En la liga de Grecia, un equipo acusó al cambio climático de haber achicado un arco de fútbol y debieron suspender el partido
El encuentro que debían disputar el AEK de Atenas, dirigido por el argentino Matías Almeyda, y Atromitos FC por la Superliga local no se pudo jugar.
En la Superliga de Grecia, un insólito momento influyó para que primero retrasen el partido y, luego, lo suspendan. ¿Qué pasó? Uno de los arcos en el Peristeri Municipal Stadium no tenía la altura reglamentaria y medía entre 3 y 5 centímetros menos que los 2.44 metros que exige la FIFA.
Por la Fecha 21, Atromitos FC y el AEK de Atenas, que dirige el argentino Matías Almeyda. A raíz de esta seria anomalía, el equipo visitante inició las protestas al árbitroEvangelos Manouchos, quien les otorgó media hora a los empleados del local para solucionar el inconveniente y emparejar los arcos, pero no hubo caso.
Lo cierto es que el encuentro no se jugó y tampoco tiene fecha de reprogramación por el momento.“El partido entre Atromitos y AEK nunca empezó por la inadecuación del campo”, comunicó el club damnificado.
“Antes de la hora prevista de inicio del partido, nuestro equipo comprobó que la distancia de altura de los postes horizontales de los dos arcos desde el suelo era anormal, lo que se señaló a través de una objeción al árbitro del partido”, agregaron.
“El control realizado por Evangelos Manouhos confirmó el problema en los dos arcos, que no se subsanó en el tiempo reglamentario de 30 minutos, según certificó un nuevo control, por lo que el árbitro se retiró al vestuario y cerró el partido, manifestando que el encuentro no se realizó por irregularidad del terreno de juego”, expresaron.
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La institución local también emitió un comunicado sobre lo sucedido y aclaró que no hubo mala fe: “Atromitos, responsable de la celebración de los partidos en Peristeri, lleva más de 15 años organizando partidos de Super League con absoluta perfección y constancia, tiempo durante el cual también ha recibido felicitaciones de la UEFA por el nivel de organización en partidos de nivel Europa League”, remarcaron.
“Al mismo tiempo, en el mismo período, se han albergado partidos de equipos nacionales pequeños, que Atromitos se sintió honrado de ceder su estadio siguiendo las solicitudes pertinentes de la Federación Helénica de Fútbol”, añadieron.
Incluso, culpó a su rival de querer sacar ventaja deportiva: “El AEK presentó una objeción por la irregularidad del terreno de juego, su único objetivo no era solo no competir, obviamente por la apretada agenda que tiene por delante en el campeonato y la Copa de Grecia, sino conseguir el partido y los tres puntos en el escritorio. Nunca, a lo largo de todo el proceso, existió la intención y voluntad de los dirigentes del AEK de celebrar un partido, que se disputaría en condiciones normales de fútbol y sobre todo en igualdad de condiciones para ambos equipos”.
Además, los directivos del AEK sostienen que el cambio climático y las bajas temperaturas que azotan la región pudieron haber provocado “una desviación de 1.5 centímetros la distancia del poste con la línea de meta” a raíz del movimiento de la tierra.
Por último, el AEK se encuentra a un punto del líder Panathinaikos y, además, jugará el jueves 9 de febrero la ida de las semifinales de la Copa de Grecia ante Olympiakos, por lo que el descanso le vendrá bien al conjunto del Pelado.