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Falta grave

Pesca ilegal en el Mar Argentino: Prefectura mira bien de cerca a barcos extranjeros, ¿quiénes son?

La aglomeración de buques que arriban para pescar el calamar es monitoreada de forma intensiva por la Prefectura y estos son los protocolos que siguen.

En tiempos donde los recursos alimenticios escasean, principalmente, por el crecimiento exponencial de la población mundial y, por otro lado, por las distintas guerras, tal es el caso entre Rusia y Ucrania, Argentina tiene un problema gravísimo a resolver: la pesca ilegal en el Mar Argentino.

Año tras año, una flota cuantiosa con predominio de barcos asiáticos se posiciona al borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) para hacerse con miles de toneladas de especies como el calamar. Sin embargo, estos no pierden la oportunidad y se introducen en el espacio nacional.

Con estas maniobras para pescar de manera ilegal, el rol de Prefectura cobra preponderancia, ya que la intercepción y captura de pesqueros que llevan adelante estas tareas son retiradas del lugar.

En la dependencia oficial señalan a este período del año como el más caliente en cuanto a aglomeración de embarcaciones en la milla 201. Por estos días, la flota extranjera suma 189 barcos, un 80% de ellos es de bandera china. Pero la estimación es que ese número ascenderá hasta alcanzar los 500 buques hacia el mes de marzo.

La «flota» en cuestión integra a embarcaciones que hasta diciembre pescaron en torno al archipiélago ecuatoriano de las Islas Galápagos, pero también suma barcos provenientes del océano Índico y los mares de Europa. 

Para seguir de cerca el movimiento de esas unidades que se concentran en el límite de la ZEE, Prefectura viene llevando a cabo una labor de patrullaje y vigilancia en coordinación con la Armada.

Control en el Mar Argentino

Cinco barcos patrulleros de altura, un avión Beechcraft King Air 350ER MPA y una aeronave CASA 212-300M se cuentan entre las unidades de monitoreo permanente desplegadas en áreas cercanas a la costa de Comodoro Rivadavia, punto predilecto de operaciones de la flota extranjera.

El movimiento de estos buques es observado al detalle a través de instrumentos como el Radar de Apertura Sintética (SAR), que opera con imágenes captadas a través de los satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

El seguimiento también depende de otros dispositivos activos o pasivos utilizados para la localización de embarcaciones, entre ellos el Sistema de Identificación Automática de Buques (AIS), el Sistema Satelital Control Pesquero (SSCP), el Sistema de Identificación y Seguimiento de Largo Alcance (LRIT), el sistema de Movimiento de Buques Pasajeros y Cargas (MBPC) y el sistema de Monitoreo e Identificación Radar/AIS (MIRA).

En diálogo con iProfesional, Fernando Rodríguez, jefe de la División Dominio Marítimo de la Prefectura Naval Argentina, afirmó que a la presencia de unidades chinas le siguen en cantidad las embarcaciones de Corea del Sur y España.

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Con respecto a la pesca que realiza la flota extranjera, dijo que «mientras se ubiquen a partir de la milla 201, esto es, fuera de la ZEE, estos barcos pueden operar sin inconvenientes dado que los convenios internacionales lo permiten. La situación cambia cuando ingresan en la ZEE».

«Una vez que son detectados ejerciendo un ingreso y pesca ilegal se activa un protocolo de actuación para unidades de superficie con foco en los buques pesqueros extranjeros en infracción. En tanto infringen la ley de pesca se procede a escoltarlos hasta puertos argentinos donde se les decomisa la carga, se les impone una multa y deben correr con los gastos operativos en los que incurrió Prefectura para capturar el buque. Luego de eso el barco puede volver a navegar», agregó.

Rodríguez explicó que, en aquellos casos en que el buque se resiste al operativo, se siguen una serie de pasos que comprenden desde la persecución hasta el pedido a la justicia de la captura internacional de la unidad a través de Interpol.

«Si el buque hace caso omiso a los avisos de Prefectura, no acata órdenes e instrucciones, incurre en el delito de desobediencia a la autoridad (artículo 239 del código penal). En ese caso, el buque guardacostas inicia la persecución en caliente para intentar hacerlo cesar en dicha conducta y con el objetivo de capturar la embarcación. Allí se da intervención a la Justicia federal por el delito cometido» explicó el prefecto.

Según la Prefectura, la problemática en torno a la flota extranjera no pasa sólo por sus ingresos a la ZEE y menos aún por la falta de control o seguimiento de esos buques. El punto importante es la presencia de estas embarcaciones en las adyacencias de la zona económica exclusiva y la captura de especies que realizan sin ningún tipo de límites.

Además de perjudicar al ecosistema, señalan en la dependencia, este accionar afecta económicamente a la Argentina y su flota pesquera.

Las infracciones de los buques argentinos

Consultado respecto del accionar de la flota de pesca argentina el prefecto sostuvo que, aunque las embarcaciones cuentan con avales para operar dentro de la ZEE, el número de infracciones cometidas por los barcos nacionales supera con comodidad el total de contravenciones cometidas por los buques extranjeros.

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«En 30 años de vigilancia hemos capturado un total de 80 pesqueros extranjeros ingresando a la ZEE para operar de forma ilegal. Por el contrario, el número de infracciones de buques nacionales es de 200 anuales«, destacó Rodríguez.

Esta situación se genera en virtud de exigencias que no son respetadas. «Nuestros pesqueros tienen que respetar tiempos de pesca, el tamaño de los especímenes y las vedas que rigen en algunas zonas. Muchos de ellos incumplen y de ahí la cantidad de infracciones que se realizan», acotó.

Por último, el jefe de la División Dominio Marítimo de la Prefectura Naval Argentina comentó que, tras la aglomeración de buques extranjeros que viene ocurriendo fuera del límite de la zona económica exclusiva aunque a la altura de Comodoro Rivadavia, otro ámbito de preocupación ante el potencial ingreso de pesqueros ilegales es la zona denominada «El Rincón», ubicada frente a Viedma y la Península Valdés.

«A medida que pasen los meses, esos buques se irán concentrando en esa zona para seguir pescando calamar. A partir de abril y mayo la mayor reunión de la flota tendrá lugar en esa área y en una superficie de menos de 20 millas náuticas cuadradas. La labor de vigilancia, como cada año, también se concentrará en lo que ocurra allí», concluyó.

Fuente: iProfesional

Fecha de publicación: 05/01, 3:49 pm