Argentinos encontraron un barco hundido en el lago Nahuel Huapi de hace 100 años
Tras una investigación, los científicos lograron captar al naufragio de vapor Helvecia que se hundió en 1906.
Los naufragios capturan la atención de muchos curiosos. Desde el Titanic hasta el MV Doña Paz, existe una extensa lista de tragedias que fascinan a los entusiastas de la ciencia y la historia.
En los últimos años, numerosas investigaciones tuvieron como objetivo localizar y analizar los restos de barcos hundidos que yacen en los fondos de lagos, mares y océanos.
En Argentina, un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) logró otro de estos descubrimientos: hallaron una embarcación oculta en el fondo del lago Nahuel Huapi.
Argentinos encontraron un barco hundido en el lago Nahuel Huapi
Se trata del vapor Helvecia, un remolcador que se encargaba del transporte de mercancías entre Argentina y Chile, y que se hundió en el famoso lago de la ciudad de San Carlos de Bariloche en 1906. Las circunstancias de este suceso siguen siendo un misterio.
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La búsqueda del barco comenzó con la filmación del documental “La búsqueda del Helvecia”, un largometraje que sigue a Nicolás Mazzola, un buzo y cineasta, en su investigación sobre la ubicación del navío y su historia.
Gracias al trabajo de Mazzola, un contacto con el Grupo de Estudios Ambientales del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, CONICET-UNCo) permitió identificar el lugar del naufragio.
Cómo descubrieron el barco oculto en el Nahuel Huapi
La localización de la embarcación fue posible gracias a detallados registros batimétricos de alta resolución, elaborados por el CONICET, que abarcaron tanto el área de búsqueda principal como sus alrededores.
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Antes de contactar a Mazzola, el equipo de investigación había realizado rastrillajes con una ecosonda, pero ante la falta de evidencia, comenzaron a considerar la teoría de que la embarcación había sido desplazada por un deslizamiento submarino debido a una actividad sísmica.
“Sentí una alegría impresionante en ese momento, porque logramos encontrar algo que habíamos buscado tanto”, relata Lucas Bonfanti, uno de los colaboradores de Mazzola. “Debajo del agua, nos miramos, empezamos a celebrar, dimos varias vueltas […] Después, en la superficie, hubo mucha emoción”, concluye.
