Qué son los agujeros de gusano y cómo un descubrimiento argentino podría probar su existencia
Investigadores del CONICET y de la UNLO desarrollaron un modelo para comprobar la posible existencia de los agujeros de gusano en el Universo.
Por primera vez, un equipo de astrofísicos del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) demostraron que los agujeros de gusano, objetos teóricos descritos por la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein, podrían emitir un tipo de flujo electromagnético.
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Este hallazgo, publicado en la revista The European Physical Journal C, abre una nueva puerta para confirmar la existencia de estos enigmáticos puentes en el espacio-tiempo.
Qué son los agujeros de gusano
Los agujeros de gusano fueron durante décadas un tema recurrente en la ciencia ficción, pero hasta ahora carecían de una evidencia concreta que respaldara su existencia en la naturaleza.
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La investigación, liderada por Gustavo Romero, investigador superior del CONICET y director del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), junto a Daniela Pérez y Milos Ertola Urtubey, también del IAR, revela que si un agujero de gusano rota sobre su eje -como lo hacen muchos cuerpos celestes-, podría generar un flujo de energía electromagnética detectable.
Un nuevo camino para descubrir agujeros de gusano
«Si un agujero de gusano rota, arrastra consigo los campos magnéticos ambientales, generando un flujo de energía electromagnética que podría ser observado», explicó Romero. «Ese flujo es colimado en la dirección del eje de rotación, formando dos chorros que emergen del objeto, de manera similar a los chorros producidos por agujeros negros en los centros de las galaxias activas y los quasars».
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Daniela Pérez añadió que este comportamiento es comparable al de los agujeros negros que rotan rápidamente. «Cuando un agujero negro rota, el espacio-tiempo circundante también rota, torciendo los campos magnéticos y expulsándolos en forma de chorros. Nos preguntamos si este mismo efecto podría ocurrir en un agujero de gusano, y la respuesta fue positiva», señaló la investigadora.
Un hallazgo que podría cambiar la astrofísica
Hasta ahora, las investigaciones sobre agujeros de gusano se habían centrado en los efectos de lente gravitacional y en la interacción de la materia al atravesarlos. Sin embargo, este nuevo descubrimiento introduce una forma inédita de rastrear estos objetos mediante la observación de flujos electromagnéticos.
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«Este trabajo aporta una herramienta concreta para buscar agujeros de gusano», destacó Pérez. «Ahora sabemos qué clase de señales debemos buscar en el cielo para confirmar su existencia.»
Romero concluyó que el estudio no solo podría probar la existencia de los agujeros de gusano, sino que también ampliaría el conocimiento sobre la naturaleza del espacio, el tiempo y la gravedad. «Como ya sugirió el físico Kip Thorne hace más de 30 años, si los agujeros de gusano existen, podrían conectar no solo regiones distantes del espacio, sino también diferentes momentos en el tiempo».
