilidad, lo que se traduce en mejores condiciones de acceso a recursos y financiamiento, fortaleciendo la competitividad a largo plazo”, se destaca en el informe.
Para garantizar que dicha estrategia se realice con las mejores prácticas, la empresa certifica sus desarrollos de acuerdo con los estándares internacionales líderes en construcción verde como EDGE, que desde 2018 alcanza a todos los parques logísticos.
Además, implementa la certificación LEED de edificios sostenibles, desarrollada por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos y adopta un compromiso ambiental que involucra tanto a las diferentes áreas de su organización como a inquilinos y socios del negocio, para lograr que cada desarrollo cumpla con los altos estándares definidos.
“La construcción sostenible se alinea a normativas ambientales y estándares internacionales y nos permite contribuir a los objetivos de la Agenda 2030, como el ODS 7 de Energía asequible y no contaminante, el ODS 11 de Ciudades y comunidades sostenibles y el ODS 12 de Producción y consumo responsables”, sostiene el documento de Plaza Logística.
Riesgos y oportunidades
En este sentido, se explica que el área de Sustentabilidad de la compañía “vela por la correcta gestión y el correcto monitoreo de los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG); mientras que define objetivos para cada uno de los aspectos materiales mencionados”.
El reporte explica la forma en que la empresa evalúa las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los residuos, la gestión del agua y la contaminación en general durante la fase operativa de los parques logísticos que gestiona.
También se mencionan aspectos que pueden generar riesgos de cumplimiento regulatorios y reputacionales, como la ubicación del proyecto en zonas sensibles de biodiversidad o provocar impactos negativos en dichas áreas.
Asimismo, se evalúan los riesgos físicos que pueden dañar los activos inmobiliarios, depreciando su valor o afectando la generación de flujos operativos, y los riesgos regulatorios, de mercado, reputacionales que tengan incidencia en el sector.
Créditos sustentables
El financiamiento sostenible es otra herramienta clave identificada en el reporte que le permite a Plaza Logística crecer y cumplir con sus metas de impacto ambientales y sociales.
“Este financiamiento, que integra factores ambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones financieras, nos permite vincular la sustentabilidad con la gestión del negocio”, destaca el informe.
De esta manera, la empresa agrega valor a sus inversiones de largo plazo, mejora su reputación y abre oportunidades de crecimiento a largo plazo en el marco de una estrategia que inició en 2019 al re-etiquetar como Bono Verde la Obligación Negociable Clase 1 (ON Clase 1) que emitió en 2017.
En ese momento, el dinero recaudado fue destinado a la construcción de naves logísticas de calidad Triple A con altos estándares de sustentabilidad.
Luego, la ON Clase 6 se convirtió en el primer Bono Sostenible para financiamiento de una compañía privada argentina, y lo recaudado se destinó a la construcción de tres naves logísticas de calidad Triple A.
“El financiamiento sostenible nos posicionó como un referente en el sector y nos permite demostrar nuestro aporte al desarrollo socioeconómico argentino mediante una gestión responsable de los impactos ambientales”, destaca la empresa en su reporte.
En el mismo sentido, el documento recuerda que en octubre de 2024, Plaza Logística publicó su Marco de Financiamiento Sostenible, un documento alineado con los Principios de Bonos Verdes (GBP) y Bonos Sociales (SBP) de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), así como con los Principios de Préstamos Verdes y Sociales (GLP y SLP) de la Asociación del Mercado de Préstamos (LMA).
El marco contempla el financiamiento de proyectos nuevos o existentes que cumplen con los Principios de Bonos Verdes y/o Sociales, lo que promueve la sustentabilidad de los proyectos que se encuadren en los lineamientos definidos.
Rigurosos estándares ambientales
Otro aspecto del plan sustentable que se menciona en el reporte se vincula con la preservación del ambiente no sólo como una responsabilidad de la empresa, sino también como un pilar estratégico que la diferencia de la competencia y le da competitividad en la transición a una economía baja en carbono.
