Gymcognitivo: así es la «revolución del fitness» que mejora la memoria y la concentración
Se trata de una tendencia que hace décadas usan los deportistas de élite y que está llegando a los gimnasios. Cómo combina movimientos físicos con ejercicios de memoria, concentración y toma de decisiones.
Ya lo decía el proverbio clásico: “mente sana en cuerpo sano”. Cada vez hay más evidencia científica de que la actividad física contribuye al bienestar emocional; y a su vez, los pensamientos positivos y un cerebro ágil ayudan al buen funcionamiento del organismo y la salud en general.

En un contexto de envejecimiento poblacional y avance de las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y las demencias, es urgente prevenir el deterioro mediante el entrenamiento cognitivo y funcional.
Se trata de combinar ejercicios físicos y mentales para ejercitar la memoria, la concentración y la agilidad en la toma de decisiones. “Esta es una tendencia que ya está instalada entre los deportistas profesionales para mejorar su rendimiento en las competencias, pero de a poco está llegando a los gimnasios”, apunta Guillermo Vélez, director de MercadoFitness.
Algunos centros como Acumen, que abrió sus puertas en 2011 en el barrio de Núñez, se especializan en deportistas de élite pero también reciben a un público más amplio que busca mejorar su rendimiento físico e intelectual.
En este centro neurodeportivo las cintas de correr, colchonetas y mancuernas conviven con computadoras; y el equipo de profesionales incluye a profesores de educación física, neurólogos y psicólogos.

Por medio de ejercicios que incluyen tanto destrezas físicas (correr saltando obstáculos) como de concentración mental (memorizar una serie numérica), el método Acumen propone mantener cuerpo y mente sanos. «En un primer momento, estaba dedicado a deportistas profesionales. Pero cada vez vienen más ejecutivos y empresarios», dice Fernando Fossati, creador de la compañía que hoy se expande con franquicias en Argentina y Uruguay.
Enfoque holístico
“El ejercicio físico tiende a mejorar la memoria espacial y la velocidad de procesamiento. Y la estimulación cognitiva mejora la resolución de problemas y la inteligencia fluida. También se ha demostrado que el ejercicio físico y la estimulación cognitiva combinados son más beneficiosos para el cerebro que cada uno de ellos en forma individual”, dice Julián Bustín, integrante del Programa de Entrenamiento Cognitivo de INECO (Instituto de Neurociencias Cognitivas).
En 2019, la entidad inauguró en su sede de la ciudad de Buenos Aires un espacio de entrenamiento combinado físico y cognitivo a cargo de profesores de educación física, terapeutas recreacionales y neuropsicólogos.

Allí se ofrecen programas personalizados que combinan actividad física y cognitiva con equipamiento específico; y también clases grupales que incorporan la interacción social.
Hoy, la mitad de los argentinos mayores de 50 años realiza actividad física de manera regular, según el Observatorio Social del Deporte. Sin embargo, “el entrenamiento a partir de esta etapa debería combinar ejercicios físicos con desafíos cognitivos”, recomienda Marzo Grigoletto, doctor en Ciencias del Deporte.
Mario Di Santo, licenciado en Educación Física y especialista en neurociencias, explica que “cuando, además de hacer ejercicio físico resolvemos actividades cognitivas, se activan las áreas ejecutivas de la corteza cerebral. Hay gran cantidad de ejercicios que integran las funciones motoras y los procesos mentales. Por ejemplo, se pueden realizar sentadillas mientras se recuerdan los múltiplos del 6 y el 8; o flexiones mientras se activan recuerdos del pasado para estimular la memoria; o se ejercita la atención plena cuando se aprenden nuevos pasos de una coreografía o rutina de ejercicios”, señala el profesional.
Mover músculos y neuronas
Una mente activa y estimulada por el aprendizaje y los desafíos intelectuales ayuda a mantener un cerebro joven. Algunos expertos hablan de esto como una “reserva cognitiva”, que mejora las conexiones cerebrales para hacer frente a las enfermedades neurodegenerativas.

Los efectos positivos del ejercicio físico impactan más allá de lo biológico, en el bienestar psicológico y social. Entre ellos se destacan:
- Liberación de neurotransmisores: durante el ejercicio aumenta la producción de serotonina, dopamina y noradrenalina, sustancias relacionadas con el bienestar y el placer.
- Reducción del cortisol: el ejercicio ayuda a disminuir los niveles de esta hormona del estrés.
- Aumento de la autoestima: al percibir progresos físicos o superar desafíos, las personas ganan confianza.
- Reducción de la ansiedad: el enfoque en la respiración y el cuerpo ayuda a desviar la atención de pensamientos negativos.
- Integración social: hacer ejercicio en grupo, deportes colectivos o incluso caminar o correr con otras personas promueve lazos sociales.
- Sentido de pertenencia: asistir a gimnasios y participar en grupos de running o yoga ayuda a crear una red de apoyo.
Motivación y socialización, factores clave para hacer gym
La motivación y la sociabilización son factores centrales a la hora de convocar a los adultos al ejercicio físico. Tanto Grigoletto como Di Santo sostienen que “es necesario que los gimnasios puedan transformarse en espacios confortables para este sector de la población. Es importante trabajar en normativas que permitan que los adultos, incluso los de la tercera y cuarta edad, se sientan integrados en espacios tradicionalmente ocupados por los más jóvenes”.

Esto involucra una adaptación de las instalaciones, contando con pisos antideslizantes de caucho o goma para evitar eventuales caídas y lesiones y equipamiento adaptado para mover diferentes músculos. De este modo se previene también la la sarcopenia, esto es, el deterioro de la función muscular, que provoca debilidad, fatiga, problemas de equilibrio y riesgo de caídas. Pero también, y fundamentalmente, los gimnasios deberán contar con docentes de educación física y entrenadores capacitados, así como equipos multidisciplinarios que diseñen y lleven adelante rutinas que permitan ejercitar tanto los músculos como el cerebro.
Lo que antes era impensado hoy parece un horizonte posible. Hay estudios que indican que en el futuro será frecuente que las personas alcancen los 100 años. Para llegar no solo en tiempo sino también en forma, nuestro cuerpo y nuestra mente deberán estar entrenados.















