El plan del Gobierno para convertir a la minería en un negocio sustentable
Plantea desarrollar el potencial minero con un estricto cuidado del ambiente. Los ejes centrales que pondrán en marcha.
A través del programa Argentina Productiva 2030, el Gobierno busca transformar el entramado productivo del país con vistas a mejorar los indicadores sociales, económicos y ambientales. Propone como metas generales a 2030 la reducción de la pobreza a la mitad, la disminución de la indigencia en un 70%, la baja del desempleo al 5%, la creación de más de 3,5 millones de puestos de trabajo registrados en el sector privado y de más de 100.000 nuevas empresas.
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También, la disminución de las tres grandes desigualdades que tiene el país (las territoriales, las de ingresos y las de género) y la baja del impacto ambiental de las actividades productivas.
Para lograr tales grandes metas, el Plan Argentina Productiva 2030 está organizado en 11 misiones productivas, concepto que refiere a que la resolución de diferentes problemáticas (no necesariamente económicas, sino también sociales y ambientales, como el cambio climático, el acceso a la salud, la defensa nacional, las brechas digitales, etc.) puede ser una oportunidad también para la creación de capacidades tecnológicas y la transformación virtuosa de la matriz productiva, para lo cual es necesario el trabajo coordinado entre sector público y privado y entre diferentes sectores productivos.
Una de esas misiones es la desarrollar el potencial minero argentino con un estricto cuidado del ambiente a través de la mejora persistente de las prácticas productivas, la transparencia y la participación de comunidades locales para una industria que tiene un gran potencial para generar las divisas necesarias para que el crecimiento del PBI y la mejora de los indicadores sociales sea macroeconómicamente sostenible.
Según un documento elaborado por el Poder Ejecutivo, “la minería es una actividad federal (más del 90% del empleo se da fuera del AMBA), altamente formal y de salarios altos, con minerales que son un insumo fundamental para la transición a las energías limpias y para la digitalización de las sociedades”.
Los fundamentos de esa misión se basan en comprender que la transición hacia una matriz energética de menores emisiones de carbono para mitigar el cambio climático está impulsando la demanda de una amplia variedad de minerales, entre los que se incluyen el litio, el cobre, el cobalto, el grafito, el níquel y las tierras raras, entre otras.
Esto ocurre porque las tecnologías que permiten la transición energética –como vehículos eléctricos, turbinas eólicas, paneles solares– necesitan de minerales para poder funcionar.
Asimismo, la digitalización de las sociedades también incrementa la demanda de minerales, incluyendo varios de los mencionados y otros como plata, platino u oro, entre otros, que son utilizados como insumos en dispositivos electrónicos.
El informe asegura que “la Argentina tiene una gran oportunidad para que la minería termine de dar el salto que no logró completar en las últimas décadas, particularmente si se compara con otros países de la región como Chile y Perú, en donde la actividad se desarrolló notablemente más”.
En este contexto, el objetivo de esta misión es potenciar las virtudes y el aporte al desarrollo de la minería argentina (generación de divisas y recaudación, empleo formal de altos salarios, descentralización territorial, desarrollo de proveedores) y en simultáneo contribuir a abordar sus principales desafíos socio ambientales.
Ejes de políticas públicas
La misión se desagrega en cuatro grandes proyectos de política pública:
- Proyecto 1: Promover la inversión y desbloquear el potencial geológico-minero argentino.
- Proyecto 2: Desarrollar proveedores nacionales en la cadena de valor de la minería.
- Proyecto 3: Generar empleo local, inclusivo y de calidad.
- Proyecto 4: Fortalecer los instrumentos de gobernanza socio ambiental de la minería.
Según el informe oficial, los cuatro proyectos procuran abordar problemáticas como las de mejorar el marco regulatorio y el sistema de incentivos para atraer inversiones mineras y potenciar las oportunidades que el país tiene dada su geología.
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También, analizar en detalle cómo mejorar los incentivos para lograr un mayor desarrollo de proveedores, principalmente en aquellos segmentos de mayor intensidad de conocimiento e innovación (como los industriales o los de los servicios basados en el conocimiento). En el caso del Proyecto 3, aborda la cuestión del empleo, apuntando a la dimensión local, de género y con vistas a mejorar más las condiciones laborales.
