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Turismo

Ni Cañuelas ni Chivilcoy: el pueblo a 90 minutos del Obelisco ideal para desconectar de la rutina

La ciudad cuenta con una propuesta gastronómica destacada, ya que los habitantes de se enorgullecen de preparar las mejores empanadas bonaerenses.

Cada vez son más las personas que, abrumadas por el estrés cotidiano, optan por desconectar y aprovechar al máximo el fin de semana con escapadas a destinos cercanos que ofrecen diversos atractivos para relajarse. A solo una hora y media del Obelisco, en Buenos Aires, Navarro se presenta como una excelente opción para quienes buscan descanso, contacto con la naturaleza y actividades recreativas.

Además, la ciudad cuenta con una propuesta gastronómica destacada, ya que los habitantes de Navarro se enorgullecen de preparar las mejores empanadas bonaerenses. Cada temporada, celebran una fiesta especial en honor a este delicioso manjar local.

El pueblo a 90 minutos del Obelisco ideal para desconectar de la rutina

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Dónde queda Navarro y cómo llegar

Ubicada a 125 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Navarro ofrece una impresionante laguna, tres encantadores parajes rurales y la posibilidad de realizar turismo religioso.

Para llegar, desde el centro de la ciudad se puede tomar el Acceso Oeste hasta el kilómetro 62, donde se conecta con la Ruta Nacional 5. Luego, basta con tomar la salida hacia la Ruta 47, que lleva directamente a Navarro. Otra opción es viajar por la Autopista Cañuelas, tomar la ruta 205 hasta Lobos y luego conectar con la ruta 41.

A solo 500 metros de la plaza principal de Navarro se encuentra la Laguna de Navarro, que abarca 180 hectáreas y tiene una profundidad promedio ligeramente superior al metro. Sus aguas son ideales para nadar, bucear y practicar deportes náuticos como kayak, canotaje, windsurf o kitesurf.

Qué hacer en Navarro

Este es también un lugar perfecto para descansar, leer, disfrutar de la naturaleza, observar aves autóctonas o dar caminatas. Para acceder a todas estas actividades, es necesario ingresar al camping municipal, donde se encuentran mesas, parrillas y baños disponibles para los visitantes.

Rodeada de flora y fauna, Navarro es ideal para el descanso en familia

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Otra de las grandes atracciones de este tranquilo paraíso son sus tres pequeños parajes rurales: Las Marianas, Villa Moll y J.J. Almeyra. Estos mantienen un estilo tradicional que ha perdurado a lo largo del tiempo, ofreciendo una experiencia única para quienes deseen hacer un fascinante viaje al pasado.

En cada uno de estos parajes hay lugares que merecen ser recorridos con calma y explorados en profundidad. Entre las opciones, destacan las visitas guiadas al Fortín San Lorenzo, al parque biográfico Manuel Dorrego y al museo histórico Alfredo Sabaté.

Los amantes de la gastronomía no pueden dejar de probar la famosa empanada bonaerense en Navarro. En Villa Moll se celebra cada año la Fiesta de la Empanada, un evento que honra esta especialidad del pueblo, conocido por tener las más sabrosas de toda la provincia.

Cada local prepara las empanadas a su manera, ofreciendo opciones para todos los gustos: más jugosas, con o sin aceitunas, al estilo salteño o con carne cortada a cuchillo. Durante la fiesta, los visitantes también disfrutan de música en vivo, bailes, una feria y otras actividades.

En cuanto al turismo religioso, el principal templo de Navarro es la parroquia San Lorenzo Mártir, cuya construcción comenzó en 1864 sobre el sitio donde se hallaban el primer oratorio y tres capillas anteriores, datadas de 1798. De estilo jónico romano, la iglesia cuenta con tres naves y dos torres, y en su interior alberga piezas de arte sacro, como el Cristo del altar mayor, una escultura de madera de las misiones jesuitas que tiene más de 400 años de antigüedad.

En el atrio se encuentra la campana del primer oratorio, fundida en Ámsterdam a finales del siglo XVIII, y que fue la misma que tocó para anunciar el duelo por el fusilamiento del gobernador de Buenos Aires, coronel Manuel Dorrego. También se exhibe la cruz que coronaba la última capilla demolida en el lugar, que marcó la presencia de la casa de Dios desde 1838 hasta su demolición en 1864.

Fecha de publicación: 12/02, 7:57 am