La NASA compartió la primera foto de una vela solar en funcionamiento y es espectacular

Las velas solares espaciales fueron una visión en la ciencia ficción durante al menos dos siglos. Esta tecnología, en teoría, utiliza la presión de la luz solar para propulsar un objeto sin necesidad de combustible. A principios de 2024, la NASA comenzó a experimentar con esta tecnología a través de su nave prototipo, el Advanced Composite Solar Sails System (ACS3).

Aunque la nave despegó en abril, el mecanismo de despliegue de las velas se activó por primera vez en el espacio a finales de agosto. Durante las últimas dos semanas, el vehículo, del tamaño de un horno de microondas, estuvo evaluando sus capacidades de navegación y orientación utilizando únicamente el sistema de velas. Actualmente, la NASA está analizando los datos de esta fase crucial del vuelo.

La NASA compartió la primera foto de una vela solar en el espacio

Con la información recopilada, la agencia espacial publicó la primera fotografía oficial tomada por la ACS3 con la vela desplegada mientras avanza. Esta imagen tiene el potencial de convertirse en histórica si la tecnología de propulsión con velas solares llega a prosperar.

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Unos días después, la agencia espacial publicó una imagen que captura el instante en que la vela solar cruzó el firmamento. La fotografía, con una exposición de 13 segundos, muestra el brillante resplandor del mecanismo, que se describe como “un diamante en el cielo”.

La nave logró desplegar con éxito una estructura de 80 metros cuadrados utilizando brazos mecánicos. Con el impulso proporcionado únicamente por el rebote de los fotones que impactan en las velas, la nave ascendió a 1,000 kilómetros de altura. Para poner esto en perspectiva, la Estación Espacial Internacional opera a 400 kilómetros de la Tierra.

Si la misión de la ACS3 resulta exitosa, la NASA planea escalar la tecnología para incluir naves y velas de mayor tamaño. La estructura actual, que abre los brazos, puede soportar velas de hasta 500 metros cuadrados. Los ingenieros de la agencia espacial estiman que el límite actual para una vela solar podría llegar a ser de 2000 metros cuadrados.

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Las naves o satélites equipados con velas solares tendrán propósitos diferentes a los de aquellos que utilizan propulsores convencionales. Las misiones que aprovechan los fotones como fuente de propulsión se enfocarán en observaciones de lugares específicos sin prioridad comercial, como lo ejemplifican la sonda BepiColombo que actualmente orbita Mercurio y la Parker que se dirige hacia el Sol. “Dado que las velas solares utilizan la energía del Sol, pueden proporcionar un empuje constante, lo cual es ideal para misiones que requieren puntos de observación únicos, como las dedicadas a comprender nuestra estrella y su impacto en la Tierra”, señala la NASA.

Estas naves con velas solares podrían convertirse en los próximos objetos ultrabrillantes en el cielo. La agencia espacial advierte que, cuando se despliega la estructura, su brillo puede asemejarse al de una estrella resplandeciente en el firmamento.