En tanto, el proyecto 4 se detiene en cómo mejorar la gobernanza socio ambiental de la minería, con vistas a fortalecer las capacidades del Estado y los mecanismos de participación ciudadana para controlar sus potenciales impactos ambientales.
Metas a largo plazo
El extenso documento, que fue elaborado por funcionarios del Ministerio de Economía, propone 22 metas a 2030 como la de incrementar un 80% el empleo formal directo respecto a los niveles de 2021 (33.348 puestos).
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De esta manera, se alcanzarían los 60.000 puestos de trabajo asalariados formales (casi más de 27.000 respecto a 2021). “Dado que la suba del empleo asalariado registrado en las empresas proyectada por el Plan Argentina Productiva 2030 es del 32%, esto implica que la minería gane participación en el total del empleo formal, pasando del 0,5% en 2021 al 0,7% a 2030”, añade el paper.
Se espera que, de la mano de la transición energética, el segmento más dinámico sea el de minería metalífera y litio, que más que duplicaría su nivel de empleo directo, alcanzando los 23.000 puestos formales en 2030 (casi más de 12.000 respecto a 2021).
Se prevé también que mejore la calidad del empleo en la minería, a partir de un incremento de las ocupaciones con calificación profesional y técnica, que pasarían del 47% en 2016-2021 al 60% para 2030.
A su vez, se propone como meta una reducción en las horas trabajadas en la semana de al menos el 10%. En materia de divisas, se propone un profundo dinamismo, alcanzando los u$s19.174 millones en exportaciones mineras para 2030, cifra que casi sextuplica los guarismos de 2021.
De este modo, la minería contribuiría con el 17% del incremento de las exportaciones previsto para 2030 y que es una de las condiciones de posibilidad para las mejoras económicas y sociales generales previstas en el Plan Argentina Productiva 2030.
Se prevé también un mayor dinamismo de las provincias mineras, cuyo crecimiento del empleo asalariado registrado en las empresas crecería en 50% o 18 puntos por encima de la media nacional.
De esta manera, la incidencia de estas provincias en el total del empleo formal nacional pasaría del 5,7% al 6,5%. “Vale aclarar que esta meta se hizo considerando las provincias actualmente más mineras (Santa Cruz, San Juan, Jujuy, Salta y Catamarca) aunque si la actividad se desarrollara con mayor fuerza en otras regiones dicho guarismo sería mayor”, agrega el documento.
Se proyecta también que, gracias a políticas para la mejora del empleo local, suba el porcentaje de trabajadores mineros que vive en la misma provincia en la que trabaja, pasando del 72% al 80%.
Gracias al desarrollo de la actividad y del empleo directo e indirecto asociado, se vislumbra una baja de la pobreza en las provincias mineras superior a la prevista a nivel nacional, alcanzando en 2030 a un 16% de la población provincial (a nivel nacional, se proyecta que dicha cifra será
del 18%).
Nuevos incentivos
La mejora del sistema de incentivos y, particularmente, de desarrollo de proveedores también forman parte del plan oficial ya que permitirían incrementar el porcentaje de la facturación de las empresas mineras que va a proveedores nacionales del 51% (dato de 2019) al 54%, con los proveedores industriales ganando terreno (pasando del 24% del total del gasto en proveedores al 32%).
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La mejora en la dimensión socio ambiental y las nuevas oportunidades brindadas por la transición energética por su parte permitirán incrementar el número de provincias con desarrollo de la actividad.
A su vez, se propone como meta alcanzar un 30% de energías renovables en las firmas mineras, cinco puntos por encima de lo previsto a nivel nacional en el Plan Nacional de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático publicado en 2022.
Por último, en materia ambiental, todavía existen déficits en materia de construcción de un sistema integrado de indicadores. Se propone de este modo como meta tener a 2024 un sistema integrado de indicadores ambientales sobre minería.
Dicho sistema permitiría fijar líneas de base comparables para establecer metas consolidadas a 2030.