El informe asegura que la empresa “se enfoca en reducir el impacto de nuestras operaciones mediante la adopción de rigurosos estándares ambientales para ahorros en indicadores ambientales clave, como consumo de energía, agua y materiales de construcción”.
En lo que refiere a la operación de sus parques, identifica y evalúa los impactos ambientales a través de matrices especializadas, con un análisis que le permite detectar riesgos potenciales, establecer controles efectivos y definir medidas de mitigación.
La empresa considera factores como la legislación ambiental aplicable, reclamos de partes interesadas y la probabilidad e impacto de eventos ambientales y dado el perfil de sus operaciones, los principales riesgos identificados incluyen posibles derrames de gasoil, la gestión de residuos o la ocurrencia de incendios.
“El impacto esperado es bajo gracias a los estrictos protocolos de seguridad con los que contamos en los parques. Para garantizar el cumplimiento de nuestros objetivos ambientales, realizamos auditorías periódicas y monitoreamos indicadores clave de desempeño (KPIs) en un tablero de indicadores. Entre ellos, destacamos el porcentaje de nuestro portafolio certificado bajo estándares ambientales como EDGE. Hacemos un seguimiento anual para evaluar avances y oportunidades de mejora”, sostiene el informe.
También se destaca la medición de la huella de carbono de sus operaciones que le permite tener una visión clara de su impacto ambiental y trazar una hoja de ruta sólida hacia la descarbonización.
El reporte explica que en el alcance 1, que son las emisiones directas, Plaza Logística mide los gases provenientes del consumo de gas natural, combustible y emisiones fugitivas de equipos de refrigeración.
En el alcance 2, mide las emisiones provenientes del consumo de energía eléctrica consumida en servicios generales y en la oficina central.
Y, en el alcance 3, incluye la energía eléctrica consumida por clientes en las naves logísticas de los parques, los viajes de negocio de y los traslados al trabajo del equipo, y los principales insumos adquiridos.
Gestionar la energía
Además, la empresa avanzó el año pasado en un esquema de compensación y reducción del total de sus emisiones de Alcance 1 y 2, respectivamente a través de la adquisición de Créditos de Carbono certificados por el protocolo VCS de Verra, y mediante la compra de Certificados Internacionales de Energía Renovable (I-RECs).
En el mismo sentido se considera el consumo de energía eléctrica ya que es la principal fuente de emisiones de sus operaciones, por lo que lleva adelante diversas iniciativas estratégicas para reducirlo, mejorar la eficiencia energética y contribuir a los objetivos de descarbonización.
“La gestión eficiente de la energía ocupa un lugar central en nuestra estrategia de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, dado su impacto significativo en las emisiones indirectas (Alcance 2 y 3). Para optimizar el consumo energético y hacer más eficiente el funcionamiento de nuestras instalaciones, implementamos una gestión integral de la energía basada en monitoreo, mantenimiento y control preventivo”, se explica en el reporte.
En igual sentido, se hace referencia al manejo adecuado de los residuos, teniendo en cuenta que contribuye a reducir el impacto ambiental de su negocio, mitigando la contaminación, preservando los recursos naturales y evitando riesgos para la integridad de las personas que trabajan en sus parques.
La política de disposición de residuos de Plaza Logística se gestiona en el marco de la Norma ISO 14001 Sistema de Gestión Ambiental y se establecen objetivos anuales, que son revisados por el equipo de Sistema de Gestión Integrado.
Además, la empresa cuenta con un procedimiento de Gestión Integral de Residuos que regula cómo deben ser tratados los desechos, establece las diferentes corrientes de residuos y detalla cómo deben ser manejadas para su disposición final, garantizando un proceso ordenado y responsable en cada uno de nuestros parques.
Por otro lado, las operaciones administrativas contribuyen con residuos de papel, tóners y desechos orgánicos y los comedores descartan cartón, plásticos y residuos orgánicos.