Adidas lanza sus nuevas zapatillas “veganas”: ¿qué tienen de especial?
Se trata de un nuevo modelo de Adidas Superstar, el cual está libre de productos de origen animal y con la suela de caucho reciclado.
Las marcas que tienen un compromiso con el cuidado del medio ambiente y del planeta, tendrán mayor valoración por parte de los consumidores. En ese sentido es que se acaban de lanzar al mercado las nuevas zapatillas Adidas Superstar, un calzado sostenible.
Este nuevo modelo de zapatillas de Adidas cuenta con varios aspectos particulares. En primer lugar, están fabricadas con polipiel o “piel vegana”.
Se trata de un modelo libre de productos de origen animal y que lleva la suela de caucho reciclado. Además, otra de las particularidades del Superearth es que tiene unos bordados deshilachados de color amarillo, negro, rojo, verde, naranja y azul a lo largo de la zapatilla.
El creador de la marca es Sean Wotherspoon, quien también ha sido el creador de las Nike Air Max 97/1. El diseñador y empresario estadounidense realizó un diseño llamado a ser icónico, pero de la mano con Adidas Originals.
El lanzamiento de las Superearth de Adidas es el 29 de agosto, por lo que el que quiera adquirirlas tendrá que esperar hasta esa fecha. Para hacerlo, el usuario tendrá que ingresar a la web de Adidas Originals. El precio todavía es un misterio.
Sin duda, se trata de una gran iniciativa por parte de la marca deportiva, ya que es innovador en cuanto al modelo y, además, reafirma su compromiso en el cuidado del medio ambiente.
Contra el plástico
Los avances de la humanidad se construyen alrededor de materiales que por sí mismos definen períodos históricos claramente circunscritos. La Edad de Bronce, que vino a suceder a la Edad de Piedra, fue una etapa importante en la evolución de las sociedades europeas, tanto social como tecnológica, permitiendo el florecimiento de la metalurgia.
Lo mismo ocurre con la Edad del Hierro: al aumentar los rendimientos agrícolas, el control del hierro favoreció la extensión del desmonte y la sedentarización de las poblaciones. Actualmente estamos viviendo en lo que los historiadores del futuro probablemente llamarán la Edad de Baquelita.
Es decir, plástico. Desde principios del siglo XX, el plástico ha permitido sin duda alguna avances considerables que van mucho más allá de los objetos que nos rodean diariamente: si vivimos más tiempo, es gracias al plástico que ha revolucionado el campo de la medicina, ayudando a reducir los costos, las enfermedades infecciosas y a disminuir los procedimientos quirúrgicos. El plástico salva vidas.
Tal como explica Fashionunited, debido a que es de un solo uso, porque es difícil de degradar, el plástico también contamina el planeta como ningún otro material lo ha hecho antes en la historia de la humanidad. Por lo tanto, nos enfrentamos a una paradoja: ¿cómo podemos gestionar este material que ayuda a la humanidad a vivir más tiempo mientras que al mismo tiempo degrada su medio ambiente?
Esta pregunta esencial y vital ha estado impulsando la industria de la moda desde hace varios años, que hace un uso intensivo de este material sintético de bajo costo y alto rendimiento.
Se han puesto en marcha varias iniciativas, no sólo por parte de las marcas, sino también por parte de las empresas de servicios: nos referimos en particular a la empresa Betak que, en un manifiesto publicado este año, promete reducir su consumo de plástico de un solo uso durante los eventos (desfiles de moda, presentaciones) que organiza para sus prestigiosos clientes.
A nivel mundial, la industria de la moda responde a este desafío prometiendo reducir su consumo. Esta respuesta se enmarca en una lucha más global por el desarrollo sostenible.
Innovación y plásticos
La respuesta más ambiciosa ha llegado finalmente de los equipos deportivos. No es sorprendente: acostumbradas a las innovaciones tecnológicas en las que se basa en gran medida su prestigio, las marcas deportivas han dominado el arte de la revolución industrial y, más en general, del rendimiento en el sentido más amplio.
