La petroquímica argentina que busca liderar el negocio de las energías renovables
Nacida hace más de 100 años y con operaciones en el sector de los hidrocarburos y el cemento, pretende destronar a la mayor productora de fuentes verdes.
En agosto del año pasado, la Argentina alcanzó un récord histórico en generación de energías renovables alcanzaron otro récord histórico con un incremento de producción de casi un 21%, según un informe difundido en aquel momento por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
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El logro se debe al aumento en los segmentos eólico y solar, así como a una mayor hidraulicidad al punto que durante el primer cuatrimestre del año pasado, la producción verde acumulada fue de 7.507 GWh, respecto a los 6.208 GWh del mismo período en 2023.
Este aumento se debió a la inauguración de diversos parques renovables y a un mayor factor de carga de proyectos clave a partir de las iniciativas ofrecidas por el gobierno nacional como las convocatorias que habitualmente realiza el Mercado a Término de Energías Renovables (MATER) y que reflejan el interés del sector privado por la generación de energías renovables.
Se trata de un paso fundamental para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los efectos del cambio climático y, de esa forma, asegurar un futuro sostenible a partir del concepto de energías verdes que abarca una amplia gama de tecnologías, desde las energías renovables hasta los vehículos eléctricos, la energía nuclear, las infraestructuras de almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones y las mejoras en eficiencia.
A nivel internacional también se está evidenciando el mismo fenómeno, tal como se pudo observar en la reciente COP28 de Dubai del año pasado, en la que se destacó la urgencia de duplicar la financiación destinada a energías limpias a nivel mundial para 2030.
De Perón a la Patagonia
Teniendo en cuenta este escenario, varias empresas del sector de los hidrocarburos y de la energía comenzaron a reperfilar sus negocios para profundizar sus participaciones en el segmento de las energías renovables.
Un caso es el de Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR), que nació en 1921 a partir de la necesidad de la empresa británica de ferrocarriles que operaba en la Argentina utilizaba petróleo para que sus locomotoras funcionaran.
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Luego, en 1949, el gobierno de Juan Domingo Perón nacionalizó la compañía y diversificó sus actividades hacia el cemento en la Patagonia. Pero, con la dictadura militar de 1978, PCR fue privatizada y comprada por dos familias argentinas que en la actualidad todavía siguen al frente de las operaciones.
En el caso del petróleo, el grupo opera actualmente nueve áreas en la cuenca neuquina y posee reservas probadas brutas de 11.554 miles de barriles de petróleo, lo que equivale a 3,5 años de reservas y, 4.811 Mboe de gas natural, iguales a 2,9 años de reservas.
Por su parte, opera en Ecuador, en las áreas de Palanda Yuca Sur y Pindo en la cuenca oriental, lo que comprende una totalidad de 351,5 km2.
A esto le suma la compra de cuatro áreas nuevas de producción a la compañía Phoenix Global Resources en Mendoza que fueron integradas al resto de sus operaciones.
Nueva etapa: energías renovables
Pero hace unos años decidieron expandir nuevamente sus negocios, precisamente hacia las energías renovables que ya tiene casi el mismo peso que del petróleo y muy por encima del cementero.
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Es más, en los últimos dos años, la empresa inauguró tres nuevos parques eólicos, que se suman a los que ya tenía, para totalizar 130 aerogeneradores y una potencia instalada de 527,4 MW y convertirla en la segunda empresa en el ranking nacional de generación eólica, detrás de Genneia, con 15% de la producción renovable.
El proceso se apuntaló con inversiones por u$s370 millones para operar esos tres parques en Tornquist; Mar Chiquita y San Luis.
Ahora, el objetivo de los dueños de PCR se centra en crecer en participación de mercado en cuanto a generación de energías verdes para lo cual pusieron en marcha un nuevo plan de negocios para los próximos años.
Liquidez para invertir
Todo, a pesar de que en el último balance anual correspondiente al 2023, las pérdidas netas del grupo fueron de $16.718 millones, con un EBITDA de u$s151 millones que fue menor en un 31% al del 2022, producto de la fuerte devaluación de diciembre de 2023.
Si bien no pretenden descuidar la producción y reservas de petróleo y gas, ni la de cemento en la Patagonia, buscarán continuar desarrollando su posición consolidada como un jugador clave dentro de la industria de las energías renovables en la que ya llevan invertidos u$s61 millones.
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El dinero fue canalizado mediante la división de Renovables de PCR, creada para apuntar al diseño eficiente y sostenible de todos sus proyectos y mediante la cual sumaron 198 MW adicionales de potencia durante 2023.
La empresa también obtuvo 550 MW de prioridad de despacho en la distintas licitaciones del MATER y continúa desarrollando iniciativas de generación de energía renovable, contando con un portafolio de proyectos de más de 1,5 GW. “La compañía espera continuar con el crecimiento sostenido de sus segmentos de negocio; en especial los vinculados a la energía”, destaca un informe de PCR en el cual se explica que el área financiera “deberá proveer la liquidez necesaria para hacer frente a las iniciativas de inversión, así como también a sus vencimientos financieros”.
El informe agrega que la petrolera buscará operar con adecuados ratios de endeudamiento neto, diversificando sus fuentes de financiamiento, e intentando obtener fondos al menor costo posible y con un plazo adecuado en función a sus proyectos.
