Dos argentinas crearon una marca de carteras hechas con silobolsas y plásticos reciclado y planean triplicar las ventas

Los silobolsas que alguna vez protegieron granos bajo el sol del campo, junto con una cantidad de plásticos destinados al desecho, encuentran una nueva vida en Bolsa Red, el emprendimiento chubutense que convierte estos residuos en carteras y accesorios con diseño y un fuerte compromiso con el medioambiente. Cada pieza de esta propuesta, fundada por Cintia Verónica Rebour y Luciana Varela, está compuesta en un 95% por materiales reciclados. Este año, el proyecto tiene como objetivo triplicar sus ventas y comenzar a exportar desde su taller en Puerto Madryn.

Rebour y Varela se conocieron en la escuela secundaria y compartieron su pasión por el diseño al estudiar juntas la carrera de Diseño de Indumentaria. Ambas nacieron y crecieron en Bella Vista, provincia de Buenos Aires, pero sus caminos las llevaron a Puerto Madryn por diferentes razones: Luciana se mudó primero, tras casarse en 2012 con un chubutense, mientras que Cintia se trasladó con su familia luego de la pandemia, buscando un entorno más tranquilo y cercano a la naturaleza.

Reencontradas en la Patagonia, las amigas unieron fuerzas para emprender un proyecto que reflejara sus valores y creatividad. «Queríamos hacer algo bien diferente, algo que no tenga que ver con el diseño de producción a mansalva y de la venta impulsada por la moda y la tendencia. Bolsa Red es el equilibrio entre el diseño y la sustentabilidad, con su pata medioambiental y social», dice Varela sobre el propósito de Bolsa Red.

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Cada uno de los detalles en sus carteras, mochilas y bolsos tiene un carácter único. Las manijas, botones y hebillas, por ejemplo, están fabricadas con Polietileno de Alta Densidad (PEAD), un plástico comúnmente encontrado en botellas y tapitas. Este material, clasificado como número 2, pasa por un meticuloso proceso: es recolectado por el taller protegido Todo para Ellos en Necochea, donde se clasifica por tipo y color, se muele y se limpia. Posteriormente, las empresas Necologica y Re Accionar lo transforman en placas, que luego son cortadas con precisión para crear los distintivos detalles de Bolsa Red.

El otro pilar del diseño son las silobolsas desechadas por el campo. Este material resistente e impermeable pasa por un largo proceso de recuperación: primero se corta y lava para eliminar impurezas, y luego viaja a Puerto Madryn, donde se termofusiona para lograr un material renovado y durable. «La idea es que no se note que el material es reciclado», explican las fundadoras, quienes destacan que la técnica no solo aporta resistencia, sino también una estética impecable.

Entre sus mayores logros, se destaca haber obtenido el Sello Buen Diseño Argentino, que distingue a productos nacionales por su innovación, sustentabilidad y calidad. «Es un reconocimiento al esfuerzo y al impacto positivo que buscamos generar», afirman las fundadoras.

De uniformes a un sueño sostenible

Sin recursos para financiar su idea y gracias a un cliente que pagó por adelantado, Cintia y Luciana decidieron empezar a fabricar uniformes para empresas y colegios como un medio para recaudar fondos  y financiar el emprendimiento. «Todo lo que ingresaba lo destinábamos al desarrollo de Bolsa Red», recuerdan. Así, durante dos años equilibraron el diseño de uniformes con la investigación y desarrollo que requería su emprendimiento de triple impacto. Finalmente, en septiembre de 2023, lograron debutar en la feria Puro Diseño, donde presentaron sus productos por primera vez y vendieron las primeras unidades.

Además de las socias, el equipo de Bolsa Red está formado por tres personas y trabaja de manera horizontal, con cada miembro asumiendo la responsabilidad de sus propias tareas. Asimismo, las fundadoras participan activamente en la difusión del reciclaje y la conciencia ambiental, ofreciendo charlas, talleres y capacitaciones en escuelas, universidades y otras instituciones.

El esfuerzo y la innovación que las socias le dedicaron a Bolsa Red  fue ampliamente reconocido. Ganaron $12.000.000 en el concurso FedEx, les asignaron un Aporte No Reembolsable (ANR) de $8.000.000 del Estado y un fondo de capital semilla de u$s5.000 del programa Diseño Argentino Exponencial (DAE). «Estos recursos nos permitieron optimizar procesos, mudarnos a este espacio, bancar toda esta estructura y proyectar la marca», dice orgullosa Varela.

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Actualmente, Bolsa Red cuenta con 16 productos en su catálogo y en 2024 lograron vender alrededor de 2.500 unidades. Para 2025, planean triplicar esa cifra gracias a su nueva unidad de negocio: la venta a empresas, bajo un modelo de negocio B2B. Esta estrategia les permite colaborar con compañías interesadas en ofrecer regalos corporativos sustentables, ampliando así su alcance e impacto. Entre las empresas con las que ya trabajan se encuentran Banco Galicia, Aluar, el Puerto de Puerto Madryn y Estancia La Negra. «Como están en proceso de cambio de branding, estamos recuperando sus marquesinas y con las lonas les estamos haciendo diferentes productos para sus colaboradores, desde materas hasta fundas para notebook y luncheras», detalla Rebour con relación al banco.

En Buenos Aires, los productos de Bolsa Red se pueden encontrar en la tienda del Museo Malba y, próximamente, en Rooms, una casa de diseñadores en Almagro. Además, están disponibles en todo el país a través de su tienda online y, para los vecinos de Puerto Madryn, directamente desde el taller.

Desde Puerto Madryn, estas amigas diseñadoras siguen trabajando con las silobolsas para transformar residuos en oportunidades y demostrar que con materiales reciclados  también puede ser sinónimo de diseño e innovación. Con esta iniciativa y sus logros, su objetivo para este año incluye también salir al mundo concretando las primeras exportaciones. Así, un poco del campo argentino podrá llegar quién sabe cuán lejos. «Nos plantamos metas reales y posibles, lo mismo que le recomendamos a cualquier emprendedor», concluyen las socias de Bolsa Red.