Así es el material que amenaza con absorber la atmósfera y sustituir a los árboles por el CO2
Con solo 200 gramos de este compuesto, se puede absorber la misma cantidad de CO2 que un árbol durante un año.
Un material podría poner en riesgo la atmósfera al absorber y reemplazar a los árboles en la captura de CO2. Si el descubrimiento de un almacén de CO2 por parte de la NASA te sorprendió, lo que sigue no te lo puedes perder. Existen dos enfoques principales para combatir el calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero y avanzar hacia los objetivos climáticos establecidos por las Naciones Unidas. El primero consiste en reducir las emisiones de carbono, promoviendo la electrificación de todos los sectores y el desarrollo de nuevas fuentes de energía limpias y renovables. El segundo enfoque se basa en eliminar el carbono presente en la atmósfera.
El dióxido de carbono (CO2), también conocido como anhídrido carbónico, es un gas incoloro e inodoro que se encuentra en la atmósfera en una concentración aproximada de 380 partes por millón (ppm). Aunque no es tóxico en niveles normales, puede afectar la calidad del aire y el confort humano en espacios cerrados cuando se acumula en concentraciones elevadas. Se genera principalmente a través de la combustión de combustibles fósiles como el carbón, los derivados del petróleo y la biomasa, así como por la respiración aeróbica de los seres vivos.
Así es el material que amenaza con absorber la atmósfera y sustituir a los árboles por el CO2
Aunque el CO2 no es tóxico para la salud humana, en concentraciones elevadas en espacios cerrados puede desplazar el oxígeno, lo que provoca fatiga y malestar. Bajo estas circunstancias, ha surgido un material que amenaza con absorber la atmósfera y sustituir a los árboles en la captura de CO2.
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Un innovador material revolucionó la tecnología de captura de carbono. Con solo 200 gramos de este compuesto, se puede absorber la misma cantidad de CO2 que un árbol durante un año. Conocido como COF-999, este material supera a otros en su capacidad para capturar carbono directamente del aire. Además, soporta hasta 100 ciclos de captura, liberando el CO2 para su almacenamiento o reutilización.
El descubrimiento fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley. Este nuevo material no solo es eficiente en condiciones de alta concentración de CO2, sino que también mantiene su rendimiento incluso en las bajas concentraciones presentes en el aire ambiente.
El COF-999 tiene una estructura cristalina porosa, cuyas cavidades regulares amplifican su superficie para capturar CO2 de manera más eficiente. Estos poros están recubiertos por grupos amina (NH2), que se unen químicamente al dióxido de carbono a medida que este pasa a través del material. Además, el COF-999 es reutilizable: al calentarlo a 60 grados Celsius, libera el CO2 que capturó.
El gas atrapado puede almacenarse bajo tierra o reutilizarse en la producción de combustibles sintéticos, bebidas carbonatadas o cemento endurecido. El material es capaz de soportar hasta 100 ciclos de captura. Los investigadores realizaron pruebas en condiciones reales, haciendo pasar aire del exterior de Berkeley a través del COF-999. Durante estas pruebas, observaron que el material eliminaba todo el CO2 del ambiente y permanecía químicamente estable después de varios ciclos de uso.
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En su estudio publicado en Nature, los expertos señalaron que solo 200 gramos de COF-999 tienen la capacidad de absorber hasta 20 kilogramos de CO2 en un año, lo que equivale a la cantidad de dióxido de carbono que captura un árbol promedio en ese mismo período.
Omar Yaghi, el químico principal en el desarrollo de esta tecnología, afirmó que “no existe nada comparable en cuanto a rendimiento”. “Es un avance significativo en nuestros esfuerzos para enfrentar el problema climático”, agregó. Por su parte, Zihui Zhou, estudiante de doctorado en Berkeley y autora principal del estudio, destacó: “Si queremos reducir la concentración de CO2 y devolverla a niveles de 300 o 400 partes por millón, debemos recurrir a la captura directa del aire”.
Actualmente, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es de 420 ppm, pero se prevé que alcance entre 500 y 550 ppm antes de que las tecnologías de captura de carbono se implementen a gran escala.
Este material, por lo tanto, representa una amenaza para la atmósfera y podría reemplazar a los árboles en la captura del CO2. Una posible solución que se alinea con la meta de MITECO de reducir el 50% de las emisiones de CO2 en su sede como parte de un esfuerzo ejemplar.