Movilidad sustentable: cómo reducir la contaminación y ahorrar nafta a la vez
A partir de una norma que rige desde este mes, los modelos 0KM deben tener una oblea con datos sobre el consumo de combustible y las emisiones de CO 2 que genera.
Como ya ocurre con los alimentos, que desde su packaging deben advertir a los consumidores sobre los contenidos de grasa y azúcares usados para su producción, los autos ahora también tendrán la obligación de contar con una oblea que informe sobre el consumo específico de combustible y las emisiones de CO2 generadas.
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Se trata del nuevo modelo de Etiquetado Comparativo que, desde el pasado 17 de mayo ya es de uso obligatorio para los modelos 0Km que se comercialicen en la Argentina a partir del uso de una oblea que permitirá conocer la tecnología de los automóviles.
¿El objetivo? Mitigar las emisiones de dióxido de carbono, impulsar la transición energética hacia combustibles con menor intensidad de gases de efecto invernadero, y tender hacia la incorporación de energías renovables de emisión cero en su ciclo de vida, como la electromovilidad y el hidrógeno verde.
La medida fue anunciada en abril pasado por Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Secretaría de Energía y desde el pasado 17 de mayo rige de manera obligatoria no sólo para todos los vehículos sino que también se la debe colocar en salones de venta y manuales informativos.
Así lo establece la Resolución MAyDS N°383/2021 que el gobierno del presidente Alberto Fernández elaboró con la coordinación de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA); la cámara de importadores y distribuidores oficiales de automotores (CIDOA) y la cooperación internacional de ONU Medio Ambiente.
La iniciativa forma parte de la implementación del “Proyecto Nacional para Combustibles y Vehículos Más Limpios y Eficientes en Argentina”, que contó con financiamiento de la Unión Europea y el apoyo de la Global Fuel Economy Initiative.
La medida se basa en una resolución del anterior gobierno de Mauricio Macri, la 797/2017, ya estableció el uso de este tipo de oblea pero a modo informativo para crear metas medioambientales para la industria automotriz local.
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En ese momento, las automotrices comenzaron a aplicarlas en un porcentaje cada vez mayor de sus modelos y versiones hasta que en marzo del año pasado finalmente se volvió obligatorio que todo vehículo liviano nuevo tenga la “cucarda” en el parabrisas.
Para Martín Galdeano, presidente de ADEFA, “la industria automotriz tiene el fuerte compromiso de implementar el etiquetado comparativo con mayor información y valor agregado para el cliente en el 100% de los modelos”.
El ejecutivo coincide además con la opinión de los ministros de Ambiente, Juan Cabandié, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para quienes la etiqueta permitirá implementar reglas para impulsar la transición energética en el transporte así como el ingreso de tecnologías de baja emisión para poder cumplir con los compromisos de mitigación de gases de efecto invernadero asumidos por el país y reducir las emisiones contaminantes.
El cumplimiento de estos requerimientos será fiscalizado periódicamente por la cartera de Ambiente nacional y, en caso de verificarse infracciones, se aplicarán aquellas multas establecidas por la Ley n.º 24449 de tránsito.
En este sentido, las autoridades nacionales aseguran que la etiqueta de eficiencia energética vehicular es una fuente de información relevante sobre el consumo específico de combustible y las emisiones de CO 2 generadas para el consumidor, la cual busca desarrollar mecanismos e incentivos que favorezcan la adquisición y uso de cada tipo de vehículo.
Las obleas son similares a las que ya encuentran en los electrodomésticos, y revelan de forma clara y comparable qué tan eficiente es cada modelo en el uso de la energía, en este caso, la nafta).
Es decir, el comprador de un auto podrá conocer a partir de ahora la cantidad de gramos de CO2 (dióxido de carbono) que cada modelo emite por cada kilómetro recorrido y también cuánto gasta de combustible cada modelo para recorrer una misma distancia en iguales condiciones.
La etiqueta debe estar aplicada de manera bien visible, en al menos tres lugares del coche:
- 1) En el exterior. Puede estar pegada sobre el parabrisas (en el centro o en el extremo superior derecho) o en una de las ventanillas.
- 2) En el manual. Debe estar incorporada a la llamada “bibliografía de a bordo”.
- 3) En el sitio web. En cada punto de venta virtual oficial de la marca, la exhibición deberá efectuarse junto a la ficha del producto.
Ahorrar en combustible
Para calcular los datos de eficiencia e impacto ambiental que se informan en la oblea se realizan ensayos de laboratorio, en condiciones controladas y de acuerdo con lineamientos especificados en una norma técnica: la IRAM/AITA 10274-1.
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Las categorías que se diferenciarán en las etiquetas se definirán en base a las emisiones de CO2 g/km y a partir de contemplar seis notas identificadas por letras A+, A, B, C, D y E, donde la A + representará la más eficiente y con menor emisión de CO2, en tanto la E será la menos eficiente y con mayor emisión de CO2.
La etiqueta debe incluir la información de la marca comercial, modelo, tipo de combustible, cilindrada del motor, marchas del automóvil y nivel de emisiones.
Las fuentes oficiales consideran que toda esta información “precisa y relevante” le permite a los automovilistas conocer datos que antes no eran fáciles de obtener sobre el consumo específico de combustible y las emisiones de CO2 generadas que también pueden influir al momento de la compra de un modelo.
Es decir, se puede hacer una comparación entre los vehículos según su consumo y desempeño; optar por el auto más eficiente en consumo energético manteniendo la misma prestación y, a la vez ahorrar dinero como producto del menor uso de combustible.
Datos útiles para el bolsillo
Por eso, además de destacar el valor ambiental que tendrá la información contenida en la oblea, desde el Gobierno también se destaca que los datos pueden ser útiles para el bolsillo de los automovilistas, en momentos como el actual, tras un aumento en los precios de la nafta que ya supera el 70% acumulado entre el año pasado y lo que va del 2022.
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El conductor tendrá la posibilidad de saber cuántos litros de combustible consume cada 100 km cuando viaja por una ciudad (ciclo de manejo “urbano”); en ruta (ciclo “extraurbano”), y cuando alterna entre ciudad y ruta (ciclo “mixto”).
Los expertos aseguran que estas etiquetas permiten saber, por ejemplo, que un mismo modelo en su versión con caja manual consume en ciudad 7,1 litros de nafta cada 100 km y con caja automática llega a los 8,1 litros. Una diferencia que permite ahorrar varios miles de pesos a quien utiliza el auto de manera constante.
