Nueva Zelanda prohibirá los “químicos para siempre” en cosmética: de qué se trata
La normativa entrará en vigoren diciembre de 2026 y posiciona al país oceánico a la vanguardia de las naciones comprometidas con la eliminación de sustancias dañinas para la salud.
Las autoridades de Nueva Zelanda marcaron un hito en la protección medioambiental y la salud pública al anunciar la prohibición de los conocidos “químicos para siempre” en productos cosméticos a partir del 2027.
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Esta medida, liderada por la Autoridad de Protección Medioambiental neozelandesa (EPA), entrará en vigor el 31 de diciembre de 2026, posicionando al país oceánico a la vanguardia de las naciones comprometidas con la eliminación de sustancias dañinas para la salud.
Los “químicos para siempre”, técnicamente perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), se utilizan ampliamente en productos cosméticos como esmalte de uñas, crema de afeitar, lápiz labial y rímel debido a su capacidad para suavizar la piel y hacer que los productos sean más duraderos y resistentes al agua. Sin embargo, su resistencia a la degradación ambiental y su potencial toxicidad a altos niveles han generado preocupaciones significativas.
Por qué son tóxicos
El doctor Shaun Presow, gerente del departamento de Reevaluación de Sustancias Peligrosas de la EPA, advierte sobre los riesgos asociados con los PFAS: “Sabemos que estos químicos no se descomponen fácilmente, pueden acumularse en nuestro cuerpo y algunos pueden ser tóxicos en niveles altos”. Estudios recientes han relacionado los PFAS con cánceres, defectos de nacimiento y efectos negativos en los sistemas inmunológicos de humanos y animales, así como la contaminación de fuentes de acuíferos.
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La EPA neozelandesa ha tomado medidas decisivas para proteger a sus ciudadanos y al medio ambiente, actuando con prudencia ante cualquier riesgo potencial al prohibir estos químicos en productos cosméticos. Aunque se ha encontrado una pequeña cantidad de PFAS en estos productos, la autoridad ha optado por una estrategia preventiva.
Esta prohibición es parte de una respuesta más amplia para salvaguardar contra los productos químicos peligrosos, que incluye pruebas de niveles de PFAS en el medio ambiente y la eliminación gradual de las espumas contra incendios que contienen PFAS. Con esta medida pionera, Nueva Zelanda envía un claro mensaje sobre su compromiso con la salud pública y la protección del medio ambiente, estableciendo un estándar global para la regulación de productos cosméticos.