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La economía circular da mayor reconocimiento a las empresas que la adoptan

Entre 150 empresas encuestadas, a nivel global, la rmitad aseguró que la economía circular fidelizó su clientela y el 70% dijo que su marca ganó reconocimiento.

Consolidada a nivel mundial, la economía circular está dando sus pasos en la Argentina. Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto, a nivel nacional, la Red de Economía Circular, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las acciones del INTI son matices en este tema en un país gobernado aún por la economía lineal.
La economía lineal es la regla y se utiliza desde hace muchísimos años. El esquema es simple: extracción, producción, consumo y desperdicio. Pero los tiempos y las necesidades cambiaron.
El nuevo paradigma busca modificar a forma de producir y consumir: la economía circular. Este modelo, más acorde a la era actual, alienta el flujo contante de manera tal que los residuos puedan ser utilizados para que reingresen al sistema productivo. Una manera de reducir deshechos y extraer menos bienes naturales del planeta.

Se trata, también, de un modelo de producción y de consumo que implica reutilizar, compartir, reparar, restaurar, alquilar, reutilizar, renovar y reciclar materiales y productos existentes las
veces que sea posible para que ciclo de vida de los productos se extienda.

Contrasta, claro está, con la economía tradicional, que se basa —principalmente— en el concepto de usar y desechar, que requiere de grandes cantidades de materiales y energía baratos y de fácil acceso.

Según una investigación de la consultora española Kearney, las mpresas que utilizan la economía circular en sus modelos de negocios “obtienen importantes beneficios económicos y de reputación”. Para llegar a esa conclusión encuestaron a 150 empresas globales que indicaron, en un 32%, que tuvieron beneficios asociados al incremento de ingresos; un 38% admitió que ahorró en costos; un 50% obtuvo una mayor fidelización de clientes, y un 70% consiguió que su marca tenga un mayor reconocimiento.

Mutación económica

Su bien el proceso de mutación de la economía lineal a la circular en Argentina es lento se van dan dando pasos concretos en ese sentido. Recientemente, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño presentó este la Red de Economía Circular, cuyo objetivo es promover el consumo responsable, el reciclaje y la reutilización de los recursos en la industria. La iniciativa, a la que ya se adhirieron más de 120 organizaciones del ámbito público y privado, es una propuesta vinculada al Plan de Reciclaje de la Ciudad, BA Recicla.

A nivel nacional, por otra parte, se creó el Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto cuya articulación se lleva a cabo con diferentes gobiernos locales. A través de ese plan el Estado entrega maquinaria e insumos para el cierre de basurales y la construcción de
centros socioambientales que permitan un tratamiento diferenciado y eficiente de los residuos.

Paralelamente, el plan brinda asistencia técnica para el desarrollo de normativas ambientales y campañas de educación y concientización en los diferentes municipios y provincias de todo el país.

También, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se presenta como un facilitador para aquellas empresas que buscan trascender hacia los procesos de la economía circular una lógica que además de reducir el impacto ambiental de la actividad productiva, genera oportunidades de negocios para quienes estén dispuestos a cambiar por sustentabilidad.


El modelo externo

En el marco del Pacto Verde Europeo y como parte de la nueva estrategia industrial, la Comisión Europea presentó en marzo de 2020 un Plan de acción para la Economía Circular que incluye propuestas sobre el diseño de productos más sostenibles, la reducción de residuos y el empoderamiento de los ciudadanos, como el “derecho a reparar”. La iniciativa hizo hincapié en los sectores intensivos en recursos, como la electrónica, los plásticos, los textiles y la construcción.

En febrero de 2021, el Parlamento Europeo votó el plan de acción sobre economía circular y demandó medidas adicionales para avanzar hacia una economía neutra en carbono, sostenible, libre de tóxicos y completamente circular en 2050. Además, se abogó por incluir
leyes más estrictas sobre reciclaje y objetivos vinculantes para 2030, año al que se prevé arribar con una significativa reducción de la huella ecológica por el uso y consumo de materiales.

Pero ¿cómo se debe hacer la transición hacia un modelo más verde? Los especialistas recomiendan incorporar energías renovables, materiales reciclables y extender los ciclos de vida de los productos, eliminando la obsolescencia prematura. Estas formas son las más concretas para que la circularidad pueda incorporarse a las empresas y de esta forma lograr
beneficios económicos a costos más bajos. Aunque lo más importante, resaltan, es el enfoque.

En los últimos tiempos el modelo circular se potenció junto con los hitos de descarbonización y de reducción de la temperatura global establecidos en el Acuerdo de París en 2015 —el que Argentina forma parte— y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 fijados por la
Organización de Naciones Unidas (ONU).

Y más aún: la agenda internacional sobre cambio climático se impulsó cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó en enero de 2021 que la economía de su país reingrese al Acuerdo de París. Además, el mandatario de comprometió a recortar las emisiones de dióxido
de carbono (un 50% respecto a los niveles de 2005) para finales de esta década.

Alinearse con los estándares de sustentabilidad son la meta de las empresas para generar nuevos mercados y oportunidades locales e internacionales. El cambio de paradigma avanza. Y hay que subirse a la ola.

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Fecha de publicación: 17/06, 5:26 pm