La apuesta de esta bodega mendocina para ser aún más sustentable
Con más de 20 años de trayectoria, decidieron satisfacer nuevas demandas. Certificaciones sustentables, uso racional del agua y energías renovables, parte de la estrategia.
En la búsqueda de nuevos mercados y de dar respuesta a consumidores cada vez más exigentes que quieren productos amigables con el medioambiente y de calidad, el sector vitivinícola nacional apuesta cada vez más por estrategias de sustentabilidad para ofrecer vinos más sostenibles.
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En este sentido, desde la bodega familiar Pulenta Estate explican que si bien desde sus inicios en 2002 están alineados a la “misión de causar el menor impacto en el campo, y ser eficientes en la utilización de los recursos”, en la actualidad, continúan su camino de certificaciones sustentables tanto a nivel nacional como internacional y buscan adaptarse a los nuevos paradigmas que requieren los consumidores.
“Tenemos nuestro propio vino orgánico, libre de gluten y eso incluye también a quienes aplican una alimentación sin orígenes animales, vinos con certificación vegana, asimismo hacemos hincapié en las certificaciones de nuestros procesos siempre pensando en preservar el medioambiente y cuidar la salud del consumidor”, afirma Eduardo Pulenta, presidente de la empresa mendocina en diálogo con Economía Sustentable.
Hoy en día, la compañía cuenta con dos certificaciones sustentables, la Global GAP (GAP es Good Agricultural Practice o Buenas Prácticas Agrícolas) y la Sustentabilidad de Bodegas de Argentina, y están próximos a certificarse con la ISO 22000 en materia de inocuidad de elaboración de vino.
Este logro se refleja en las 135 hectáreas de viñedos de una antigüedad de más de 27 años que tiene la empresa, además las 400 hectáreas en Finca Don Antonio ubicada en Los Árboles, Valle de Uco. “Todos los vinos de la bodega están hechos con producción de uvas propias lo que permite definir su estilo desde su esencia”, agrega Pulenta.
El plan sustentable
Desde la bodega mendocina, explican que implementaron algunas prácticas en donde la innovación se transformó en un pilar clave para mejorar cada cosecha. “La investigación es clave en este proceso, nuestro departamento interno de I + D es donde encontramos la inspiración para seguir perfeccionando nuestros vinos y desarrollar otros nuevos”, dice Pulenta.
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Así, por ejemplo, pusieron en práctica el manejo de la vegetación con técnicas vitivinícolas y agrícolas sustentables, con el objetivo de alcanzar un equilibrio natural en el ecosistema. Además cuentan con un plan estratégico para “el no uso de insecticidas en tratamiento de plagas, evitando el uso de pesticidas y utilizando herbicidas sólo cuando es absolutamente necesario”.
En tanto, afirman que el fin es ser conservacionistas del terroir. “Por esto se trabaja en el aumento de la materia orgánica del suelo, lo que se logra con los desechos resultantes de los viñedos y de la producción del vino, que vuelve a la tierra como fertilizante natural”, sostienen.
Agua y energías renovables, la apuesta
Una de las claves, explican, es lograr la máxima conservación y administración del agua a través del riego por goteo en 100% de los viñedos.
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“Se controla la dosificación a través de la extracción de aguas subterráneas, recurso hídrico proveniente del deshielo de la Cordillera de los Andes, que se filtra en la montaña llegando pura y limpia sin ninguna contaminación”, apuntan.
Para complementar esta iniciativa, apostar por un sistema de ahorro energético basado en energías renovables: cuenta con un proyecto con paneles solares para generar el 54% de la energía consumida.
En este sentido, detallan que parte de la bodega está diseñada en el subterráneo para conservar la temperatura natural, evitando el uso de equipos de frío, y permitiendo también la utilización de la gravedad para transportar los vinos.
Objetivo 2022, ¿nuevos mercados?
En Pulenta Estate sostienen que, si bien el mercado viene evolucionando en materia de sustentabilidad, certificando y trabajando para responder de forma sustentable y cuidar el medioambiente, “sin dudas, hay mucho más por hacer”.
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“Las expectativas para 2022 es continuar con el crecimiento de nuestras ventas. Por lo pronto, implementaremos una nueva plataforma de compra online, adaptaremos a los cambios que exigen los clientes. Seguiremos mejorando la logística para lograr llegar a todo el país en 48 horas. Y buscar nuevas oportunidades en el mercado externo”, define Pulenta.
Y añade: “Pulenta Estate es considera una bodega importante, aunque de las consideradas chicas. Todavía no llegamos a las 100 mil cajas, que representan unos 900 mil litros, pero estamos cerca”.
En este sentido, explican que han invertido en diferentes opciones de fermentación, desde pequeños tanques de acero inoxidable, hasta roll fermentor y barricas de roble. “Contamos con más de ‘20 etiquetas’ de las que nacen las Líneas Pulenta Estate, Palma Carola, Gran Pulenta, Single Vineyard, La Flor y Finca la Zulema, de las que exportamos el 70%, mientras que el 30% queda en el mercado interno. Tenemos presencia en más de 25 países”, detallan.
Sobre el mercado internacional, desde la bodega argentina apuestan por “seguir creciendo y explorando nuevas alternativas”.
“Se está hablando mucho de Corea del Sur como mercado potencial, es un país que viene en crecimiento en consumo de vinos y acapara la atención de varias bodegas y países productores. Pero creemos que aún tenemos mucho trabajo en mercados tradicionales como USA, Reino Unido y emergentes como China”, concluye Pulenta.