La nueva hoja de ruta de Amex para reducir su huella de carbono
La compañía modificó su agenda para el cambio climático y la descarbonización de sus negocios a partir de ocho objetivos. Cómo lo harán.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas son un llamado a la acción de todos los países para promover la prosperidad mientras se protege el planeta.
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Los firmantes de ese acuerdo reconocen que poner fin a la pobreza debe ir de la mano con estrategias que fomenten el crecimiento económico y aborden los problemas sociales urgentes, así como de las necesidades de abordar el cambio climático y la protección del medio ambiente. Los 17 objetivos también proporcionan un marco crítico para la recuperación de la pandemia del Covid-19.
A partir de estos conceptos, las empresas multinacionales o con presencia global deben recorrer la misma hoja de ruta en la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
Un ejemplo es el de American Express (Amex), una de las principales compañías de pagos integrados que también tiene presencia en la Argentina y emplea a 63.700 trabajadores en oficinas en más de 35 países.
La compañía acaba de presentar su propia agenda para el cambio climático y la descarbonización de sus negocios a partir de ocho objetivos entre los que se encuentran convertirse en una empresa neutra en carbono y aumentar la conciencia sobre la contaminación marina por plásticos.
El plan de Amex se describe en su Informe Ambiental, Social y de Gobierno 2020-2021 (ESG, por sus siglas en inglés), que incluye una nueva guía para la estrategia sustentable de la compañía con énfasis en tres pilares como son la promoción de la diversidad; fortalecimiento de la confianza financiera y apoyo a soluciones que promuevan el cambio climático.
La guía establece metas a largo plazo e iniciativas para impulsar la nueva estrategia de Amex tanto en Argentina como en el resto de los países donde opera, incluyendo su compromiso para alcanzar emisiones netas cero de carbono en el 2035.
“Siempre hemos pensado que nuestra fortaleza proviene del impacto que podemos tener en la vida de las personas – lo que llamamos el poderoso sustento de American Express”, comentó Stephen J. Squeri, presidente y director Ejecutivo de la compañía.
El ejecutivo agregó que “durante el año pasado hemos avanzado en nuestros compromisos prioritarios ESG y hemos establecido nuevas metas con iniciativas accionables. También elevamos nuestro nivel de transparencia con respecto a nuestros avances, lo cual demuestra la riqueza, inclusividad y compromiso de la cultura de American Express”.
Desde 2018, la empresa es Carbono Neutral ya que funciona con electricidad 100% renovable en todos los países donde tiene representación. Y el año pasado comenzó a alinear el formato de evaluación de los riesgos para su negocio como resultado del cambio climático con las recomendaciones establecidas por el Grupo de Trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD).
“Estamos construyendo sobre estos esfuerzos con nuevos objetivos que incluyen comprometerse con emisiones netas cero para 2035 para de ese modo minimizar nuestra huella operativa en el medio ambiente” aseguró Squeri.
En ese contexto, enumeró una serie de inversiones encaradas por la compañía para aumentar la eficiencia energética, el uso energía renovable, reducir las emisiones de GEI, crear lugares de trabajo sostenibles y seguros, reducir la generación de residuos, obtener más certificaciones de construcción ecológica, eliminar plásticos de un solo uso y abastecerse de papel responsablemente.
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“En el 2020, logramos un progreso significativo en estos objetivos. Sin embargo, nuestras reducciones de energía, residuos y agua se vieron muy afectadas por la pandemia En consecuencia, suspendimos temporalmente el rendimiento de seguimiento de nuestro meta de plástico en todas nuestras operaciones”, admitió el líder de Amex en el nuevo reporte que se acaba de dar a conocer en el país.
Pero, a partir del éxito que el combate al coronavirus está teniendo, la compañía retoma sus iniciativas para avanzar en soluciones que mejoren el medio ambiente y le permitan reducir aún más su huella de carbono.
