Producen hongos comestibles con bagazo cervecero y prometen revolucionar el mercado nacional
En alianza con Cervecería y Maltería Quilmes, Micelio Bio busca potenciar la producción local de una manera más sustentable. Los detalles.
Los consumidores cada vez más buscan alimentos saludables y sustentables, que generen menos impacto ambiental. Incluso, según esta encuesta, más del 80% de los argentinos dejaría de consumir productos que dañen al medioambiente.
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En este sentido, la tendencia a consumir hongos comestibles se potencia y crece a nivel mundial: experimentó un crecimiento promedio anual del 6.4% en los últimos 15 años, y el consumo global promedio por persona pasó de 1 kg al año a 4 kg entre 1997 y 2012.
Para potenciar el sector en Argentina, una iniciativa de triple impacto busca convertir a la localidad de Chascomús en referente de la producción nacional. Si bien admiten que el consumo en el país “aún es bajo”, auguran un “crecimiento exponencial y sostenido durante las próximas décadas”.
Se trata de Micelio Bio, proyecto argentino que articula el mundo científico-tecnológico con el productivo y social, que produce hongos distintas variedades de hongos comestibles utilizando como sustrato el bagazo de la cebada de la cerveza.
Hoy Micelio Bio ya cuentan con su primera planta industrial con una capacidad de producción inicial de hasta 10 toneladas de hongos frescos al mes y además de hongos, comercializa kits de autoproducción y brinda capacitaciones y consultorías de asistencia técnica a emprendedores.
Proyecto colaborativo
El proyecto contó con el apoyo de La Ciudad Posible en su proceso de incubación y aceleración, y el soporte científico-tecnológico del Laboratorio de Micología y Cultivo de hongos Comestibles y Medicinales INTECH Conicet Unsam de Chascomús, con quienes tienen un convenio de colaboración.
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Además, se aliaron a Cervecería y Maltería Quilmes para producir hongos comestibles a partir del bagazo de cebada que se genera durante la elaboración de cerveza. “El desarrollo del proyecto requirió una inversión de 50 millones de pesos, de los cuales Cervecería y Maltería Quilmes aportó 15 millones, para la construcción de una planta productiva en Chascomús”, aclararon desde la compañía.
En este sentido, especificaron que anualmente se generan “más de 400.000 toneladas de bagazo de cebada en Argentina como subproducto del proceso cervecero”.
¿Qué es el bagazo cervecero?
El bagazo es el resultado de la maceración y filtrado que se genera durante el proceso de elaboración de cerveza que, al tener un alto contenido de minerales y proteínas, resulta altamente coadyuvante como sustrato natural para la producción de hongos frescos. Estos hongos se consideran un “superalimento” por su gran valor nutricional, son ricos en proteínas, aminoácidos, vitaminas y fibra, y sus diferentes especies –Girgolas, Melena de León, Shiitakes, entre otros- tienen una demanda creciente en la sociedad.
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“La articulación con Cervecería y Maltería Quilmes es una manera de agregar valor a la producción de hongos comestibles con la reutilización de un subproducto clave la elaboración de cerveza. Permite obtener en su proceso múltiples beneficios, no sólo económicos, sino también socio ambientales, reduciendo las externalidades negativas de otros modos tradicionales de producción de alimentos, y aprovechando al máximo los recursos existentes en el contexto global de crisis climática y ecosistémica”, explicó Alejandro Jurado, uno de los fundadores de Micelio.
En tanto, Vanesa Vázquez, gerenta de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes, afirmó que la alianza con Micelio Bio “nos ayuda repensar la forma en la que elaboramos nuestros alimentos, acelerando los cambios necesarios para una forma de producción y consumo circular, mientras que impulsamos la circularidad de uno de los subproductos de nuestro proceso cervecero”.
En diálogo con Economía Sustentable, Vázquez explicó que si bien el bagazo hoy sí tiene una solución (se utiliza en la industria de alimentos para los animales), desde la empresa quieren “sumarle mucho más valor“. A su vez agregó que esta iniciativa “está muy alineado con la ambición que tiene la compañía de ser carbono neutral en 2040″.
Cómo es la producción de hongos
Desde las empresas explicaron que los hongos son los principales degradadores de la materia orgánica del planeta. Son esenciales en el ciclo de nutrientes del ecosistema, ya que devuelven al suelo los nutrientes esenciales que permiten el crecimiento de plantas y otros organismos.
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“En la actualidad, están muy vinculados a la industria farmacéutica, por eso se consumen hongos, porque mejoran mucho la alimentación de las personas y la buena salud. También se utilizan para hacer biomateriales (por ejemplo para reemplazar el Telgopor), utilizarlos para el control de plagas, la biorenovación y a su vez, pueden recolectar metales pesados, generar biocombustible y ni que hablar en industrias como ya conocemos: panificación y bebidas“, precisó Santiago Jaramillo, a cargo del área de Investigación y Desarrollo de Micelio Bio.
El proceso de producción de hongos comestibles va desde las 6 y 8 semanas desde la siembra hasta la cosecha. Cabe destacar que Micelio Bio realiza la siembre inoculando las diferentes especies de hongos (que obtienen de INTECH) del sobre un sustrato compuesto por bagazo de cebada y paja de trigo.
“Durante este tiempo, el cuidado requiere controlar la humedad, la temperatura, ventilación y exposición a la luz. Una vez que alcanzan el tamaño y el color deseado, se procede a la cosecha”, precisaron.