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Alimentos saludables: vuelve el conflicto entre las empresas y el Gobierno por la ley de etiquetado frontal

El proyecto obliga a incluir un etiquetado frontal con advertencias sobre la presencia de azúcares, sodio, grasas y calorías, en alimentos y bebidas.

La Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU), tiene como una de sus metas poner fin a todas las formas de malnutrición y reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles

Se trata de un objetivo  que requiere enfrentar el problema con políticas regulatorias integradas y fortaleciendo las acciones intersectoriales para poder reconocer que la ingesta de productos no saludables es un problema de salud importante, con consecuencias negativas directas para el desarrollo en Argentina. 

Problema real

Varios estudios científicos dan cuenta de que la obesidad, la presión arterial alta y la glucosa sanguínea elevada son los principales factores de riesgo derivados de una mala alimentación y los responsables del 39% de todas las muertes en el país (es decir, casi 140.000 anuales).

El sobrepeso y la obesidad, por ejemplo, afectan al 13,6% de los niños y niñas con menos de 5 años, a más del 40% de los niños y niñas de entre 5 y 17 años, y al 70% de la población con 18 años o más. En la población adulta, el 34,6% presenta hipertensión arterial, 28,9% colesterol alto y 12,7% glucemia alta o diabetes.

Para los expertos, estas enfermedades no solo golpean con mayor fuerza a los sectores socioeconómicos más bajos, sino que cobran aún más relevancia en el contexto actual de la pandemia de Covid-1 ya que la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo de padecer complicaciones y morir como consecuencia del coronavirus.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una parte esencial para mejorar la alimentación y detener el crecimiento del problema requiere la reducción de la ingesta excesiva de azúcares libres, sodio, grasas totales y grasas saturadas.

Senado aprueba etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas  procesados · Talacha informativa

Todos insumos que están presentes en los productos alimentarios y bebidas, y que no son identificados por las personas en el momento de adquirirlo debido a que en la Argentina no existe un sistema claro de advertencias en el frente de los envases a diferencia de cómo han avanzado otros países de la región.

“Varios países ya han puesto en marcha la adopción de políticas regulatorias, incluyendo la implementación de impuestos a productos alimentarios y bebidas no saludables, el etiquetado en la parte frontal del envase y la restricción de la comercialización de productos no saludables para niños y adolescentes”, asegura el documento de la OMS. 

Por eso, aconseja al gobierno nacional a implementar políticas y programas destinados a proporcionar alimentos saludables y asequibles para todos a partir de una estrategia  que permitan reducir el impacto sanitario y económico de este problema

A partir de esta premisa, las autoridades enviaron el año pasado al Congreso Nacional un proyecto de ley de rotulado frontal que ya tiene media sanción en el Senado y que acaba de ser tratado en Diputados, durante las sesiones extraordinarias.

Hace unos días, las comisiones de Legislación General, Salud, Industria y Defensa del Consumidor de Diputados se reunieron de forma remota para analizar la ley que busca que los envases adviertan sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas y cantidad de calorías de cada producto. 

En contra

Con la oposición de las empresas alimenticias, que aseguran que la norma las “demoniza”, los legisladores buscan que el rotulado frontal sea ley por entender que genera principalmente efectos de sustitución dentro de cada categoría de productos. 

El proyecto se conoce como de Promoción de la Alimentación Saludable y capitaliza las experiencias y evidencias generadas a nivel nacional e internacional con relación al etiquetado frontal de advertencias, al perfil de nutrientes, al mejoramiento de los entornos alimentarios escolares y a la protección de la población infantil de la publicidad de productos no saludables.

“De convertirse en ley, tal como fue aprobado por el Senado de la Nación, Argentina daría un paso sustantivo y ejemplar en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, en la mejora de la alimentación y en la salud pública, previniendo enfermedades, discapacidad y muertes”, señala la OMS en su estudio.

Etiquetado frontal de los alimentos en Argentina, ya es hora | Revista  Algoritmo

La norma reemplazará al sistema actual de rotulado nutricional de envases de alimentos que muestra información en tablas de composición nutricional pero que no es de fácil comprensión y, según la OMS, no cumple la función de informar a la población sobre los componentes principales de un alimento para que puedan realizar una selección más saludable de los alimentos que consumen.

La nueva ley en cambio obliga a las empresas alimenticias a incluir un etiquetado frontal con advertencias sobre la presencia de azúcares, sodio, grasas y calorías, en alimentos y bebidas sin alcohol. 

Lo deberán hacer sumando en el frente de los paquetes y botellas octógonos negros que indiquen si el producto contiene altos niveles de grasas y azúcares entre otros componentes. 

Algunas de las cámaras que agrupan a las empresas del sector y a sus proveedoras ya enviaron cartas al Congreso demostrando su rechazo al proyecto de ley. 

Sostienen que la promoción de una alimentación saludable no debe significar un conflicto para el sistema productivo y menos aún para un país productor de alimentos.

Si bien respaldan en general los preceptos de esta iniciativa, las compañías alimenticias vienen rechazando la normativa por entender que “demoniza” sus productos

Por caso, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que preside Daniel Funes de Rioja, lidera el rechazo a la norma y propone que el problema se resuelva en el contexto de una discusión del Mercosur para que sea una decisión regional y de armonización normativa.

Desde la industria azucarera centran sus críticas en el octógono, que es el mismo símbolo que se utiliza en Chile, y sugieren reemplazarlo por una lupa, como marca la legislación en Brasil. 

Otro de los puntos cuestionados es la restricción sobre la publicidad y la venta de alimentos en escuelas de productos que tengan excesos de algún nutriente ya que, según el Centro Azucarero Argentino, existe un error en el diagnóstico porque se afirma que la curva de obesidad creció en los últimos seis años, mientras que el consumo de azúcar cayó un 20%.

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Fecha de publicación: 03/03, 7:34 am