Innovar
Según el reporte, el compromiso actual se enmarca en alcanzar emisiones netas cero para el 2035, lo cual significará aprovechar las oportunidades para innovar e incorporar la sustentabilidad en todo su negocio y con sus proveedores y otros socios comerciales.
En este contexto, destinará al menos u$s 10 millones para apoyar iniciativas, asociaciones y programas que aborden los efectos adversos del clima y la contaminación en las comunidades hasta el 2025.
A esto sumará innovaciones de productos con bajas emisiones de carbono; ayudar a sus clientes y socios a transitar una transición hacia una economía baja en carbono a través del desarrollo de nuevas capacidades, entre otras iniciativas.
En el caso del uso de energía y mantener operaciones neutrales en carbono, Amex invierte en medidas de eficiencia, instalaciones solares, proyectos de compensación de carbono y certificados de atributos de energía renovable (EAC) que verifican la producción de electricidad renovable en una cantidad equivalente a la electricidad total que consume.
También continuó implementando modificaciones de iluminación, actualizaciones de equipos y control de nuevos edificios.
Debido a estas inversiones y a la reducción de la demanda de energía por el traslado de sus trabajadores a los hogares, el consumo en sus oficinas administradas disminuyó un 38% desde el 2019 y un 56% en comparación con el 2011.
A esto le suma la utilización de paneles solares, la financiación de proyectos de compensación de carbono, como los de desarrollo de energía eólica para compensar las emisiones que genera con el uso de energía no eléctrica, incluidos los viajes de negocios de su personal y los desechos generados en sus operaciones.
La compañía también hará lanzamientos piloto de innovaciones bajas en producción de carbono, incluyendo rastreo de carbono y soluciones de compensación del mismo a más tardar a fines de 2022.
Clientes y huella de agua
La hoja de ruta trazada por Amex también incluye un trabajo conjunto con sus clientes entendiendo que esperan cada vez más productos, servicios y prácticas de abastecimiento ambientalmente responsables y con bajas emisiones de carbono de parte de las empresas con las que hacen negocios.
En este sentido, el propio Squeri reconoce la necesidad de reducir el impacto ambiental que Amex genera en todo su negocio, incluyendo cómo sus clientes crean, entregan y utilizan sus productos y servicios.
“Muchos desean comprender los impactos ambientales asociados con sus gastos por lo cual les ofrecemos nuestro Panel de Huella de Carbono para que puedan rastrear los datos de emisiones asociados con sus actividades y los ayude a monitorear sus emisiones de carbono y a comprender mejor los comportamientos de viaje para que puedan encontrar oportunidades para reducir emisiones”, aclaró.
Además, a través del equipo de asesoramiento y perspectivas globales, Amex le ofrece a sus clientes corporativos ayuda para identificar y medir sus impactos ambientales en los viajes, comparan sus políticas existentes con una mirada sustentable y herramientas y recomendaciones para desarrollar nuevos objetivos corporativos de sostenibilidad y estrategias y prácticas de viaje más ecológicas.
En el caso de la huella de agua y los residuos plásticos, el informe de Amex hace referencia al colapso global de las cadenas de suministro de reciclaje que amenazan la salud de los océanos del mundo y de otros
Ecosistemas y asegura que para ayudar a abordar estos desafíos, reforzó su enfoque en la gestión de los desecho.
Los objetivos están diseñados para reducir y desviar los residuos destinados a los vertederos y eliminar gradualmente los plásticos de un solo uso que la condujo a un fuerte descenso en la generación de desechos y el uso del agua.
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Por caso, en el 2020 , el documento de Amex asegura que la compañía redujo en un 78% los residuos generados en comparación con el 2019. Además, desvió el 52% de la basura de los vertederos en sus instalaciones administradas.
En el caso del agua, el objetivo es reducir su uso en un 10% por cada empleado para el 2025 mediante la participación y la educación de sus trabajadores así como a partir del diseño de sus edificios de oficinas.
