GE Aviation y Boeing se asocian para revolucionar la industria aerocomercial
Ambas compañías impulsan un programa de demostración de vuelos eléctricos híbridos. De qué se trata y cuál es el objetivo.
GE Aviation anunció que se asoció con la estadounidense Boeing para apoyar las pruebas de vuelo de su sistema de propulsión eléctrica híbrida. Para ello, utilizarán un avión Saab 340B modificado y motores turbohélice CT7-9B.
//Mirá también: Tiene 19 años y es un dolor de cabeza para Elon Musk: quién es Jack Sweeney
Así, Boeing y su filial Aurora Flight Sciences proporcionarán a GE Aviation “los servicios de modificación de aviones, la integración de los sistemas y las pruebas de vuelo. Este trabajo incluye la fabricación de nacelles (góndolas del motor), el diseño de la interfaz y el software de la cabina de vuelo, el análisis del rendimiento de la aeronave y la integración de los sistemas”, explicaron desde la empresa en un comunicado de prensa.
Desde GE Aviation explicaron que “las tecnologías de propulsión eléctrica híbrida pueden ahorrar combustible y optimizar el rendimiento de los motores, ayudando a la industria de la aviación a alcanzar su compromiso de cero emisiones netas de CO2 en los vuelos para 2050″.
NASA y GE Aviation
La NASA y GE Aviation previamente anunciaron el lanzamiento de una nueva asociación de investigación para madurar un sistema de propulsión eléctrica híbrida de clase megavatio (MW) con el fin de demostrar la preparación para el vuelo de aviones de un solo pasillo.
¿Qué planean? Realizar pruebas en tierra y en vuelo a mediados de la década de 2020. El programa, que forma parte del proyecto Electric Powertrain Flight Demonstration (EPFD) de la NASA, supone un esfuerzo total de 260 millones de dólares que incluye inversiones de la NASA, GE Aviation, Boeing y otros socios durante cinco años.
//Mirá también: Taxis aéreos eléctricos en Argentina: dónde se podrán tomar y a qué precio
“Estamos entusiasmados con la oportunidad de colaborar con Boeing para avanzar en los sistemas de propulsión eléctrica e híbrida”, afirmó Mohamed Ali, vicepresidente y director general de ingeniería de GE Aviation.
Y agregó: “El proyecto de demostración en vuelo del tren motriz eléctrico de la NASA es una oportunidad para que GE Aviation y Boeing, líderes mundiales en tecnologías aeronáuticas, demuestren que la propulsión eléctrica híbrida es real y posible para el futuro de los vuelos comerciales para reducir las emisiones de carbono”.
Desde Boeing Research & Technology, Naveed Hussain, director de tecnología sostuvo: “Estamos encantados de contribuir con nuestra amplia investigación y pruebas de los sistemas de propulsión eléctrica híbrida -incluyendo una larga asociación de desarrollo con la NASA- para un proyecto que sin duda será un hito importante en el camino hacia un transporte aéreo más sostenible”.
Los trabajos de ingeniería y pruebas de los sistemas de la aeronave se llevarán a cabo en la sede de Aurora en Manassas, Virginia (EEUU), mientras que la fabricación de las nacelles tendrá lugar en sus instalaciones de Mississippi y Virginia Occidental.
Aviación sostenible
GE Aviation lleva más de una década desarrollando los componentes de un sistema eléctrico híbrido, incluyendo motores, generadores y convertidores de potencia.
//Mirá también: Innovación y compromiso: la clave para reducir las emisiones CO2 en cada industria
Las tecnologías eléctricas híbridas que GE Aviation está avanzando son altamente compatibles con el combustible de aviación sostenible y el hidrógeno, así como con las arquitecturas avanzadas de los motores, como el ventilador abierto y los nuevos diseños compactos del núcleo del motor.
En este sentido, junto a United Airlines, el 1 de diciembre de 2021 realizaron el primer vuelo de pasajeros de la historia operado con el 100% de combustible de aviación sostenible (SAF, por su sigla en inglés) para uno de los dos motores de su Boeing 737 MAX 8.
En la actualidad no están autorizados los vuelos operados completamente con combustible de aviación sostenible, por eso sólo se pudo propulsar al 100% uno de los motores LEAP-1B, desarrollados por CFM International, una empresa conjunta entre GE Aviation y Safran Aircraft Engines.