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En primera persona

Son argentinos y crearon desde cero una tiny house sustentable en el paraíso de Valle de Uco: cuánto invirtieron

Con la Cordillera de los Andes a sus pies, esta pequeña casa aloja a huéspedes de todo el mundo en medio de la naturaleza. Cómo hicieron el proyecto y por qué es eco-friendly.

A unos 80 metros de la ruta provincial n°89, la que aloja a varias bodegas en Valle de Uco, Mendoza, hay un tranquera que encierra una propiedad de más de 10 hectáreas. Es un lugar casi paradisíaco y no porque sea ostentoso, sino por la conjunción que regala la naturaleza: silencio, paz y cierta quietud.

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Con la Cordillera de los Andes y los nogales abrazándola, una tiny house de 18m2 se eleva sobre un tráiler de cuatro ruedas. Tiene una puerta, varias ventanas, una especie de chimenea. La creación de chapa y madera es de Nacho Elorza que, junto a María José y su pequeña hija, se lanzó a armarla allá por “junio, julio” de 2020. En plena pandemia, cuando no quedaba más que estar en casa.

Con la Cordillera de los Andes de fondo, así es la tiny house.

“Fue en respuesta a una motivación personal que tenía. Se habían caído algunos proyectos que tenía de otras cosas y nada, empecé a diseñar la construcción de una tiny. Estuve aproximadamente unos tres meses diseñando en papel y en la compu, y en septiembre-octubre encargué el tráiler a un amigo metalúrgico”, cuenta Nacho, geólogo, guía de escalada de montaña y, por qué no, un poco arquitecto y diseñador también.

La construcción de la tiny house

La familia vendió una casita rodante que tenía, juntó la plata que faltaba y encaró el proyecto por etapas, en marzo de 2021, en los momentos libres que dejaban las otras obligaciones laborales que había que cumplir. Inspirado en la construcción “wood framing” de la casa en donde viven, dentro de las 10 hectáreas, y habiendo trabajado durante algunos meses de 2018 en la construcción en Estados Unidos -donde aprendió “un montón de técnicas”-, Nacho se puso manos a la obra.

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Nacho y María José en plena construcción de la tiny house.

Hijo de madre arquitecta y padre ingeniero, Nacho confiesa que siempre fue hábil con las herramientas y que “siempre le gustó hacer las cosas por sí mismo”. También, que se inspiró un poco en algunos modelos de afuera por video de YouTube. “Pero la verdad es que el diseño es propio. No copié ningún otro, sí por ahí algunas distribuciones de cosas pero fue como se fue gestando de a poco, lo fui imaginando y después materializando por mi cuenta”, suma el emprendedor, con tono cordobés, que adoptó tierras mendocinas hace nueve años.

Si bien está montada sobre un tráiler, decidieron dejarla fija a unos pocos metros de su actual casa, al menos por ahora. “De ahí para arriba está todo hecho con madera y revestida con chapas. Es una construcción con una muy buena aislación, ya que acá en invierno tenés temperaturas máximas de 5 o 10° bajo cero, y en verano, de 30 a 35°, también a eso hay que sumarle que acá en Cuyo, cuando hay viento Zonda y es bastante fuerte, puede soplar hasta 130 kilómetros por hora. Entonces, la hice que fuera lo más lo más resistente posible”, detalla.

La tiny house se hizo a base de madera y chapa.

En cuanto a los materiales, el propietario asegura que si bien en Argentina se consigue todo, el mayor problema, a diferencia de otros lugares como los Estados Unidos, donde el wood framing es la construcción por excelencia, es que no está todo estandarizado para construir de forma modular. “Entonces, acá te cuesta más porque tenés que realizar más cortes, y bueno, trabajar un poco más para realizar algo que te quede perfecto, bien escuadrado y modulado”, agrega.

Toda la familia ayudó a darle forma al emprendimiento.

“El valor diferencial de este tipo de construcción es la velocidad de ejecución y la calidez de que te queda cuando la terminás, porque no es lo mismo estar en una casita de madera con un montón de detalles, que estar en una construcción de ladrillo o cemento”, explica Nacho. Para octubre de 2022, el proyecto ya figuraba en Instagram bajo el nombre de Namakai tiny house.

Los detalles, la precisión, se ven en cada espacio de la casa: en la escalera que conecta el living con la habitación principal, en el acabado redondeado de la mesa de la cocina, en los objetos minimalistas que prácticamente se encastran para aprovechar cada centímetro del lugar.

Una tiny eco-friendly y sustentable

La pequeña casa de la familia Elorza fue construida bajo la filosofía de vida que quieren transmitirles a los huéspedes de todo el mundo que eligen el lugar para desconectar de la vorágine del día a día (a pesar de que cuentan con Internet).

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“Vivimos en el campo y queremos ser lo más sustentables posible: con los ritmos de la naturaleza, siendo consecuentes con lo que necesitamos de ella según nuestro estilo de vida, aspirando a consumir menos y ser más austeros. Ahí está la felicidad. Menos es más“, define.

El living también de la tiny house.

Bajo esa sintonía, Nacho explica por qué la tiny es eco-friendly: “Tenemos un baño de composite (para ahorrar agua), regamos con las aguas grises los nogales y elegimos no poner aire acondicionado”. Todo el sistema de la casa es eléctrico: cuenta con microondas, pava eléctrica, mini heladera y termotanque. A la vez, al ser pequeña, también es fácil de limpiar y de mantener, dice el propietario de la tiny, una de las pocas que hay en la zona que recibe a viajeros de todo el mundo.

El baño y la cocina, completo.

Respecto al valor diferencial, Nacho afirma que además de la construcción minimalista, está “inmersa en un entorno natural magnífico y además -agrega- nuestra tiny fue construida por sus propios dueños, no la hizo una empresa”.

La vista desde la cocina de la tiny house.

“Uno viene acá, tiene una casa pequeña que te hace sentir como en casa teniendo todas las cosas al alcance la mano. pero a la vez, invita a salir y estar más afuera, a compartir y a vivir más la naturaleza. Eso hace un combo que a las personas, sobre todo a los que viven en grandes ciudades, les asombra. Cuando vienen acá se relajan y la empiezan a flashear mal, no pueden creer la experiencia”, cuenta.

El dormitorio está ubicado en la planta alta de la tiny. Desde allí se puede ver toda la Cordillera.

Nacho explica que la tiny idealmente es para dos personas. “La superficie de la tiny es de 18 m2 con un entrepiso, tiene 12 m2 en la planta baja y un entrepiso con el dormitorio principal de 6 m2 más. En cuanto al valor, “la noche está entre los 40 y 50 dólares aproximadamente”. “También brindamos desayunos, que eso es aparte con productos locales y orgánicos”, suma.

¿Cuánto cuesta construir una tiny house así?

En cuanto a la inversión inicial, el creador de la tiny mendocina dice que fue de entre 15.000 a 18.000 dólares en materiales aproximadamente, sin la mano de obra. Sin embargo, Nacho remarca que más allá de la inversión, también se necesita visión: “Tener las ganas de transmitir este concepto de forma de vida, es lo que me motiva también para seguir adelante”.

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La parte de atrás de la tiny house.

“Ahora tenemos planeado hacer otras más, para tener una pequeña flota de tinys y ponerlas en distintos lugares de la propiedad. Vamos a arrancar en marzo y la idea es construir una por año, ¡voy a tener bastante trabajo!”, dice y agrega, con cierta confianza: “Creo que, a futuro, puede llegar a ser un buen emprendimiento”.

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Fecha de publicación: 08/02, 4:36 pm