Es el caso, en particular, de Adidas, que desde hace varios años multiplica las colaboraciones y asociaciones con startups, marcas innovadoras y organizaciones de vanguardia en favor de la lucha contra la contaminación plástica.
La marca ha aprovechado recientemente los conocimientos técnicos de la empresa californiana Allbirds, que desarrolla materiales inesperados a base de fibra de eucalipto, caña de azúcar o lana merino, para acelerar su transición ecológica hacia la neutralidad del carbono: pronto se lanzará un modelo de zapatilla deportiva de alto rendimiento y comodidad, fruto de esta reciente colaboración.
Sin embargo, este nuevo desarrollo no es más que la guinda del pastel de un compromiso más profundo, iniciado hace cinco años con la red Parley.
Esta organización ha formado alianzas con socios importantes como es el caso de Adidas, pero también de Anheuser Busch InBev (Corona) y American Express; World Bank, el SACEP (Programa Cooperativo de Asia Meridional para el Medio Ambiente), Afganistán, Bangladesh, Bhután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.
También cuenta con colaboradores de los sectores de la ciencia, el arte, el diseño, el entretenimiento y la exploración del espacio y los océanos. La organización se centra principalmente en la elaboración de proyectos para detener la destrucción de los océanos y, en términos más generales, para poner fin a la crisis mundial de los plásticos.
La asociación se presentó por primera vez a las Naciones Unidas en 2015 en Nueva York en un acto titulado “Oceans. Climate. Life.” en el que Cyrill Gutsch, fundador y director general de Parley, presentó su estrategia para poner fin a la contaminación de los plásticos marinos.
Esta estrategia se basaba en tres pilares: los dos primeros pilares son clásicos, es decir evitar el uso de plásticos siempre que sea posible y recuperar los residuos plásticos del medio ambiente.
El tercer pilar es más singular: la idea es repensar los plásticos inventando nuevos materiales. Adidas y Parley presentaron un zapato con la parte superior hecha de filamentos de residuos plásticos y redes de pesca ilegales que fueron recuperados y reciclados – pionera en la industria.
Un objetivo claro
Desde entonces, la colaboración ha liderado la eco-innovación en la industria y está impulsando un movimiento global a favor de los océanos a través del deporte. “No basta con cambiar la forma en que hacemos las cosas. Tenemos que cambiar la forma en que actúa toda la industria”, dice James Carnes, Vicepresidente de Estrategia de Marca de Adidas.
Durante los últimos cinco años, Adidas ha ido eliminando progresivamente el poliéster virgen de sus productos y para finales de 2020, más del 50 por ciento del poliéster utilizado en los productos de la compañía provendrá del reciclaje. El objetivo es eliminar progresivamente el poliéster virgen de todos sus productos para 2024.
“Dada la magnitud de los problemas que estamos abordando, sentimos que nunca podemos hacer lo suficiente o lo suficientemente rápido. Sin embargo, en retrospectiva, lo que hemos logrado con Adidas es un milagro. En los últimos cinco años, hemos demostrado la validez de la estrategia AIR de Parley. Ahora, más que nunca, necesitamos que ocurra la Revolución de los Materiales. Tenemos diez años por delante para terminar la era tóxica que hemos creado. Para sobrevivir, necesitamos estar unidos como especie y colaborar con la naturaleza”, explica Cyrill Gutsch, CEO y fundador de Parley.
Desde un punto de vista industrial, Adidas ha limitado el uso del plástico siempre que ha sido posible. Sin embargo, la singularidad de la asociación entre Adidas y Parley es ante todo el deseo de estar a la delantera en la Revolución de los Materiales. No se trata simplemente de querer reducir el consumo de plástico, sino de identificar, evaluar y financiar el desarrollo de materiales que puedan reemplazar el plástico y otros materiales dañinos, tóxicos o sobreexplotados.
¿El comienzo de una nueva era? Para celebrar el aniversario de su asociación, Adidas y Parley han lanzado el Adidas ParleyUltraBOOST DNA, un zapato basado en el prototipo histórico que se presentó en 2015.