Las huertas urbanas dejan una huella de carbono seis veces mayor, según un estudio
El dato surge de la Universidad de Michigan. Por qué sostienen que estas pequeñas plantaciones contamina mucho más que la de los sistemas tradicionales.
Un reciente estudio de la Universidad de Michigan pone en tela de juicio un aspecto crucial de la agricultura urbana al evidenciar que las huertas ecológicos, considerados clave para el desarrollo sostenible de las ciudades, dejan una huella de carbono hasta seis veces mayor que los métodos convencionales de producción de vegetales.
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Esta investigación, publicada en la revista Nature Cities, compara la huella de carbono de alimentos producidos en sitios urbanos de baja tecnología con los cultivos convencionales, analizando 73 granjas y jardines urbanos en cinco países diferentes: Francia, Alemania, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.
A pesar de que la agricultura urbana se considera beneficiosa para el desarrollo sostenible y se estima que entre el 20% y 30% de los habitantes urbanos participan en estas iniciativas, la huella de carbono asociada aún no se ha explorado lo suficiente. La mayoría de los estudios anteriores se centraron en formas de agricultura urbana de alta tecnología, como granjas verticales e invernaderos en tejados, dejando de lado las granjas urbanas de baja tecnología, que son las más comunes.
Tipos de agricultura urbana
El estudio analiza tres tipos de sitios de agricultura urbana: granjas urbanas administradas profesionalmente, jardines individuales gestionados por jardineros individuales y jardines colectivos administrados por grupos de jardineros. Al comparar las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las actividades agrícolas, los resultados revelan que, en promedio, los alimentos producidos mediante la agricultura urbana emiten seis veces más dióxido de carbono equivalente por porción que los productos cultivados convencionalmente.
Aunque se identifican excepciones, como la menor intensidad de carbono de los tomates cultivados en el suelo de parcelas urbanas al aire libre en comparación con los cultivados en invernaderos convencionales, los resultados sugieren que los profesionales de la agricultura urbana deben abordar los impactos climáticos considerando cuidadosamente los cultivos y realizando cambios en el diseño y la gestión del sitio.
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Un aspecto destacado del estudio revela que la mayoría de los impactos climáticos en las granjas urbanas provienen de la infraestructura utilizada, como canteros elevados y caminos entre las parcelas. Este aspecto contrasta con la agricultura convencional, que se caracteriza por su eficiencia y dificultad de competencia en términos de huella de carbono.
Así, el estudio de la Universidad de Michigan destaca la necesidad de una evaluación más cuidadosa de la agricultura urbana en términos de su impacto ambiental, brindando información valiosa para los esfuerzos hacia una producción alimentaria más sostenible en entornos urbanos.