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Toyota y Amazon unen fuerzas para desarrollar vehículos conectados: ¿en qué consiste la alianza?

El fabricante de vehículos japonés Toyota y la estadounidense Amazon anunciaron hoy una nueva colaboración orientada al desarrollo e implementación de servicios de movilidad para la flota de modelos conectados en la nube de la empresa nipona.

La colaboración se desarrollará a través de Amazon Web Services (AWS), la plataforma de computación en la nube de Amazon.com, “para encarar el desafío de procesar y analizar los datos de operaciones de la flota mundial de vehículos conectados de Toyota”, explicaron ambas compañías en un comunicado conjunto.

Apoyándose en la experiencia en computación de AWS, Toyota busca recopilar datos de esos modelos para aplicarlos al diseño y desarrollo de vehículos y nuevos servicios, como coches compartidos, viajes compartidos, arrendamientos o notificaciones de mantenimiento y hábitos de conducción para particulares y empresas, detallaron.

“La ampliación de nuestro acuerdo con AWS para fortalecer nuestra plataforma de datos de vehículos será muy beneficiosa para las actividades de CASE dentro de Toyota”, dijo el director de seguridad de la información, Shigeki Tomoyama, sobre la nueva colaboración.

CASE es el acrónimo en inglés de “conectado, autónomo, compartido y eléctrico”, y es el término usado en la industria para referirse a los modelos de nueva generación, con mayores funciones tecnológicas y adecuados a las normativas medioambientales más estrictas.

El consejero delegado de Amazon Web Services, Andy Jassy, señaló, por su parte, que la alianza ayudará a Toyota a “innovar rápidamente” en ese sector emergente.

La nueva estrategia de Toyota

La ansiedad de esperar hasta los 18 años para obtener la licencia de conducir y ser libres para manejar un auto por cualquier lugar de la ciudad hace tiempo pasó de moda. Hoy, los jóvenes no tienen esa prioridad, y lejos de pensar en llegar a comprar su primer vehículo invierten sus ahorros en viajes u otras experiencias placenteras.

La tendencia, que hace tiempo ya se viene manifestando en el mundo y observando claramente en los concesionarios, se acentúa cada día. Por ejemplo, en tiempos de pandemia, en los que se fortaleció el uso de medios digitales, ya popularizados entre las nuevas generaciones, tampoco se percibe un cambio de actitud ni hubo mayor acercamiento.

Lo cierto es que en diferentes concesionarios consultados por iProUP explican que la situación es tan alarmante para su negocio que hay poca renovación de público y, en general, quienes acuden a cambiar un vehículo son clientes que ya compraron alguna unidad en otro momento o bien alguno nuevo que le sacaron a la competencia. En definitiva, alguien que ya fue propietario de un coche.

 

Además, resaltan que prácticamente no entran jóvenes a los puntos de venta y ni siquiera reciben consultas online. Ante este panorama, las automotrices ya han puesto en marcha planes para adaptarse a este cambio de tendencia y en cómo captar clientes de otra forma. 

¿Qué significa esto? A falta de una demanda que tenga al auto como una primera necesidad, deberán seducir a las nuevas generaciones con el uso de este medio de transporte aggiornado a la era digital.

“El auto debe estar al servicio de los jóvenes, no los jóvenes al servicio del auto, lo que implica lavarlo, pagar el seguro, hacerle el service, tener al día los papeles”, explica a iProUP Juan Manuel, propietario de un concesionario Renault.

Por eso, las automotrices comenzaron a brindar otro tipo de servicios, como el de alquiler, aunque no en su formato tradicional. Esto significa que ofrecen un vehículo para usarlo por tiempo determinado, pero sin demasiados requisitos. Es decir, no hay obligación de devolverlo cumpliendo condiciones, sino que se puede dejar en cualquier lugar, sin nafta ni controles. Todo más rápido y práctico.

“El plan de alquilar un auto de forma convencional también quedó fuera de juego, y el hecho es facilitar la vida a la gente”, comentan a iProUP en otro punto de venta.

Qué piensan los jóvenes

El cambio de tendencia no tiene que ver con una falta de interés por aprender a manejar únicamente, sino que además está relacionado con cuestiones económicas y ambientales. 

Por un lado, mientras muchos jóvenes no llegan a comprar el auto propio, otros que sí tendrían el dinero evalúan cuánto necesitan por mes para mantenerlo. Una vez que hacen las cuentas, miden todo lo que podrían hacer con esa plata.

De esta manera, hacen cálculos y concluyen que les conviene usar un vehículo a demanda. Es decir, en el momento que lo necesitan, en lugar de afrontar los gastos fijos mensuales

También hay una cuestión ecológica que las nuevas generaciones están empezando a valorar. En este sentido, todo vehículo que sea eléctrico, como los monopatines, son vistos como más amigables.

Los jóvenes disfrutan de las experiencias.

Los jóvenes disfrutan de las experiencias y no piensan en su primer auto

Según una reciente investigación de Deloitte, esta tendencia es global y se manifiesta de forma creciente en Argentina. El informe destaca cómo las consecuencias de la pandemia han afectado a este segmento de la población y seguirán firmes con sus acciones, más aún en lo que respecta al ambiente, buscando que las empresas y gobiernos den prioridad a la sustentabilidad.

En el caso puntual de Argentina, con respecto a temas ecológicos, se advierte un cambio muy particular: más de la mitad de los encuestados (55%) creen que es demasiado tarde para reparar el daño causado por el cambio climático. 

Sin embargo, en la encuesta realizada en medio de la pandemia, la cifra se redujo y los muestra como esperanzados en que todavía hay tiempo para actuar y proteger el planeta. Estos dos factores −dinero y medio ambiente− influyen directamente en el interés de los jóvenes por el auto.  

Además, la falta de empleo, la vida online, el cambio en el estilo de vida, la forma en que las personas se transportan en las ciudades y el cambio en la percepción del auto como símbolo de estatus impactan fuertemente para que los “millennials” (los nacidos entre las décadas de los ’80 y ’90) posean menos interés que sus padres en manejar o incluso adquirir un coche.

“Los millennials no quieren tener un auto ya que prefieren consumir otras cosas como: experiencias”, aseguran en los concesionarios y automotrices. Estas experiencias, especialmente los viajes, son más importantes para los jóvenes que ahorrar parte de sus sueldos y destinar esos fondos a la compra de su primer coche.

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Fecha de publicación: 19/09, 12:12 pm