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Por una causa justa

Más de 2300 organizaciones y personas exigen la renuncia de Aracre como jefe de asesores de Alberto Fernández

Firmaron una carta pública para pedir la renuncia inmediata de Aracre, exCEO de Syngenta, el mayor fabricante de transgénicos y agrotóxicos del mundo.

Luego de la asignación de Antonio Aracre, exCEO de Syngenta, el mayor fabricante de transgénicos y agrotóxicos del mundo, como jefe de asesores de Alberto Fernández, más de 2300 organizaciones y personas exigen su renuncia y circula una carta para firmar. “¿Alguien puede asegurar que en sus tareas de asesoría no influirá en decisiones relacionadas con Syngenta?”, es una de las premisas del pedido.

A raíz de la noticia de que Aracre será el nuevo Jefe de Asesores de Alberto Fernández, Presidente de la Nación, referentes de la academia, del ambientalismo, de movimientos sociales y de la cultura decidieron expresaron su máximo repudio y pedido de renuncia a través de las redes sociales y con una carta.

Esto se debe a que Aracre fue durante 36 años empleado de Syngenta, el mayor fabricante de transgénicos y agrotóxicos del mundo, y en los últimos 12 años se desempeñó como CEO de esa compañía para Latinoamérica.

Además, el exCEO dejó su empleo privado el pasado 31 de diciembre (sí, hace pocos días) para asumir como funcionario público, a través del mecanismo denominado “puertas giratorias” donde funcionarios de altos cargos de empresas privadas pasan a la función pública como si nada.

Alberto Fernández, junto a Antonio Aracre, exCEO de Syngenta

De esta manera, se garantizan políticas públicas que son benéficas para las grandes corporaciones, a pesar de que la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública lo prohíbe.

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Syngenta en Argentina

La actividad comercial de Syngenta está dividida en cuatro regiones y, una de ellas, Latinoamérica Sur (LAS), está integrada por Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Paraguay y Argentina.

En Argentina, la empresa tiene sedes en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe y, sus oficinas centrales, se ubican en la localidad de Vicente López, una planta de procesamiento en Venado Tuerto, estaciones experimentales en Santa Isabel y Camet y, como si fuese poco, un centro de logística en el parque industrial de Pilar. En total, Syngenta Agro tiene unos 1000 empleados.

Un dato curioso y, a la vez, preocupante, es que no hay prácticamente datos públicos sobre volúmenes y ganancias del mercado local de agrotóxicos. 

Algo que sí se sabe, es que la participación de Syngenta Agro en el mercado local de ventas de herbicidas es del 30 por ciento, un similar porcentaje de fungicidas y curasemillas, y el 20 por ciento de insecticidas.

Según la revista Forbes, Syngenta facturó en 2020 unos 750 millones de dólares. En agosto de 2022, la Revista Fortuna (del grupo Perfil) otorgó a Syngenta el premio “Fortuna de Plata 2022 a la mayor empresa del país”, por crecer un 126 por ciento en ventas entre sus dos últimos balances: pasando de 63.000 millones de pesos a 143.000 millones, liderando así el ranking de las 20 empresas del país que más crecieron en ventas.

En 2020, en la planta de Venado Tuerto, y en el marco de los festejos corporativos por el aniversario de la empresa y con la presencia de Alberto Fernández, Antonio Aracre, director general del negocio de Protección de Cultivos (CP) para Latinoamérica Sur, decía: “En la Argentina, la agroindustria es la única actividad económica que combina ciencias del conocimiento, producción eficiente de granos y alimentos, agregado de valor industrial y generación de divisas. Es el principal motor para terminar con la pobreza y recuperar la senda del crecimiento de manera sustentable”.

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El arte de envenenar

En el país, la empresa tiene unos 389 productos formulados registrados y unos 166 principios activos que están autorizados por autoridades de control.

Syngenta Agro comercializa, entre otros, los siguientes plaguicidas altamente peligrosos: 

  • ametrina
  • atrazina
  • clorotalonil
  • diquat
  • glifosato
  • lambdacialotrina
  • paraquat
  • tiametoxam

Estos productos mencionados se tratan de agrotóxicos incluidos en la lista de plaguicidas altamente peligrosos prohibidos en algunos lugares del mundo, mayormente, en la Unión Europea y de uso libre en Argentina.

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Chau Syngenta, hola Estado nacional

El pasado 13 de octubre, Syngenta anunció que Antonio Aracre, tras más de tres décadas en la compañía, dejaba su cargo a fines de diciembre de 2022. Hoy, a pocos días de su renuncia oficial, ya es funcionario público, algo que éticamente no corresponde. Por este motivo, piden su renuncia.

Fiel al estilo mediático del CEO, la noticia fue acompañada por una gran campaña de prensa. Esto le permitió a la compañía en “todos lados” y “todo el tiempo”, tanto en medios hegemónicos tradicionalmente conocidos por ser “pro agro-negocios” como también en medios “nacionales y populares”, según las organizaciones denunciantes.

Por último, Marcos Bradley, actual director de Marketing de Protección de Cultivos para Latinoamérica Sur, asumirá el puesto vacante. 

Bradley ingresó a la compañía en el 2008 y ha ocupado diferentes posiciones que incluyen ser gerente del negocio de semillas de soja, gerente global del negocio de semillas de soja y director comercial para Paraguay y Bolivia. 

Fecha de publicación: 06/01, 6:02 pm