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Industria alimenticia

Descubrieron un material a base de plantas que podría reemplazar al plástico en envases de alimentos

Un equipo de científicos desarrolló un sistema biodegradable y antimicrobiano que podría reemplazar a los envoltorios más contaminantes.

A medida que los costos de los alimentos siguen en aumento y se avecina una crisis alimentaria mundial, es asombroso pensar que entre el 30 y el 40% del suministro de alimentos de los Estados Unidos termina en los tachos de basura, sobre todo, debido al deterioro. Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende que las enfermedades transmitidas por los alimentos por contaminación microbiana generan unas 420 mil muertes al año en todo el mundo.

¿Qué pasaría si hubiera una forma de envasar alimentos frescos que pudiera prolongar su vida útil y eliminar la contaminación microbiana? Ahora, investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard (SEAS) y la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard desarrollaron un sistema de envasado de alimentos biodegradable y antimicrobiano que hace ambas cosas.

“Uno de los mayores desafíos en el suministro de alimentos es la distribución y la viabilidad de los alimentos en sí mismos”, subrayó Kit Parker, profesor de bioingeniería y física aplicada de la Tarr Family en SEAS y autor principal del artículo publicado en Nature Food. 

“Estamos aprovechando los avances en la ciencia de los materiales y el procesamiento de materiales para aumentar tanto la longevidad como la frescura de los alimentos y hacerlo en un modelo sostenible”, remarcó.

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El nuevo sistema de envasado de alimentos tiene sus raíces en la medicina del campo de batalla, ya que durante más de una década, Parker y su Grupo de Biofísica de Enfermedades, han estado desarrollando fibras antimicrobianas para apósitos para heridas. Su plataforma de fabricación de fibra, conocida como Rotary Jet-Spinning (RJS), fue diseñada específicamente para este propósito.

Cómo funciona el nuevo invento

RJS funciona como una máquina de algodón de azúcar: una solución de polímero líquido se carga en un depósito y se expulsa a través de una pequeña abertura mediante la fuerza centrífuga a medida que el dispositivo gira. 

A medida que la solución sale del depósito, el solvente se evapora y los polímeros se solidifican para formar fibras, con diámetros controlados que van desde la microescala hasta la nanoescala.

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Para hacer que las fibras sean seguras para los alimentos, el equipo recurrió a un polímero conocido como pululano, un polisacárido comestible, insípido y natural que se usa comúnmente en refrescantes de aliento y mentas. 

Los investigadores demostraron la técnica envolviendo un aguacate con fibras de pululano. El resultado se asemeja a una fruta envuelta en telaraña.

Alimentos más sostenibles

Este sistema de envasado de alimentos antimicrobiano y biodegradable no es la primera incursión del Grupo de Biofísica de Enfermedades para hacer que nuestro sistema de suministro de alimentos sea más sostenible. 

El grupo de Parker utilizó su sistema RJS para cultivar células animales en andamios de gelatina comestible que imitan la textura y consistencia de la carne. 

Dicha tecnología fue autorizada por Tender Food, una empresa nueva con sede en Boston que tiene como objetivo combatir el enorme impacto ambiental de la industria cárnica mediante el desarrollo de una nueva generación de productos cárnicos alternativos a base de plantas que tienen la misma textura, sabor y consistencia que la carne real.

Fecha de publicación: 07/07, 5:36 pm