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Impacto ambiental

Por qué un bosque está consumiendo a uno de los desiertos más grande del mundo

La región del norte de China fue afectada por sequías y el avance del desierto. Frente a este contexto, un bosque artificial aparece como solución.

A diferencia de los frondosos bosques, los desiertos se definen por su aridez, escasas lluvias y condiciones climáticas extremas. Estas vastas regiones se extienden por distintos puntos del planeta, siendo conocidas por sus temperaturas extremas y falta de vegetación. Sin embargo, en China está ocurriendo algo fuera de lo común.

Para combatir la desertificación que amenaza el norte del país y pone en riesgo a más de 400 millones de personas, China emprendió una ambiciosa iniciativa: la creación de una barrera verde de 4.500 kilómetros de árboles. 

Un bosque en China está consumiendo a uno de los desiertos más grande del mundo

Un bosque consume a uno de los desiertos más grande del mundo

El desierto de Gobi, situado entre el norte de China y el sur de Mongolia, en Asia Oriental, es uno de los más grandes del mundo. Este vasto territorio no solo se caracteriza por sus paisajes variados -que van desde dunas rojizas y formaciones rocosas hasta áreas de estepa-, sino también por su riqueza arqueológica y paleontológica.

Según el medio especializado DW, China comenzó a enfrentar el problema de la desertificación en los años 70. Desde entonces, campesinos, científicos, funcionarios y voluntarios se unieron en un esfuerzo conjunto con un ambicioso objetivo: transformar parte del desierto en un bosque. Así nació un gigantesco «cinturón verde» de aproximadamente 4.000 kilómetros, que logró contener parcialmente el avance del Gobi y recuperar más de cinco millones de hectáreas. Este proyecto se ha convertido en la mayor iniciativa de reforestación del planeta y está previsto que continúe hasta 2050.

El Gobierno chino mantiene una visión optimista respecto al impacto de esta transformación a largo plazo. Miles de dunas móviles ya fueron estabilizadas, y las tormentas de arena, antes frecuentes en diversas regiones del país, se redujeron en un 20% entre 2009 y 2014.

Se trata del desierto de Gobi, situado entre el norte de China y el sur de Mongolia

Hasta el momento, se plantaron alrededor de 66 mil árboles en el desierto, especialmente de la especie Enterolobium cyclocarpum y otras pertenecientes a la familia de las fabáceas, debido a su capacidad de adaptación a suelos áridos. De acuerdo con los investigadores, este inmenso proyecto no solo contribuye a frenar la desertificación, sino que también funciona como un importante sumidero de carbono, capaz de absorber cerca del 5% de las emisiones industriales del país.

Fecha de publicación: 30/04, 3:27 pm