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Informe

Ola de calor: esta es la causa de las altas temperaturas y la falta de lluvias en Argentina, según un estudio

Desde World Weather Attribution alertan que el fenómeno hizo que la ola de calor sea 60 veces más probable y agravó la sequía.

A pesar de que decretaron el fin de La Niña, las altas temperaturas que registró la Argentina acompañado de la falta de lluvias tiene una causa concreta: el cambio climático.

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Así lo afirma en una investigación llevada a cabo por World Weather Attribution (WWA). La conclusión a la cual arribaron es que el cambio climático hizo que la ola de calor que afectó a la Argentina en diciembre pasado fuera 60 veces más probable y que la región recibiera menos de la mitad de las lluvias habituales en la campaña de cultivos de verano.

Las altas temperaturas que registró la Argentina acompañado de la falta de lluvias tiene una causa concreta: el cambio climático.

Según el informe, gran parte de Argentina, Uruguay, el sur de Brasil y parte de Bolivia recibieron solo el 44% de las precipitaciones promedio para la zona entre octubre y diciembre de 2022. Esto representa el nivel de lluvias más bajo en los últimos 35 años desde que se tienen registros.

En este sentido, los investigadores de Argentina, Colombia, Francia, Estados Unidos, Holanda y el Reino Unido que realizaron el informe aseguraron que las consecuencias en la producción agrícola representan una pérdida de al menos de la mitad las cosechas anuales en trigo y soja en Argentina, con déficits de exportación del 25% al 50% y un grave impacto económico.

A su vez, entre los impactos de la sequía señalan la falta de acceso al agua de unas 75.000 personas en Uruguay y un acceso limitado para cultivos y ganado en varios países de la región.

“Para identificar si la reducción de las precipitaciones es una tendencia real que se pueda atribuir al cambio climático antropogénico más allá de la variabilidad climática natural, estudiamos los eventos de pocas lluvias que ocurren con probabilidad de 1 en 20 años. Encontramos que, mientras los modelos muestran que estos eventos disminuyen, en las observaciones tienen una tendencia positiva, aunque no significativa, y compatible con la variabilidad natural. Por lo tanto, no podemos atribuir las bajas precipitaciones al cambio climático”, apuntan.

Sin embargo, subrayaron que “las temperaturas más altas en la región, que si se han atribuido al cambio climático, han disminuido la disponibilidad de agua observada a fines de 2022 lo que indica que el cambio climático probablemente también redujo la disponibilidad de agua aumentando así la sequía agrícola”.

Situación “alarmante”

La ola de calor de las últimas semanas y la falta de lluvias volvieron a golpear a la soja, lo que podría determinar nuevos recortes en la estimación de producción que ubicarían a la campaña 2022/2023 como una de las peores de las últimas dos décadas, cuando la oleaginosa comenzó un fuerte proceso de expansión en el país.

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En tanto, el presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), Alberto Kahale, calificó de “alarmante” la situación en el sector de las pequeñas y medianas empresas del campo bonaerense a raíz de la sequía aunque destacó la “actitud muy positiva” asumida por el Gobierno bonaerense, que “se mostró comprometido y solidario”.

Si bien sostuvo que es de una “gran ayuda” la línea de financiamiento con tasas especiales lanzada a través del Banco Provincia con el objetivo de ayudar a los productores afectados por la sequía, por otro lado planteó que “la sequía es de tal magnitud, que se necesita más apoyo y acompañamiento a todos los golpeados por este impacto climático”.

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La ola de calor de las últimas semanas y la falta de lluvias volvieron a golpear a la soja, lo que podría determinar nuevos recortes en la estimación de producción.

“El sector del campo está en alerta roja. Solo el 5% de la provincia se está salvando de la escasez de agua. Los productores y empresarios del campo, al igual que los comerciantes que trabajan relacionados con este sector, necesitan la ayuda de las autoridades para sobrellevar las consecuencias económicas de esta sequía excepcional”, afirmó Kahale en un comunicado.

El empresario y referente de la FEBA agregó que, “junto con Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, Buenos Aires es una de las más golpeadas” para la escasez de lluvias. Recordemos que el gobierno de la provincia de Santa Fe extendió hasta el 30 de septiembre próximo el estado de emergencia y desastre agropecuario, debido a las consecuencias de la sequía.

En ese sentido, remarcó que un informe del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (SISSA) señaló que el campo bonaerense atraviesa una de las sequías más extremas de las últimas décadas: el 75,15% de su superficie sufre una sequía entre excepcional a extrema, mientras que el 8,98% atraviesa déficit hídrico severo, el 5,37% moderado y sólo el 5% anormalmente seco.

“El Gobierno bonaerense, a través del Banco Provincia, otorgó financiamiento con tasas especiales con el objetivo de ayudar a los productores afectados por la sequía. Hasta fines del mes pasado, estos créditos ya superaron los 5.000 millones de peos. Esto es de gran ayuda para el sector, pero la sequía es de tal magnitud, que se necesita más apoyo y acompañamiento a todos los golpeados por este impacto climático”, insistió Kahale.

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Fecha de publicación: 16/03, 11:41 am