Crecer en producción
En relación a la gestión de la liquidez, continuará manteniendo una estrategia conservadora basada en mantener gran parte de sus fondos en colocaciones a corto y mediano plazo de bajo riesgo y alta liquidez.
Uno de esos proyectos se basa en la construcción del primer parque solar por 20 MW en San Luis Norte, en GEAR en sociedad con Acindar, propiedad del grupo ArcelorMittal, en el marco de una inversión de u$s18 millones para conformar el primer proyecto híbrido del país.
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El consorcio busca complementar el parque eólico San Luis Norte, de 112,50 MW para aprovechar la mayor cantidad de horas del día de generación eléctrica renovable que operará entre las 9 y las 16 horas, que es el momento del día en el que los vientos desaparecen en el departamento de Belgrano, en San Luis.
El consorcio utilizará la misma asignación de prioridad de despacho que tenía acordadas con Cammesa para inyectar la energía en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Una vez concluido el proyecto híbrido, el complejo tendrá una capacidad instalada total de 130,50 MW de potencia, lo que equivale al abastecimiento de electricidad para 210.000 viviendas por año, al mismo tiempo que contribuirá a una reducción de emisiones anual de 190.000 toneladas de carbono.
Estados Unidos, un objetivo
PCR inició en el 2016 su performance en el ámbito de las energías renovables y en la actualidad todos sus parques están dotados con equipamiento y tecnología de última generación, con proveedores de equipos líderes a nivel mundial, además de encarar proyectos renovables en Estados Unidos.
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En ese país ya gerencia una estructura de entidades para el desarrollo de proyectos de generación de energía a partir de fuente solar, ubicados en los Estados de Iowa; Illions; New Mexico; Luisiana; Tennessee; Alabama; Georgia y Texas.
“Como parte de nuestro crecimiento a nivel internacional, desarrollamos las condiciones necesarias para la implementación de los proyectos. Este trabajo alcanza la gestión de los derechos de terrenos y permisos, la construcción de la infraestructura necesaria para llevarlos adelante, hasta las relaciones comerciales con potenciales compradores”, destaca el reporte de PCR.
El grupo también destaca la necesidad de buscar “un desarrollo sustentable con un fuerte compromiso con el cuidado del entorno natural que rodea nuestras operaciones y minimizando cualquier impacto negativo de las actividades, además de promover una gestión que respeta la diversidad, y cumple con la seguridad y salud en el trabajo”.
Sin descuidar el core business
Pero, además de encarar un proceso para seguir creciendo en este segmento de negocios, PCR no pretende descuidar el resto de sus áreas como la división de Petróleo y Gas, en la cual logró integrar totalmente a la operación las nuevas áreas que fueron adquiridas en Mendoza, a principios del 2023.
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Lo mismo hizo en Ecuador, donde participa en la exploración de los bloques Sahino y Arazá Este; y se adjudicó dos nuevas áreas. “Estas inversiones estratégicas fortalecen nuestra posición en la industria energética y nos brindan oportunidades para desarrollar nuevas estructuras productivas, contribuyendo al mismo tiempo al crecimiento económico de las regiones en las que operamos”, señala el paper de PCR.
En cuanto al negocio de Cemento, mantiene su liderazgo en la región Patagónica y en la exportación a nivel país con el objetivo de ser un proveedor estratégico para todos los grandes proyectos de infraestructura que el país necesita desarrollar en el mediano plazo, además de seguir acompañando estrechamente a la industria petrolera con sus necesidades específicas de un cemento de alta calidad y características específicas para pozos de extracción de hidrocarburos.
De igual forma, continúa evaluando oportunidades de inversión en Estados Unidos para poder diversificar sus operaciones en los sectores de renovables y petróleo y gas. Al respecto, Martín Federico Brandi, presidente y CEO de PCR, considera que “en un mundo donde la conciencia ambiental se vuelve cada vez más urgente, es nuestro deber seguir tomando medidas significativas y sostenibles para reducir nuestro impacto en todas las operaciones y poder reutilizar y reciclar los materiales en toda nuestra cadena de valor, y así liderar el camino hacia un futuro más limpio y verde”.
Según el ejecutivo, el grupo tiene la responsabilidad de ser un referente en la eficiencia energética, y al mismo tiempo, “constituirse en una solución sustentable que contribuya con toda su cadena de valor y la industria en su conjunto, promoviendo prácticas que tengan como objetivo central lograr la transición hacia una economía baja en carbono”.
Por eso asegura que el desarrollo sostenible y el compromiso de largo plazo se plasman de forma directa en la estrategia del negocio y cada una de las operaciones de PCR a partir de la llamad Política de Sustentabilidad que define para todas las unidades de negocios sus líneas estratégicas de acción y dan un marco a los procesos y programas de impacto social, ambiental y de gobernanza.
Esta Política se estructura en base a tres ejes estratégicos: negocio, impacto social e impacto ambiental, con un alcance integral y transversal para toda la infraestructura de PCR que, además, lleva a cabo un proceso de evaluación de sus operaciones a través de estudios de impacto ambiental con el objetivo de mejorar la gestión y cumplir con los requerimientos legales.