Grupo europeo produce en el país fertilizantes orgánicos a base de estiércol animal
En alianza con la empresa Biagro, desarrolla un método de elaboración basado en la economía circular. De qué se trata y cómo se produce.
En la Argentina, así como en el resto del mundo, la economía circular se ha transformado en un concepto estrechamente ligado a la sustentabilidad y cuyo objetivo es que el valor de productos, materiales y recursos se mantenga durante el mayor tiempo posible para reducir al mínimo la generación de residuos.
Se trata, explican los expertos, de implementar una nueva economía basada en el principio de “cerrar el ciclo de vida” de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.
Es decir, de reemplazar al sistema económico lineal actual basado en extracción, fabricación, utilización y eliminación de residuos que viene mostrando síntomas de agotamiento.
Es por eso que quienes impulsan la adopción de la economía circular aseguran que viene a mostrar un nuevo modelo de producción y consumo que utiliza y optimiza al máximo los flujos de materiales, energía y residuos, estableciendo un sistema de eficiencia que maximiza la utilización de los recursos.
A partir de este paradigma, las empresas comienzan a adoptar el nuevo formato económico, en especial a partir de la presión de los consumidores para reducir los desechos e implementar una mayor circularidad.
En el negocio del agro, son cada vez más los ejemplos de economía circular que se desarrollan en el país de la mano de proyectos de empresas locales y grupos extranjeros que desembarcan con el objetivo de producir fertilizantes a partir de desechos orgánicos.
El último caso es el del grupo italiano Fomet que desembarcó en la Argentina para elaborar, bajo un modelo de economía circular, fertilizantes orgánicos utilizando el estiércol avícola y bovino como materia prima.
Se trata de un holding fundado hace 50 años, con sede en la ciudad de Verona que se dedica a la fabricación de químicos agrícolas orgánicos a través de un método que no implica fuentes de calor en el tratamiento y es 100% natural mediante un proceso de fermentación de estiércol avícola y bovino.
Con operaciones en Uganda, India y China que se relacionan a su objetivo de llegar más fácilmente a sus clientes alrededor del mundo instalándose en puntos estratégicos, en los que pueda replicar su modelo productivo basado en la utilización de estiércol natural.
Es decir, utiliza desechos de otras industrias del agro para producir fertilizantes eficientes y amigables con el medio ambiente a través de un método propio patentado llamado Afrodite.
A partir de esa premisa y para abastecer a sus clientes en América Latina, desembarcó en Argentina con dos plantas de producción propias en la localidad bonaerense de Baradero y en la ciudad entrerriana de Concordia, en ambos casos orientadas al desarrollo sustentable de agroquímicos que permitan proteger el medio ambiente.
A nivel local tiene a la firma Bioagro como socia comercial. Se trata de una empresa productora de biofertilizantes basada en la localidad entrerriana de Chajarí, dedicada a elaborar productos para el agro y que cuenta con una extensa red de distribuidores en la Argentina y en países limítrofes.
En su proceso utiliza materias primas biodegradables y amigables con el medio ambiente y para que lleguen a todo tipo de cultivos en la Argentina y países de la región, satisfaciendo las necesidades específicas de cada productor.
Fermentación aeróbica
A partir de esta alianza, ambas empresas buscan incrementar su market share local y regional con la producción de fertilizantes sólidos amigables para el medio ambiente.
Así lo asegura Alberto Veronese, representante comercial de Fomet en Argentina, quien recuerda que el desembarco del grupo italiano a nivel local fue en el 2019, cuando abrió su primer planta en Baradero desde donde se abastecen las regiones central y cuyana del país y al mercado chileno.
“Desde nuestros orígenes, tenemos como objetivo mejorar no solo los resultados de los cultivos en los que se aplican nuestros productos, sino también cuidar la estructura de la tierra a largo plazo”, agrega.
Para encarar ese proceso a nivel local, Fomet selló alianzas con productores avícolas y bovinos para utilizar los desechos de estas industrias y comercializar los productos Fertilguano (a base de estiércol avícola) y Fertilcol (a base de estiércol vacuno y avícola).
Los dos son elaborados bajo su método Afrodite (Aerobic Fermententation and Revaluation of Organic matrix to Develop and Improve The Essence of soil), o fermentación aeróbica y revalorización de matriz orgánica para desarrollar y mejorar la esencia del suelo.
El proceso potencia la nutrición de los cultivos, cuidando al mismo tiempo las condiciones del terreno para evitar su degradación y pérdida de fertilidad y no implica fuentes de calor en el tratamiento y es 100% natural mediante la fermentación de estiércol.
“Este año quisimos dar un paso más y constituimos una planta en Concordia, Entre Ríos, que comenzará a operar a finales de julio o inicios de agosto de este año”, agregó el empresario.
Desde el establecimiento, la empresa busca abastecer la región litoraleña, el norte de la Argentina y en una etapa posterior llegar a países limítrofes como Paraguay y Uruguay.
Ambas plantas están destinadas a la producción de fertilizantes sólidos, que utilizan como materia prima el estiércol bovino y avícola, de gran disponibilidad en las dos regiones.
“Nuestras fábricas en todo el mundo están ubicadas de manera estratégica en localidades que son un centro de producción de subproductos orgánicos, que nos sirven de materia prima”, explicó Veronese, quien en ese sentido destacó a Entre Ríos por ser el principal centro de producción avícola del país y a la provincia de Buenos Airs por su gran producción bovina.
Tanto a nivel local como a nivel internacional, los productores de carne deben cumplir ciertos estándares de trazabilidad, explica el representante de Fomet, además de adelantar que ya se están generando alianzas con grupos locales que le provean a Fomet del estiércol que no utilizan, generando una rueda de economía circular beneficiosa para el medio ambiente.
Con respecto a la alianza con Bioagro, el ejecutivo de Fomet explica que se optó por encontrar un partner estratégico “que nos dé soporte comercial en la región y elegimos a esta empresa que cumple con ciertos requisitos fundamentales como ser una firma joven y dinámica y con una visión por el medio ambiente que compartimos”.
Por su parte, Ariel Piana, gerente de Bioagro, detalla que la alianza con el grupo italiano “implica un aumento de nuestro portfolio de productos, nos permite abarcar una demanda más amplia y también compartir nuestro know how de forma recíproca, para que ambas empresas podamos seguir creciendo y llegar a nuevos mercados”.
Agrega que el compromiso con Fomet implica “seguir innovando, buscando soluciones para lograr mejores resultados en los rindes finales, de forma amigable con el medio ambiente”.